La Semana de la Vacunación en las Américas es un evento regional que este año se impulsa con el fin de reducir las brechas provocadas por la pandemia y para mejorar la cobertura de inmunización. En ese sentido, el gobierno municipal de El Alto decidió prolongar la movilización para que las y los niños reciban las dosis que corresponden al esquema general de vacunación.
Este 2023 los principales organismos de salud del mundo impulsan la 21ª Semana de Vacunación en las Américas (SVA) y la 12ª Semana Mundial de Inmunización. Esta campaña tiene como meta prevenir enfermedades que en el pasado se creían controladas en las poblaciones de riesgo, es decir, niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con patologías previas.
En primera instancia, la Alcaldía de El Alto llevó adelanta la campaña del 17 al 28 de abril, pero la baja cobertura de inmunización llevó a determinar a las autoridades extender la campaña por un mes más. “El objetivo es llegar a un 95% con todas estas vacunas”, afirmó José Gutiérrez, director del Servicio Regional de Salud de El Alto.
Brigadas móviles se encuentran desplazadas por toda la ciudad para garantizar este servicio a la población; con más de 500 funcionarios, se realiza la vacunación en escuelas, guarderías, parques, mercados y hogares. Gutiérrez aseveró: “Las vacunas en nuestro país cubren más de 23 patologías y son totalmente gratuitas”.
La Alcaldía de El Alto informó que hay puntos fijos de vacunación instalados en el Jach’a Uta, la Terminal Metropolitana de Buses y Villa Bolívar A. Los horarios de atención de lunes a viernes en los referidos sitios son de 08.00 a 12.00 y de 14.00 a 18.00. Además, en esta edición difunde el código QR para que los padres de familia descarguen el formulario de autorización para inmunizar a sus hijos incluso contra el Covid. Ese código está en la parte superior de esta página.
Además, habrá atención en las estaciones de la línea Roja y Amarilla del teleférico. Este fin de semana se habilitará para esta campaña el Centro de Salud Ventanilla y el Hospital Senkata.
La autoridad informó que: “Tenemos un lote de más de 150.000 vacunas para todo el esquema, nos acaba de llegar más 40.000 vacunas anti influencia pediátrica y 100.000 de anti influencia en adultos”. Es por eso que el galeno recalca que no existe una falta de vacunas y que el problema reside en la población, que debe acudir a vacunarse, especialmente si tiene niños.
BENEFICIOS DE LA VACUNACIÓN
Además de proteger la salud de los niños y personas en riesgo de contagio, el contar con la aplicación oportuna de vacunas permite a los infantes poseer el carnet de salud infantil (CSI), que es esencial para ciertos trámites dentro del país.
El CSI es fundamental para registrar al recién bebé en el Bono Juana Azurduy, incentivo monetario que perciben todas las madres de Bolivia que no cuentan con un seguro de salud a corto plazo. Para proceder con el registro del menor y sea tomado en cuenta en este beneficio, se debe presentar este documento actualizado con el seguimiento pediátrico y vacunas correspondientes.
Por otra parte, el carnet de salud infantil es necesario para la inscripción del niño en una unidad educativa, especialmente, en el nivel inicial. En caso de que el infante presente síntomas de alguna enfermedad, es imprescindible que se lleve este carnet para evitar malos diagnósticos. La salud de los niños está altamente ligada a la responsabilidad de los padres.
LA INFLUENCIA DE LA PANDEMIA EN LOS PADRES
A pesar de que Bolivia cuenta con las cantidades suficientes de vacunas para satisfacer la demanda de la población, los padres han descuidado la salud de sus hijos. De acuerdo al doctor Freddy Armijo, director nacional de epidemiología del Ministerio de Salud y Deportes, esta preocupante tendencia surge tras la pandemia por el COVID-19.
Toda la población se mantuvo en sus hogares por dos años debido al confinamiento. Muchos padres no pudieron asistir a los centros de salud para completar las vacunas de sus hijos por temor al contagio del Covid y por la influencia de los grupos antivacunas que emergieron precisamente con la aparición del virus. En ese contexto, hace poco un organismo de las Naciones Unidades dijo que la pandemia provocó un retroceso de 30 años en la inmunización.
“Esto ha sucedido con la pandemia, la gente ha olvidado la disciplina de hacerse vacunar”, menciona Armijo. Sin embargo, el periodo crítico de esta enfermedad ya ha pasado y, aun así, los padres no cumplen con el esquema de vacunación. “Es por una simple indisciplina, cada vez nuestra población no asume la responsabilidad frente a su salud y deja a sus niños expuestos a ese tipo de enfermedades”, recalca la autoridad.
Desde el año pasado se han podido observar las consecuencias de este descuido, pues, enfermedades que se consideraban controladas en Bolivia han vuelto a aparecer. El Dr. Armijo remarca los contagios de tos ferina y fiebre amarilla que han ido en aumento. “Estamos en alto riesgo de que aparezcan nuevas enfermedades debido a la falta de vacunación”, asevera, preocupado, la autoridad de salud.
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