Diciembre 22, 2024 -H-

El bordador de trajes de morenos leal a la aguja y al bastidor

El bordado del traje de moreno ha sufrido modificaciones  en el diseño y el material, aunque sí se mantienen las formas del traje: el barrilito y  la campana y la chaquetilla.


Miércoles 12 de Junio de 2019, 2:00pm






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12 de junio (Urgentebo.com).- Con la ayuda de una aguja, hilo plateado y perlas, Jorge  Quisbert comienza a bordar los trajes de moreno. Él es uno de los artesanos más antiguos de La Paz que mantiene la tradición de bordar a mano cada uno de los trajes de morenos y achachis. Así se distingue de la competencia que echa mano de recursos chinos y, así, logra ser referente boliviano en el mundo.    


Con mucho orgullo, don Jorge dice que es oriundo del municipio de Achacachi de la provincia Omasuyos (La Paz),  que es la cuna de los bordadores. Allí nacieron con talento para el bordado y perfeccionaron su capacidad y desde allí migraron a la ciudad y de ella al interior del país. 
Fue instruido en el bordado por sus abuelos y padres desde sus siete años. En sus 56 años de trayectoria jamás perdió la costumbre de usar el bastidor  para bordar los diseños de la chaqueta y el pollerón del  traje de moreno. En cada una de esas piezas, le pone esfuerzo para expresar cultura.
“En aquellos tiempos  el bordado era hecho  a mano en bastidor. Con pedrería, hojuelas y mostacillas. Un traje pesaba 50 kilos, en esos tiempos. Solo danzaban 20 morenos, ahora bailan más de 600. Hoy en día, los trajes ya no son bordados, pesan mucho menos. Los artesanos solo pegan, no usan aguja, ni bastidor”, dijo.
Don Jorge concluye un disfraz en tres meses trabajando 18 horas diarias, por lo que cuando tiene un contrato para una fraternidad, está ocupado por meses enteros.
“Uno tiene que nacer sobre el bastidor, tiene  que ser querendón del bordado. La gente de ahora ya no borda ni usa saquillo, sino se van a lo económico, solo quieren ganar”, expresó con inquietud.
El bordado del traje de moreno ha sufrido modificaciones  en el diseño y el material, aunque sí se mantienen las formas del traje: el barrilito y  la campana y la chaquetilla.
Cada traje se cosía con encadenados a base de hilos metálicos de oro y plata, ahora ya no usan esos materiales porque fueron desapareciendo  las importadoras y por la invasión de materiales chinos que son de plástico.  
Las otras figuras de la fraternidad de morenos como el ángel, el  rey moreno, el virrey, el oso, el quirquincho y el pescado también pierden presencia, En el siglo XX eran figuras importantes.
Bordados “El Detalle”, como se llama  su taller, plasma la identidad andina en el traje de moreno, como el sol andino, el chasqui y el titi. En los  trajes de “achachis” morenos se impone el dragón.
El  artesano de 63 años quiere rescatar  todo lo que va desapareciendo de la morenada, quiere que la juventud conozca cómo eran antes los trajes antiguos, es por eso que participa en exposiciones a nivel nacional e internacional.
Entre los trajes más antiguos que posee se encuentra un traje de 1870 que le pertenecía a su tatarabuelo. Es un traje hecho con bordados finos, que fue la inspiración del artesano para dedicarse al bordado desde niño.
Sus  disfraces se exponen en actividades   organizadas en espacios como el Museo Nacional de Arte o el MUSEF, pero también trasciende a nivel internacional. Fue invitado a exponer los disfraces en EEUU, Chile y otros  países.

En Estados Unidos se presentó en un museo junto a expositores de  67 países. Mostró al mundo entero trajes de moreno hechos a mano. En la exposición también hizo conocer a la gente los disfrzces de ch’uta, personajes del Carnaval andino. En la exposición en Chile quedó sorprendido cuando un niño aseguró que sus trajes eran parte del norte de su país.

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