Abril 23, 2024 [G]:

El gasto absurdo del Estado y los recortes que se pueden hacer

El gasto absurdo es el gasto que no le beneficia a la población.


Domingo 7 de Junio de 2020, 12:15pm






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El gasto público es la cantidad de recursos financieros, materiales y humanos que emplea el gobierno, a través de sus instituciones, para el cumplimiento de sus funciones, entre las que se encuentran prioritariamente la de proporcionar bienes y servicios públicos a la sociedad para satisfacer sus necesidades (Enciclopedia Económica).

El gasto público va creciendo en la medida que crecen las necesidades de la población, desde las primeras demandas de seguridad y defensa, hasta los servicios para mejorar la calidad de vida de la población (educación, salud, cultura, deportes, etc.), pasando por aquellos temas orientados al crecimiento de la economía (construcción de carreteras, turismo, desarrollo agropecuario, etc.).

Es gasto público refleja las políticas públicas, por consiguiente constituye la forma efectiva que tiene el gobierno de incidir en el bienestar de la sociedad. Entonces, si el gasto público es tan importante, ¿cuál es el gasto absurdo? La respuesta es simple, el gasto absurdo es el gasto que no beneficia directa ni indirectamente al bienestar de la población, y por el contrario, solo beneficia a personas en particular.

Algunos ejemplos de gasto absurdo para que tome en cuenta el gobierno:

  • Sueldos y gastos de oficina de los Diputados Suplentes. En toda profesión, el que no ejerce el cargo puede optar por un suplente, pero no se paga a ambos al mismo tiempo.
  • Sueldos y gastos de oficina de los Representantes Supraestatales. Son representantes bolivianos ante determinados organismos internacionales como el Parlamento Andino, Latinoamericano y Caribeño, Unión Interparlamentaria, Indígena y Afrodescendiente de América,  el Mercado Común del Sur (Mercosur) y  la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). En otras palabras están duplicando las funciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, que adicionalmente tiene profesionales expertos en el tema, a diferencia de los diputados supraestatales que no tienen la formación adecuada.
  • Gastos de seguros médicos, asesores, seguridad, vehículos y viajes de la Asamblea Legislativa. Son gastos extraordinarios para brindar privilegios a los senadores y diputados, a diferencia de las condiciones básicas en las que vive cualquier boliviano o cualquier servidor público. Los asesores no deberían ser permanentes, sino que su contratación debe ser especializada en función a las leyes a ser analizadas.
  • Gastos de publicidad en los ministerios, entidades y empresas públicas. No se necesita publicidad para las acciones del órgano ejecutivo, salvo alguna información relacionada a la prestación de servicio que debe ser de conocimiento de la ciudadanía. Las empresas públicas, en su mayoría monopólicas, no necesitan hacer campañas de publicidad para sus productos que no tienen competencia; los ministerios y entidades descentralizadas solo necesitan informar sobre sus productos y servicios ocasionalmente, cuando existen innovaciones que debe conocer la ciudadanía. Todo lo demás constituye propaganda electoral que debe pagar cada partido político con sus propios recursos, incluidos los que están en función de gobierno.
  • Gastos de seguridad, transporte, comunicaciones y administrativos en el Órgano Ejecutivo. No se justifica que los ministros y personal jerárquico  tengan seguridad permanente, son servidores públicos y deben ser tratados como tales, al servicio de la población, no por encima de ella. De igual forma, el transporte y el pago de celulares, debe ser solamente para aprovechar en horas de oficina y para fines estrictamente laborales. El control de este gasto se realiza limitando el monto del consumo asignado por mes.
  • Personal supernumerario en la administración pública. Existe personal supernumerario en algunas dependencias públicas, que debe ser analizado en detalle en función de la fijación de metas de producción pública y una reingeniería completa del Estado. Por otra parte se requiere personal adicional en otros servicios demandados por la población, como es el caso del personal de salud. En este caso se tendrá que realizar una redistribución de recursos entre entidades públicas.
  • Subsidios y subvenciones indiscriminados. Focalizar las políticas públicas es importante para llegar de mejor forma a los más necesitados. Es necesario contar con una base de datos de la población estratificada por niveles de pobreza, de tal forma que podamos concentrar los subsidios y subvenciones en dicha población, cobrando el precio real a quienes pueden pagar el producto o servicio público.
  • Ministerios y entidades descentralizadas. Los ministerios y entidades descentralizadas se van creando en función a las prioridades sectoriales. La pregunta clave es ¿qué parámetros se requieren para fusionar ministerios y reducir el tamaño del Estado? Se deben fusionar ministerios considerando la necesidad de la articulación de funciones, por citar a manera de ejemplo: (i) Ministerio de Planificación del Desarrollo con el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, bajo una misma mirada de gestión pública y orientando los recursos hacia los objetivos de desarrollo; (ii) Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional con el Ministerio de Gobierno, dando un enfoque de derechos humanos a la función de seguridad, en lugar de un enfoque represivo; (iii) Ministerio de Presidencia con el Ministerio de Comunicación, debido a que el rol de este último es informar sobre el accionar gubernamental, debe estar supeditado a la política de gobierno. De esta forma se podrá analizar cada ministerio, así como sus entidades descentralizadas. Sin embargo, independientemente o no de una representación al más alto nivel institucional, lo que se necesita son políticas públicas que fomenten e incentiven el desarrollo de los sectores, en otras palabras, se debe reducir el gasto administrativo para incrementar el gasto efectivo que beneficie al sector.

Corresponderá a los niveles de decisión gubernamental analizar en detalle el gasto público considerando la eficiencia en la gestión pública, que se traduzca en mejores servicios a la ciudadanía y reduciendo los privilegios de una clase política que debe demostrar con el ejemplo su representación de la población.

El gasto absurdo es el gasto que no le beneficia a la población.

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