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Mariano Rajoy, presidente del gobierno de España
Madrid, 27 de octubre (La Información).- Tras la decisión del parlamento de cataluña, el jefe del gobierno de España, Mariano Rajoy, anunció este viernes la disolución del Parlamento y elecciones regionales para el 21 de diciembre.
La crisis de Cataluña llegó este viernes a su punto álgido cuando el Parlament declaró la independencia de la región con una mayoría de 70 votos a favor, diez en contra y dos abstenciones, en un pleno que previamente habían abandonado los miembros del PP, el PSC y Ciutadans, convencidos de no ser partícipes de un proceso ilegal. Las reacciones del Gobierno no se hicieron esperar. Primero fue la aprobación del artículo 155 por parte del Senado, y después la reunión del Consejo de Ministros y posterior comparecencia en el Palacio de la Moncloa del presidente Mariano Rajoy. Con gesto serio, el líder del Ejecutivo anunció el cese del Govern y la disolución del Parlament como paso previo a la celebración de elecciones autonómicas que tendrán lugar el próximo 21 de diciembre. Acuerdos que no serán efectivos hasta su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
Durante su intervención, Rajoy comunicó, en aplicación de las medidas del artículo 155 de la Constitución, la orden del Gobierno de cesar al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; a su vicepresidente, Oriol Junqueras; y a todos los consellers del Govern catalán, a excepción de Santi Vila, de Empresa, que ya había dimitido el pasado jueves. "No se trata de suspender el autogobierno", aclaró el líder del Ejecutivo, "sino de devolverlo a la normalidad lo antes posible. Una normalidad que empieza por la ley y por devolver la ley a los catalanes. Se trata de evitar más daños". Del mismo modo, el Gobierno ordenó el cierre de las "embajadas" catalanas, excepto en Bruselas. Es decir, las delegaciones que por ahora aún posee en Alemania, Francia y Suiza, Reino Unido e Irlanda, Austria, Italia, Unión Europea y Estados Unidos.
Rajoy se refirió también a la declaración unilateral de independencia, una secesión que es "triste, desgarradora y angustiosa", y pidió al Tribunal Constitucional que anulase su proclamación. Y es que, en palabras del Presidente, "en el Parlament se han impuesto los partidarios del cuanto peor, mejor, que han llevado a Cataluña a un callejón sin salida y han liquidado una tradición de catalanismo integrador y pacifista". Además, recordó que no sólo hay "una mayoría" de catalanes que se oponen a la DUI, sino que "muchos independentistas demócratas no pueden compartir el destrozo" que provocaría.
"La sinrazón se ha impuesto a la ley"
"Los españoles estamos viviendo una jornada triste", comenzó señalando Rajoy, "en la que la sinrazón se ha impuesto a la ley". Sin embargo, después aseguró que "también es un día para la tranquilidad y la esperanza de los españoles porque ha quedado acreditado que el Estado de Derecho tiene instrumentos para defender la legalidad". Tras anunciar la convocatoria de elecciones autonómicas en Cataluña el próximo 21 de diciembre, el líder del Ejecutivo se encargó de recordar al hasta el momento presidente de la Generalitat que en su mano estuvo evitar que la tensión alcanzara estas cotas. "El señor Puigdemot tuvo la oportunidad de convocar elecciones, y ahora es el Gobierno quien lo hace", apuntó, "para devolver la voz a los catalanes".
En todo momento, Rajoy manifestó que entre sus planes no pasaba la disolución del Parlament. "Nunca hemos querido llegar a esta situación", aseguró, "pero he decidido convocar cuanto antes elecciones libres, limpias y legales para restaurar la democracia". "Son las urnas, las de verdad, las que tienen ley, controles y garantías las que pueden sentar las bases de la convivencia", sentenció en alusión al referéndum ilegal e irregular que tuvo lugar el pasado 1 de octubre.
