La Paz, 18 de abril, (Urgentebo).- El 18 de abril del 2007 Lionel Messi le regaló al mundo uno de los goles más recordados de su carrera. Con un despliegue de velocidad, cambio de ritmo y conducción de balón que solo Diego Armando Maradona pudo poner como ejemplo en el mundial del 1986.
Se disputaba el partido de ida correspondiente a las semifinales de la Copa del Rey en el Camp Nou, el equipo blaugrana contaba con una, todavía, promesa en sus filas de nombre Lionel, un joven de baja estatura y larga cabellera que apenas empezaba a dar algunos destellos de buen fútbol en sus pies, aunque la gente allegada a la Masía de Barcelona hablaba maravillas del 19 que iniciaba el encuentro.
Corría el minuto 28 de partido, Barcelona ya ganaba uno por cero con anotación de Xavi, entonces apareció el genio, un genio pequeño que frotó la lámpara y pidió el deseo de hacer una obra de arte en el lienzo del Camp Nou.
Lionel Messi tomó el balón cercano a la media cancha pegado al costado derecho, enseguida Nacho salió a la marca y el argentino lo despachó con un túnel, le siguió Paredes al cual también dejó en el camino apenas con un toque sutil, empezó a imprimir ese cambio de velocidad que solo Messi puede ejercer, un obstáculo más con el nombre de Alexis salió a la marca , al cual también pudo eludir apenas desviando el balón “La Pulga”, ya dentro del área ni Belenguer, ni el portero Luis pudieron detener semejante carrera argentina, llegando casi pegado a la línea final, el menudo jugador disparó para pasar el balón por encima de Cortés y así marcar el segundo del encuentro