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El Museo de Instrumentos Musicales de Bolivia es una iniciativa impulsada por el maestro Ernesto Cavour
La Paz, 28 de noviembre (Angela Carrasco, Urgentebo.com).- Los bohemios están tristes. El Bocaisapo (Indaburo), lugar que albergaba los encuentros de amigos, al “salud-seco” de un Yungueñito (singani con jugo), un puchito Astoria, y con música de fondo, cerrará sus puertas, sólo funcionará hasta diciembre próximo, sin embargo nadie dice por qué se cierra.
El espacio recreacional que funcionaba en uno de los ambientes del Museo de Instrumentos Musicales de Bolivia está causando deterioros en la vivienda patrimonial, y sobre todo a las más de 3.000 piezas que éste alberga. Motivo por el cual, el propietario del inmueble, el maestro Ernesto Cavour, decidió ocupar ese ambiente para ampliar su museografía que está almacenada en seis depósitos. Se tiene previsto que las refacciones de ampliación comiencen el próximo año.
El Museo de Instrumentos Musicales, ubicado en la Calle Jaén No. 711, cuenta con un archivo que va desde instrumentos musicales prehispánicos, hasta los que actualmente se utilizan en el folklore boliviano. Su propietario es el reconocido charanguista boliviano Ernesto Cavour Aramayo, quien comenzó a coleccionar dichos instrumentos, sin más pretensión que la satisfacción personal, desde 1960.
De acuerdo con Felisa Almaráz, cuidadora del museo y amiga de confianza de Cavour, “años más tarde Cavour, ya contaba con una sorprendente y vasta colección, piezas que fueron seleccionadas y catalogadas según su procedencia y fueron instaladas en un pequeño Museo en la casa particular del músico en 1962, ubicada en la calle Ricardo Bustamente No. 690, lugar donde ocupaba dos salas de exposición”.
Según lo que me contó el Maestro, la muestra se trasladó, en 1980, a la calle Linares. Cuatro años más tarde el Oficial Mayor de Cultura de la Honorable Alcaldía Municipal de La Paz, Guido Orías, conjuntamente el musicólogo José Llanos Murillo deciden “oficializar” la apertura de este recinto, es así que el 21 de julio del mismo año es fundado dentro de los actos correspondientes a la Efemérides Paceña, consolidando de tal manera su vocación de fiel servidor a nuestra cultura.
Y no es hasta 1990 que adquiere la casona de la Callé Jaén para abrir el espacio que en la actualidad cuenta con 15 salas de exposición.
El museo
En un recorrido de El Compadre, se aprecia que el museo cuenta hoy en día con una muestra de más de 5.000 instrumentos musicales, mismos que están repartidos en las 15 salas de exposición.
Dentro de la riqueza de este museo se encuentran piezas prehispánicas, testimonio de la rica actividad musical y cultural de los pueblos que poblaron Bolivia. Posee además una colección vasta de cordófonos, aerófonos, membranófonos, ideófonos, hidrófonos y mixtófonos; los últimos dos órdenes corresponden a la inventiva de músicos bolivianos y Latinoamericanos, y en especial una muestra de instrumentos innovados y rescatados por el maestro Cavour.
El Museo cuenta también con una sala de instrumentos análogos del mundo, una biblioteca especializada, una pinacoteca, un taller de construcción de instrumentos y aulas para clases de música. Actualmente estos cursos son personalizados e impartidos por dos profesores de música boliviana.
Asímismo, este recinto cuenta con una importante bibliografía de apoyo escrita por Ernesto Cavour, como: “Charango. Su Vida, Costumbres y desventuras”; “Instrumentos Musicales de Bolivia”; “Diccionario Enciclopédico de instrumentos musicales”; y apuntes sobre el Folklore de Bolivia.
20 años del Bocaisapo
El 7 de febrero de 1997, a las siete de la noche, el Bocaisapo abrió su boca por iniciativa de Marcela Gutiérrez y Cayo Salamanca para acoger a la bohemia paceña. Este año el lugar cumplió 20 años en medio de historias y personajes que pasaron por el local.
Entre los primeros, sin duda alguna, aparece la figura del escritor Víctor Hugo Viscarra, asiduo del lugar hasta su muerte, en 2006, los poetas Humberto Quino y Jorge Campero, el escritor Manuel Vargas, el artista Edgar Arandia, el músico Ernesto Cavour y el fotógrafo Manuel Benavente, son sólo algunos de los ilustres que son parte de la larga historia de este espacio. Entre los contemporáneos están Aldo y Ariel Cortez, Alejandro Canedo, Israel Badani, Pati Soliz y Alfonso Hinojosa.
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