Marzo 04, 2025 -H-

El mestizaje trae ritmos alegres y pícaros para el carnaval de los paceños


Martes 4 de Marzo de 2025, 11:45am






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La Paz, 04 de marzo (Grecia Torrez, Urgente.bo).- Al son de concertinas, vientos y charangos, la música del Carnaval paceño sigue haciendo de las suyas hasta la actualidad. Pícara, festiva y más tradicional que un plato paceño, es el reflejo del mestizaje de La Paz, donde cada nota es un brindis a la alegría y la tradición.

La interpretación de la música de los ch’utas, más conocidos por las zonas populares; y la musicalización al estilo de las estudiantinas, que rescatan lo mejor de las tradiciones criollas de las comparsas carnavaleras de la primera mitad del siglo XX, son, a lo menos, las dos características principales del carnaval de La Paz.

En aquella época, cuenta el concejal paceño, Javier Escalier, que la fiesta del carnaval, traída desde Europa junto a los españoles, sus descendientes criollos y mestizos organizaban grandes fiestas y corridas de toros en sus haciendas como en sus tierras. Los empleados, en su mayoría de origen rural, organizaron su propia fiesta una semana después, en lo que se conoce hoy por hoy como “domingo de tentación”.

“Con tanta imaginación que tenían los aymaras adaptaron esa ropa pegada al cuerpo de los toreros, cuerpo tipo colán, bien bordadita, pero ahí en el bordado lo que han hecho nuestros aymaras, principalmente de la provincia Larecaja como Achiri, Caquiaviri, Corocoro y las zonas circundantes, es ponerle la simbología agrícola, han configurado la música y todas las fiestas se hacían en la octava”. contó Escalier.

Para muchos, el carnaval es una celebración que evoca nostalgia, como es el caso de José Eduardo Murillo Mendisabal, más conocido como “Pepe Murillo”, quien recuerda con cariño a sus compañeros de la agrupación Los Caminantes y su característico atuendo de ch’uta paceño en presentaciones tanto nacionales como internacionales.

“Con los trajes de ch’uta bien bordados, las canciones tenían la característica de un ritmo de cuatro por cuatro, como lo llaman los músicos. Nosotros comenzamos cuando la música ya estaba en su auge, pero inició con Los Olvidados, ellos trajeron esas melodías hasta el presente para recordarnos nuestra historia”, señaló Murillo.

En aquel entonces, comentó Jorge Arteaga, director de Los Olvidados, los paceños solían aprovechar el feriado largo para viajar a otros departamentos donde las celebraciones eran más organizadas y contaban con entradas folklóricas de gran atractivo. La ciudad quedaba casi vacía, sin una celebración propia consolidada.

Sin embargo, en 1986, en medio de una fogata de San Juan, nació una iniciativa que cambiaría el panorama. Don Jaime Arteaga, mientras daba una serenata a su esposa junto a vecinos y amigos, tuvo la inquietud de rescatar melodías tradicionales que, hasta ese momento, parecían haber desaparecido. Su objetivo no solo era recuperar las canciones, sino también reconocer a sus autores, muchos de los cuales habían caído en el olvido.

Fue así como surgió la agrupación Los Olvidados, cuyo nombre rinde homenaje a aquellos compositores y artistas que con el tiempo dejaron de ser recordados. Durante 39 años, el grupo ha trabajado para evitar que estas piezas musicales desaparezcan y se ha convertido en una tradición dentro del carnaval paceño.

“Nos alegra mucho que esté dando frutos este esfuerzo de 39 años. Y hoy en día vemos que sí el carnaval de La Paz ha tomado un rumbo, ha tomado un norte en el cual los paceños pueden quedarse en su ciudad a festejar su carnaval. Obviamente Los Olvidados siempre reaparecen en esta época, porque ya no solamente es un gusto, sino ya es una responsabilidad por habernos convertido en un patrimonio de la ciudad de La Paz”, agregó Arteaga.

Por otro lado, la música picaresca del carnaval paceño popular toma relevancia en los barrios tradicionales de La Paz y también en el área rural. Inicia con las bandas de bronce en las comunidades, y trasciende hacia los grupos folklóricos, quienes tradujeron de las partituras de banda a las de instrumentos folklóricos.

“Chuta Chukuta”, “Soy Cholero”, “Chuta de la Unidad”, y otras composiciones del grupo Hiru Hicho de La Paz, con algunas de las opciones para este carnaval, que no solo reflejan la jocosidad de la fiesta, sino una historia que data de años.

“Nosotros hemos aprendido a traducir a instrumentos folklóricos de vientos de madera. Nuestras bandas, tanto de morenada como de ch’utas, tienen riquezas melódicas, armónicas. Nosotros sacamos mucha influencia musical, pueden investigar de las partituras que manejan las bandas que solamente la tiene La Paz. La banda con 300 chutas y esa alegría, solo se siente acá en Bolivia”, dijo Franklin Soria, uno de los fundadores de dichaagrupación, en el lanzamiento de su nueva canción “Soy Chukuta”.

En la ciudad, el carnaval se vivió con orquestas típicas. En los prados de Obrajes y San Pedro, las estudiantinas amenizaban las celebraciones. Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas de estas expresiones se han extinguido, dando paso a nuevas propuestas musicales.

A pesar de la modernización, algunas agrupaciones han trabajado para rescatar la esencia de la música tradicional del carnaval paceño. "Los Olvidados" y "Hiru hicho" son algunos de los exponentes que han revivido melodías ancestrales, combinándolas con un toque contemporáneo.

Hoy en día, el ritmo del ch’uta ha trascendido el carnaval. Su música es infaltable en bodas, bautizos y otras celebraciones, consolidándose como parte del folclore boliviano y dejando en alto el único carnaval paceño.

Los ch’utas, un legado cultural en expansión

Según “Pepe” Murillo, la danza de los ch’utas y sobre todo su musicalización, han perdurado con el tiempo con mínimas variaciones. Si bien toda manifestación folclórica es dinámica, lo esencial es que mantenga su esencia. En este sentido, el ch’uta ha logrado conservar sus raíces, adaptándose sin perder su identidad.

“En la década de 1960, este estilo musical presentaba una instrumentación particular, con influencias de la estudiantina, incorporando acordeón y concertina. Posteriormente, se sumaron los bronces, enriqueciendo su sonoridad sin alterar su esencia”, agregó.

Inicialmente, la imagen del pepino, principal personaje del carnaval paceño, se lo veía en las fiesta de salón antes del siglo XX, con el pasar de los años este salió a las zonas populares urbanas, mientras el “ch’uta”, proveniente de las comunidades y áreas rurales, llega a las ciudades para convertirse en amo y señor del carnaval paceño.

A pesar de las transformaciones naturales que han experimentado otras expresiones musicales, el chuta ha mantenido su carácter distintivo, preservando su autenticidad y su arraigo en la cultura paceña.

“Este fenómeno demuestra que la tradición puede convivir con la innovación, siempre y cuando se respete su esencia. La música de chuta sigue siendo un símbolo de identidad para los paceños, reafirmando su presencia en cada carnaval y consolidando su lugar en el folclore boliviano. Su permanencia a través de los años es testimonio de la fuerza de una cultura que sigue viva gracias a sus intérpretes y a la comunidad que la celebra”.

Así, el chuta paceño continúa siendo una de las expresiones más representativas del carnaval, uniendo generaciones a través de la música y el baile. Con cada compás y cada traje bordado, se reafirma la vigencia de esta tradición, manteniendo viva una identidad cultural que trasciende el tiempo y el espacio.

Por otro lado, Escalier, señala que los ch’utas no solo son un baile del carnaval, sino una representación del amor y la alegría. Su música, dulce y esperanzadora, refleja la transición de la tristeza del invierno a la festividad de la nueva cosecha y las ofrendas a la Pachamama.

“Este baile ahora lo encontramos en Cochabamba, en Santa Cruz e incluso en el exterior. El carnaval paceño es una expresión cultural dinámica que sigue evolucionando. La fusión de lo antiguo con lo moderno garantiza su continuidad, asegurando que futuras generaciones sigan celebrando con la misma pasión y alegría”, añadió Escalier.

“Chuta Chukuta”, el hito del carnaval paceño

La reconocida canción “Chuta Chukuta”, es considerada un hito en la tradición del carnaval paceño, pues fue compuesta por Victor Quispe, actual presidente de la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño (ACCP), e interpretada por Hiru Hicho, la primera agrupación en grabar un ch’uta con instrumentos de viento, en aquella época, la ’Valecina’.

La letra detalla el nombre de cada comparsa perteneciente a “la zona ch’utera por excelencia”, El Tejar de la ciudad de La Paz.

“Por eso me llaman, chuta cholero, fiesta con pepino, un wistuvida. Por eso me llaman, chuta coqueto, reverendo, grave, fana y celoso. Por eso me llaman, ch’uta Picaflor, caque maquinero, un super daddy. Por eso me llaman, ch’uta de oro. siempre recordado, ch’uta chukuta”, dice el estribillo de la canción.

Ese ritmo pegajoso y huayño lento transforma una canción en miles de recuerdos. Una canción más chukuta que cualquier otra característica.

“Pienso que las canciones centrales carnavaleras, en las fiestas, los canales de ch’uta, no encuentro una mejor que el ’chuta chukuta’ y la música de Los Olvidados, el grupo Hiru Hicho son tradición de estas fechas, composiciones de ch’uta infaltables”, agregó Escalier.

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