3 de julio (France 24).- El peligroso huracán Beryl, de categoría 4, en la escala de 5 de Saffir-Simpson, avanzó este miércoles 3 de julio en el Caribe y rozó Jamaica, tras lo cual se encamina hacia las Islas Caimán. La pared del centro de Beryl "cepilló" la costa sur de Jamaica, pero tocó tierra en ese territorio, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. A su paso, Beryl ha arrasado las islas más pequeñas del este del Caribe y causado la muerte de al menos nueve personas. Su rápida intensificación y efectos devastadores son consecuencias del cambio climático, en particular, del calentamiento de los océanos, subrayan los expertos.
Beryl es el fenómeno que más rápido se ha intensificado en el océano Atlántico antes de la llegada del mes de septiembre, punto de auge de la temporada de huracanes en el Atlántico.
Las condiciones de huracán se están extendiendo por partes de Jamaica en este momento, especialmente a lo largo de la costa sur y en las áreas montañosas.
El fenómeno climático de categoría 4 que avanza con vientos sostenidos de hasta 230 kilómetros por hora, se dirigió hacia Jamaica este miércoles 3 de julio, después de haber arrasado la infraestructura y agricultura en las islas Granada el martes y dejar al menos nueve personas muertas en el Caribe, incluidas tres víctimas mortales en Venezuela.
"Las condiciones de huracán se están extendiendo por partes de Jamaica en este momento, especialmente a lo largo de la costa sur y en las áreas montañosas”, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés), en su actualización de las 17:00 (hora local), anunciando el roce de Beryl en Jamaica.
Islas Caimán también emitió alertas de huracanes, además de República Dominicana y Haití, mientras México y Belice se preparan para la llegada del huracán, prevista para el jueves 4 de julio.
El Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. pronosticó que Beryl pierda intensidad antes de tocar tierra de nuevo en la jornada. Sin embargo, las paredes del ojo del huracán ya golpearon agresivamente territorio jamaiquino, generando preocupación entre autoridades locales y población civil.
En las calles “se siente la preocupación por la tormenta”, afirmó Andre a Reuters, un vendedor en Kingston, la capital de Jamaica. Los residentes hicieron largas filas en las gasolineras, además de comprar agua y alimentos no perecederos en anticipación a los efectos del huracán.
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