Augusto Gutiérrez, sacerdote de la comunidad de Monimbó, en Masaya, Nicaragua, hizo un relato desgarrador sobre la toma de esa pueblo por fuerzas leales al presidente nicaragüense Daniel Ortega.
Según un informe de la agencia AFP, el sacerdote Gutiérrez dijo que fueron cuatro horas de un intenso ataque con armas pesadas. "Entraron a esta valiente ciudad... con armamento militar, ametralladoras. Están profanando las iglesias...", contó el martes 17 de julio, mientras se refugiaba.
"Los muchachos se están defiendo.. a nosotros no han amenazado de muerte, dicen que somos los cabecillas de esta situación...", añadió.
Dijo que Monimbó es un barrio indígena, de gente trabajadora que se dedica a la artesanía, costura y otras labores. "Pero desde hace tres meses el gobierno se ha ensañado contra la población en toda Nicaragua. Y Monimbó es una población de valientes, la gente se ha escondido en la trincheras, pero ahora...", dijo cuando se le empezó a quebrar la voz. En la entrevista hubo un breve silencio y de inmediato empezó a llorar.
"El Gobierno está matando", añadió ya recuperado. Aseguró que en Nicaragua no hay una guerra sino una "masacre".
A su juicio, una de las únicas formas de frenar los ataques y asesinatos es que la comunidad internacional intervenga para que "detenga esta masacre".
Indicó que el Gobierno de Ortega celebrará este 19 de julio, "sobre la sangre de pueblo", el 39 aniversario de la Revolución Sandinista, lo que "no tiene sentido".
"Estamos en una situación de emergencia, y ayer [lunes] mataron a 10 campesinos", dijo.
Fuerzas leales a Ortega mantuvieron este miércoles 18 de julio bajo fuerte vigilancia la ciudad de Masaya tras desmantelar las barricadas levantadas por manifestantes.
Policías y paramilitares encapuchados fuertemente armados recorrieron la ciudad en camionetas, mientras otros limpiaban las calles de los adoquines usados en las barreras de manifestantes antigubernamentales que habían tomado la ciudad.
(Con información de AFP)