3 de octubre (Urgente.bo).- El pasado martes Bolívar cayó frente al Audax Italiano de Chile, en la recta final del compromiso fue expulsado el guardameta celeste Javier Rojas por una embestida fuera de su área a Rodrigo Holgado, goleador del equipo chileno quien tienen una doble vida: futbolista de día y preso de noche.
El delantero argentino de 25 años es responsable de la muerte de un motociclista, al que impactó con su vehículo mientras conducía en estado de ebriedad. Holgado protagonizó el accidente fatal el 28 de abril, en la autopista Vespucio Sur, cuando Holgado regresaba junto al defensor Manuel Fernández de una fiesta. Se mantuvo un mes y medio en la cárcel Santiago 1 tras decretarse prisión preventiva en primera instancia. Posteriormente la corte determinó arresto domiciliario y arraigo nacional. Sin embargo el 16 de septiembre La Corte de Apelaciones de San Miguel revocó el arresto domiciliario total de Rodrigo Holgado por arresto domiciliario nocturno, medida que permitía al jugador de Audax Italiano volver a las canchas.
Su retorno a las canchas
El pasado sábado 26 de septiembre, a casi cinco meses del trágico accidente que remeció su vida, pero sobre todo la de decenas de familiares de la víctima, el artillero argentino volvía a disputar un partido de fútbol.
“Soy consciente de mis errores y del daño que he causado. Y aunque no existen palabras ni actos suficientes para reparar el daño causado, quiero y necesito pedir perdón”, escribió en su cuenta de Instagram el argentino, la noche antes de su retorno a las canchas. Terminado ese partido el jugador tomó sus cosas y volvió a su casa, su detención domiciliaria corre desde las 22.00 hasta las 06.00.
Durante el partido con Bolívar, el pasado martes en Chile, Holgado realizó el pase para que Nicolás Orellana anotará el primer tanto y hoy estará en el partido de vuelta, cuando la academia juegue su última carta para mantenerse en un torneo internacional.
La familia de la víctima, se toma la cara, incrédula de lo que ocurre. “Lo frustrante es que vuelve a hacer lo que le apasiona, mientras todo el proceso ni siquiera se ha cerrado. Es repetir el caso una y otra vez con los jugadores de fútbol que cometen estas situaciones. Piden disculpas públicas o pagan indemnización... Es casi como que se les cayera un vaso, lo recogen, lo botan a la basura y listo. A ese nivel de cotidianidad de la situación”, decía Chistopher, a La Tercera mientras exige justicia por la muerte de su padre
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