El Gobierno gestionó, en Estados Unidos, un monto de 320 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ingresarán en el país bajo la figura de intercambio de divisas en lugar de préstamos y que, por tanto, no necesitarán la aprobación de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), controlada por el MAS.

Esta estrategia responde a la negativa de la Asamblea Legislativa (con mayoría masista), para aprobar este crédito internacional.

“Con el FMI llegamos a un acuerdo para que esto no sea un préstamo, el dinero que viene se va a hacer como un intercambio de divisas que no necesita pasar por el Congreso”, explicó el Ministro de Economía.

La ALP ya aprobó 700 millones de dólares provenientes  del Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con la expectativa de que con ese dinero se pague el Bono contra el Hambre, aprobado por la misma ALP.

Sin embargo, el Gobierno explicó que esos recursos tienen otros destinos y desviarlos podrían acarrear juicios por malversación.

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