Abril 23, 2024 [G]:

Isabel II: La mujer detrás del imperio cumple 92 años, conozca su historia

La mujer más longeva en el reinado sabe reparar aparatos electrónicos, disparar y twittea. Es abuela consentidora y planificó ya sus funerales.


Sábado 21 de Abril de 2018, 5:45pm






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La Paz, 21 de abril (Revista Oxígeno).-La Reina Isabel II lleva 65 años en el trono de Reino Unido. Ha tenido una vida privada, pública e institucional muy intensa, y a sus casi 92 años, está muy dispuesta a seguir desempeñando sus funciones oficiales aunque delega cada vez más funciones más en el resto de la Familia Real, sobre todo en su heredero, el Príncipe Carlos, y en el hijo de éste, el Príncipe Guillermo, el futuro de la Institución.

Es complicado hallar algún británico con un recuerdo nítido de otro monarca que no sea la reina Isabel II: solo uno de cada cinco había nacido cuando ella asumió la corona, allá por 1953, y no llegan al uno por ciento los que la superan en edad. Quizás eso explique la Reina Isabel se ha convertido en el símbolo de toda una Era histórica, en la que ha sido capaz de preservar y consolidar la monarquía del Reino Unido.

Un nuevo mundo

Cuando Isabel Alejandra María Windsor nació en Londres en 1926, el Imperio Británico acababa de alcanzar su máxima expansión geográfica: el mayor imperio de la historia del hombre se extendía de Nueva Zelanda a Canadá, de Sudáfrica a Bangladesh. La Segunda Guerra Mundial, sin embargo, significaría el final de más de un siglo de dominio global y daría pie al desgajamiento de sucesivos territorios.

Isabel pasó su adolescencia bajo las bombas alemanas _las imágenes de sus padres, los reyes, entre los escombros de Londres forman parte de la mitología monárquica del Reino Unido_ e incluso la entonces princesa de 18 años se unió al Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres. Conocida como Segundo subalterno, Elizabeth Windsor se entrenó como una conductora de camión mecánico y militar. La reina es la única mujer de la familia real que entró en las fuerzas armadas como miembro activo a tiempo completo. Después asistió al desmantelamiento del imperio, reconvertido en la Commonwealth o Mancomunidad británica. Aún hoy, ella sigue siendo la reina de Canadá, Australia o Nueva Zelanda, pero el mundo es un lugar completamente distinto al que conoció su padre, el rey Jorge VI.

La reina pop

Desde el principio, Isabel II ha sabido cuidar su presencia mediática: la solemne ceremonia de su coronación, en 1953, fue la primera retransmisión por televisión que alcanzó a todo el Reino Unido. Los británicos descubrieron a partir de entonces una monarquía renovada, encarnada en una joven atildada de 25 años que sonreía con discreción allá donde acudía.

Hoy, la ubicuidad de su imagen en las islas la elevan a la categoría de símbolo e incluso de marca, usada y reinterpretada hasta la saciedad. La reina, a su vez, ha sabido corresponder y son numerosos los artistas a los que ha condecorado, empezando por los mismísimos Beatles.

Los horribles noventa

Si pudiera, seguro que Isabel II borraría la década de los noventa de la historia. Bien es cierto que el Reino Unido vivía unos años estupendos, con el dinero corriendo por la ciudad de Londres, el britpop floreciendo y el Manchester United alzando la Copa de Europa. Pero ella vio como ardía la que consideraba su casa, el castillo de Windsor, y como los escándalos familiares arrinconaban a la familia real (tres de sus cuatro hijos, incluido Carlos, se separaron); e incluso tuvo que empezar a tributar a Hacienda.

El momento más oscuro fue la muerte en 1997 de Diana de Gales, que sumergió a la monarquía en una ola de impopularidad, sospechas y recelos. Nunca como entonces pareció tan lejos de sus ciudadanos ni el símbolo estuvo tan en entredicho.

La madre de los británicos

El nuevo siglo ha sido todo un soplo de aire fresco para Isabel II, que ha logrado superar a la reina Victoria como la monarca con más años en el trono británico. Pero, sobre todo, ha recuperado el favor de los británicos, que celebraron con entusiasmo el jubileo de diamantes en 2012. La monarquía se encuentra ahora mismo en el cénit de su popularidad e incluso lanzó un mensaje de modernidad a través de la boda del príncipe Guillermo, hijo de Carlos y segundo en la línea sucesoria, y Kate Middleton, una joven de clase media.

La reina Twittera

En octubre de 2014 con 88 años Isabel II de Inglaterra se quitó los guantes y envió su primer tuit. Dos años después la soberana, dio las gracias por los “mensajes digitales de buena voluntad recibidos” durante los recientes festejos de su cumpleaños a través de Twitter, demostrando que la tecnología y las redes sociales también son temas de su interés. “Estoy muy agradecida por los muchos mensajes digitales de buena voluntad que he recibido y me gustaría darles las gracias por su amabilidad”, publicó la soberana británica en un tuit de 140 caracteres firmado como Elizabeth R y enviado desde una tablet que le regaló su nieto Guillermo.

Abuela consentidora

Las abuelas que consienten a los nietos son un clásico y la reina Isabel II no es la excepción. Kate Middleton declaró hace unos días durante una entrevista televisiva que la reina siempre deja un obsequio para el príncipe George en su habitación.

Cuando caiga el Puente de Londres

The Guardian asegura que se ha creado un comité llamado ‘Puente de Londres’ con el objetivo de preparar el funeral de la Monarca para cuando llegue el momento. A sus 91 años, Isabel II está muy bien, pero todos, ella misma la primera, son conscientes de que su tiempo se acaba, y que la Jefa del Estado tiene que tener una despedida a la altura de la historia que construyó.

De momento se ha conocido que cuando fallezca, el secretario privado de Su Majestad llamará a quien entonces ocupe el cargo de Primer Ministro y le dirá: “El puente de Londres ha caído”. Después, la Casa Real Británica se pondrá en contacto con los gobernadores de los países de la Commonwealth que tienen a Isabel II como su Jefa de Estado para dar la noticia, así como con los mandatarios de otras naciones que fueron parte del Imperio Británico. Una vez comunicado a las autoridades, se dará la triste noticia al mundo.

Serán convocadas la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores y se declararán 12 días de luto oficial. El ataúd con el cuerpo sin vida de la Reina Isabel se colocará en Westminster Hall durante cuatro días para que los ciudadanos puedan darle el último adiós. Pasado este plazo, se celebrará un funeral en la Abadía de Westminster, para después sepultar el féretro en la cripta real del Castillo de Windsor, donde descansará para siempre.

(La nota fue publicada en la Revista Oxígeno de marzo 2018)

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