8 de diciembre (Urgente.bo).- Comprometido, así es el trabajo que realiza Jerjes Suárez, el veterinario que se dedica a cuidar y salvar especies vulnerables. Las aves, quirquinchos y otros animales que asiste, son aquellos que escaparon de su hábitat en busca de alimentos debido a que  los incendios acabaron con sus hogares, uno de los casos más conmovedores que atendió fue de Tuki Tuki, el tucán al que rompieron el pico. Pero su trabajo no se limita ahí, ayer atendió a un perrito atropellado.

Suárez lleva 24 años ejerciendo su profesión, relata que vivió 13 años en Beni donde trabajaba en una empresa de importación de medicamentos. En La Paz hacía su labor en centros de custodios de animales, especialmente domésticos, luego estuvo en Oruro, Cochabamba y Santa Cruz, lugar donde se halla actualmente y reside hace casi 14 años. Suárez indica que prometió desde pequeño ayudar a los animales.

Tucanes y otras especies maltratadas

“Que entiendan que estas aves no son enemigas ya que forman parte del planeta, lo que nos queda es cuidarlos, son parte de nuestras vidas, son parte del ecosistema, con su canto nos transmiten su esencia de la vida”, dice Suárez.  

Lamenta el maltrato que reciben las aves al migrar del bosque porque no hallan comida, ni agua, vienen a los pueblos, salen a las ciudades y en algunos casos mueren electrocutadas por los cables. Otras son cazadas y son lastimadas para tenerlas de mascotas. Él contabiliza al menos 32 aves muertas en todos estos hechos y una veintena de las que pudieron sobrevivir tras ser atendidas.

“Yo tengo un tucán y otra a la que estoy supervisando en el refugio, las aves migrar a los pueblos, antes no se ve veía esta situación yo ya casi tengo 48 años y los tucanes, las parabas están migrando a nuestros pueblos por el peligro, buscan comida y agua a lugares donde en muchos casos son maltratadas”, indicó.

Aparte de los tucanes, Suárez atendió a cuatro bebés tatúes, tres hembras y un macho que están siendo supervisadas en Roboré. También cuida parabas, las mismas anteriormente fueron capturadas durante los incendios a fin de ser traficadas y vendidas en ciudades por gente inescrupulosa.

Suárez menciona que a diferencia de años anteriores, se reportaron mayor número de aves que migraron debido a los incendios, pero muchos otros animales murieron calcinados, entre ellos diferentes especies de quirquinchos.

Operó a Tuki Tuki

Uno de los casos más graves que Suárez tuvo que atender fue la de Tuki Tuki, el tucán al que le rompieron el pico producto de pedradas. El caso conmocionó bastante ya que las lesiones del ave eran graves en el pico. Para que viviera, Tuki Tuki tuvo que ser operado.

 “Después de tres días de sus lesiones, estaba recuperado, pero me reclamaba el Ministerio de Medio Ambiente, la Alcaldía y tuve que dar al animal que fue llevado a un centro de custodia, donde después de tres días escapó a un árbol de 18 a 20 metros y al bajarlo murió por un shok cardiogénico por estrés porque la gente se fue a curiosear”, mencionó.

Otro segundo caso grave fue la del tucán Pabón, a quien recuperó de los incendios. Tenía la parte superior del pico mutilado.

Suárez indica que debido a que las aves migraron a los pueblos, la gente empezó a tratar de criarlos como mascotas, pero esto derivó a la intoxicación de muchos por no ser alimentados adecuadamente. En el campo los tucanes beben agua de los huecos de los árboles y esto les ayuda a la absorción de hierro.

“El mayor error de las personas es que creen que son animales domesticados y son alimentados mal, les dan masa que los animales no consumen, arroz con mucha sal, las matan y mucho hierro  le da una enfermedad por el exceso de hierro en el hígado”, dijo.

“Ellos no vienen a robarnos, sino que vienen a sobrevivir”

En busca de su supervivencia, tanto parabas como tucanes frecuentan lugares que contengan mangas, tamarindo, guayabas, achachairus y demás, que se producen en las zonas.  

“La mayoría de los tucanes llegaron con fracturas en el ala, en las piernas y quedan inhabilitadas de por vida para volver a volar, o sea la gente no ve que es irreversible esto y no pueden regresar a su hábitat (…). Ellos no vienen a robarnos, sino que vienen a sobrevivir”, indicó.

Suárez pide que si un tucán se aproxima a los árboles de las viviendas para comer, se debe dejarles comer y no botarlas a piedradas porque las pueden herir.

"Si yo nos los auxilio, nadie los va a auxiliar"

Suárez espera que las gobernaciones y las alcaldías realicen campañas para educar a la gente ya que la migración de las aves es causada por el hombre a través de los incendios y otras actividades.

Para seguir cuidando a las aves y otros animales es menester conseguir algunos alimentos, menciona que algunos tucanes y parabas nunca más regresarán a sus hábitats por las alas rotas, o heridas y se quedan con él.

 “Nadie me da, ni el Estado, ni la Gobernación, no soy candidato político a nada, ni lo voy a hacer, es una labor como médico veterinario, es parte de la retribución que nos da la vida, de devolver en algo a la naturaleza por la profesión que yo tengo, si yo nos los auxilio, nadie los va a auxiliar”.

Él agradece a Dios por contar con un consultorio para hacer cirugías de traumatología, pero carece de algunos implementos como anestesia inhalatoria y tubos de oxígeno, ya que se halla alejado de la ciudad.

“Si alguien nos pudiera ayudar con tubos de oxígeno o donar un equipo de anestesia inhalatoria será para beneficio de las aves, de los mamíferos y de los perros de la calle abandonados que son asistidos, como perritos atropellados. Jamás pido dinero a nadie, la persona que quiera ayudar, me llama, va a ser bienvenida toda ayuda porque todos los días alimentamos y usamos medicina para esos animales, la ayuda será bienvenida”, indicó.