Fue en marzo de hace 41 años cuando finalmente lo conocí. Llegó a Caracas como corresponsal de United Press International en la comitiva del presidente Jimmy Carter. Me sorprendió su juventud y su sencillez cuando nos visitó fugazmente en las oficinas de UPI.
Lo conocía virtualmente porque en años previos siempre acompañaba al Secretario de Estado, Henry Kissinger, en las inacabables negociaciones que culminaron con la guerra de Vietnam. Sus despachos provenían desde lejanos rincones del mundo.
Después de 17 años en UPI, trabajó por otros 20 años en USA Today. Gracias a Internet nos reencontramos en Florida. Vivía en Boynton Beach. Iniciamos un intenso intercambio de correspondencia. Hace 10 años nos encontramos en un almuerzo en Fort Lauderdale, junto con otro ex unipresser, Norberto Swarzman (QEPD).
Salvadoreño de nacimiento, jamás olvidó lo que llamaba su “patria chica” y cultivaba amistad con varios de sus compatriotas en cuyos blogs escribía y, de paso, les recomendaba algunos artículos mios, algo que estimaba profundamente porque en mi propio país soy virtualmente ignorado.
Como corresponsal de UPI ante el Departamento de Estado, Juan revelaba al mundo hechos de trascendencia mundial y tenía ese don de algunos periodistas de estar en el lugar y el momento preciso de un hecho histórico trascendental. Sabrosa es la experiencia que tuvo en ser el primer periodista que reportó la caída del Muro de Berlín.
Pienso que en el fondo, pese a esa riquísima experiencia en su vida profesional, Juan hubiese querido ser un periodista deportivo. Fundamentalmente estos eran los temas que tocábamos en nuestros intercambios. Seguía de cerca los torneos europeos y estaba encandilado con la magia de Lionel Messi.
Poco antes de enfermarse por última vez, discutimos sobre las ventajas y desventajas del VAR, el arbitraje electrónico que se puso de moda en la Copa Mundial Rusia-2018. El creía que era un adelanto tecnológico de importancia, tal como lo ha sido en el baloncesto y el football americano en Estados Unidos.
Yo le dije que no lo aprobaba ( y sigo pensando igual) porque algo bonito del fútbol es que se recuerdan hechos que son propios de las conductas humanas, con sus aciertos y yerros, y que se discuten hasta el día de hoy, como el caso del gol anulado a los alemanes en la final de Inglaterra-1966.
También hablamos sobre la situación en Venezuela, un país que le encantaba y en el que vivió 3 años como periodista del Daily Journal, que se editaba en inglés (1940-2008) en Caracas, cuando empezaba su carrera profesional.
Hace algún tiempo, su esposa Ana, nos informó que Juan había sido internado por un dolorosa enfermedad. Desde el hospital el mismo Juan me escribió brevemente diciéndome que estaba en proceso de recuperación, pero que todo era muy lento. Hoy Ana nos informó que había fallecido ayer en la tarde llenándome de tristeza. ¡Adiós, querido Juan!
(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.