Octubre 10, 2024 -H-

La Bolivia Plurinacional exige democracia y política evolutiva


Jueves 10 de Octubre de 2024, 10:30am






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Con la Constitución Política del Estado Plurinacional, Bolivia ha dado pasos significativos hacia una democracia intercultural, igualitaria y paritaria, que promueva la alternancia entre mujeres y hombres, la inclusión y el ejercicio de los derechos y obligaciones. Este avance, sin embargo, debe profundizarse a través de procesos de despatriarcalización y descolonización, dejando atrás el sistema moderno que ha provocado devastación y degradación en múltiples dimensiones. Solo así se podrá construir un verdadero plurinacionalismo que nos guía hacia el Vivir Bien.

Octubre es especial para Bolivia por la conmemoración del día de la democracia, de la mujer boliviana, de la descolonización – despatriarcalización y del sacrificio por la dignidad. Es en honor a la potencia social movilizadora, que en diferentes momentos de la historia ha puesto fin a los regímenes militares y civiles golpistas y abusivos; por lo que es imperativo reflexionar sobre el papel de las mujeres bolivianas, quienes son pilares fundamentales de nuestra sociedad, de las Naciones y Pueblos Indígenas Originarios Campesinos. Su lucha es una herencia de dignidad, transmitida por nuestros ancestros, que resistieron la opresión. Esta resistencia ha sido culturalizada y forma parte de nuestra memoria viva. Sin embargo, debemos reconocer que no hemos avanzado lo suficiente en desarrollar mecanismos de diálogo, reflexión crítica y creativa.

Porque para construir una sociedad equilibrada y armónica es necesario releer nuestra historia, desde la memoria ancestral hasta los registros escritos por opresores, rescatar lo mejor de aquellos que escribieron con honestidad intelectual y humanismo, y revalorar los principios ético-morales que nos guían hacia una convivencia en armonía con la Pachamama. Este equilibrio debe darse entre lo humano, la naturaleza, el tiempo, el espacio, la materia y la energía, porque todo lo que existe en el planeta es parte de una comunidad de vida interconectada.

No obstante, este equilibrio en la construcción de una democracia evolutiva es lejano. Existen excepciones que surgen desde la moral del pueblo, personas comprometidas con los desafíos inmediatos y futuros, que se esfuerzan por separar a quienes ya no tienen intención de cambiar para avanzar hacia la prosperidad de la comunidad de vida. Así, el desafío de la bolivianidad radica en entender, que, no son necesarios aquellos que le mienten al pueblo y dicen tenerle amor, pero que solo están motivados por la ambición de poder; y que Bolivia necesita líderes visionarios, personas capaces de sacrificar su bienestar individual por el bien del país, con un profundo compromiso ético, moral, técnico y patriótico, para proteger los avances que se necesitan en la búsqueda de justicia histórica y social. Que también es necesario transformar la realidad, descolonizando y despatriarcalizando tanto las mentes como las instituciones.

Que existen personas (aunque pocas en espacios públicos) con conciencia histórica y espíritu revolucionario, que desean hacer lo correcto, se enfrentan a barreras de corrupción y perversidad. Estas barreras son levantadas por individuos que se han aferrado a espacios de poder para su beneficio personal, negociando el sacrificio histórico del pueblo, la sangre y las vidas de millones de mujeres y hombres que lucharon por la libertad, justicia, igualdad y dignidad. Esa lucha que anhelaba una existencia democrática intercultural, igualitaria y respetuosa.

El escenario descrito genera una profunda indignación, pero al mismo tiempo, refuerza nuestra voluntad y convicciones para seguir construyendo la Bolivia Plurinacional que camine hacia el Vivir Bien. Como hija de esta tierra bendita, libero mi impotencia con fe y esperanza, y proclamo con estruendosa convicción: ¡Gloria a los mártires de la democracia! ¡Gloria a las mujeres bolivianas que, con su lucha, inspiran y fortalecen nuestros espíritus! ¡Gloria a los millones de indígenas que, pese a los genocidios, epistemicidios y ecocidios, resistieron y no se rindieron!

A ellos, y con ellos, volvemos a decir:

¡Aquí estamos! Aunque, nos arrancaron los frutos, cortaron nuestras ramas y quemaron nuestros troncos, pero no pudieron con nuestras raíces. ¡Aquí estamos!

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