Diciembre 17, 2024 -H-

La DEA pierde la guerra contra las drogas en casa

Un reportaje del periodista boliviano Guido Roberto Peredo que radica en Estados Unidos. En base a un informe de la DEA, reafirma que Bolivia no tiene incidencia alguna en las drogas que abastecen los mercados de Estados Unidos. Pone el dedo sobre la llaga que genera la industria farmacéutica y el nulo efecto que tiene la guerra contra las drogas en Colombia. Al final, el número de adictos a las drogas en el norte sube cada vez más.


Martes 6 de Febrero de 2018, 11:15pm






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Washington DC, 06 de febrero. (Especial para Urgentebo.com Guido Roberto Peredo).- Estados Unidos vive una verdadera epidemia de muertes por el abuso de calmantes recetados, opiáceos sintéticos y heroína. El año 2017, más 61 mil personas murieron por sobredosis. Si los datos eran ya alarmantes en 2015, cuando diariamente morían 140 personas, para el 2017 los decesos llegan a 161 diarios. ¨La situación está fuera de control¨, dice el reporte anual del Centro de Control de Enfermedades y Epidemias.

Simultáneamente a esos datos, el reporte anual de la Drug Enforcement Administration (DEA) titulado "Análisis sobre el Peligro de las Drogas 2017" al que tuvo acceso Ugentebo.com, revela que Colombia y México continúan produciendo drogas a niveles históricos, y que las muertes por sobredosis en Estados Unidos son verdaderamente alarmantes, muy al margen de los esfuerzos que se hacen para controlar estas actividades ilícitas.

Los carteles mexicanos y colombianos controlan la cadena de producción y distribución de heroína de alta pureza. En el reporte 2017 Bolivia no aparece como parte de lo que la DEA denomina, Organizaciones Criminales Trasnacionales (Tcos) cuyos productos tienen presencia en USA.

Sin embargo, para el caso de Bolivia, en un reporte del 2013 la DEA aseguraba que la cocaína boliviana estaba casi fuera del mercado estadounidense desde 2007. Pues apenas representaba en 2 % del total introducido por los carteles colombianos. Paralelamente a este reporte, un informe presentando al presidente Donald Trump, en marzo del 2017 por William Brownfield, especialista del Departamento de Estado en análisis del tráfico y producción de drogas sostiene: “los carteles mexicanos y colombianos tienen vínculos fuertes con las pandillas centroamericanas y son éstas las encargadas de distribuir marihuana, heroína y cocaína en las escuelas y barrios en todo EEUU¨.

Entre el 2010 y 2015 más de siete mil toneladas de heroína provenientes de México y otras 450 toneladas de cocaína provenientes de Colombia ingresaron a EEUU. Según la DEA, hay carteles de drogas asiáticos que controlan el negocio del opio, heroína negra, y también introducen Fentanil y Oxicodin.

El gobierno mediante la DEA controla la venta de analgésicos contra el resfrío, antidepresivos y medicamentos como el fentanil (calmante fuerte) pues pueden ser hasta 100 veces más fuertes que la heroína pura. Una sola píldora de Oxycodin o Fentanil pueden llegar a costar hasta 200 dólares por unidad. La DEA tiene 136 medicamentos bajo control estricto.

Farmacéuticas, las beneficiarias

¿Pero si hay tanta regulación, cómo es posible que Estados Unidos viva esta epidemia de muertes por sobredosis? Es la pregunta que decenas de ONG y analistas se hacen. Tal es el caso de Therecoveryvillage.or.com y Drugfree.org.

El 15 de octubre del 2017 el agente de la DEA Joe Rannazzis, del Departamento de Control y Regulación para fabricantes medicamentos denunció al diario Washington Post que los responsables de esta epidemia de muertes son los fabricantes de medicamentos, médicos y hospitales, pues éstos lucran directamente con estas muertes.

¨Hay una sobreproducción de medicamentos altamente adictivos y los médicos los recetan a nuestros jóvenes cuando en realidad no los necesitan¨, dijo Rannazzis. Los médicos crearon este nivel de dependencia y una vez que los jóvenes entran en el círculo de adicción, y al no poder acceder a ellos por sus altos costos, optan por comprar heroína que es más barata y accesible.

Rannazzis, con más de 25 años trabajando en el Departamento de Control a Farmacéuticas, tuvo que retirarse después de cuestionar órdenes de sus superiores que constantemente le pedían ’no interferir en la venta y distribución de cientos de toneladas de medicamentos altamente adictivos en poblaciones, donde la DEA y las policías locales, sabían de los índices elevados de adicción y muertes por sobredosis’. (Washington Post/B/whitaker/Joe/rannazzis/15/0tc/2017).

 

Existen 500 compañías productoras de medicamentos y tres grandes distribuidoras de medicamentos que son causantes de esta epidemia de muertes por sobredosis. Las distribuidoras más grandes como Cardinal Health, McKesson y Amerisource-Bergen incrementaron sus ganancias hasta en 150 % desde que se inició esta crisis de sobredosis en 2001.

Según el Centro de Control de Epidemias, hasta la primera mitad del 2008, la DEA realizaba controles estrictos a las compañías que distribuían medicamentos y calmantes fuertemente adictivos, pero a finales de ese mismo año, los grupos tácticos redujeron sus operativos a casi 65 por ciento, hecho que generó descontento en los agentes en todo el país.

Según el agente Rannazzisi, las denuncias contra las grandes distribuidoras de drogas llegaron a 131 en el 2010. Pero la presión política ejercida por senadores, y corporaciones obligó a muchos agentes a desestimar las denuncias, muy a pesar de que las evidencias eran incuestionables¨, confirmó al Post. Pero otro agente, Frank Yunker de Cincinanti, ratificó estas denuncias. ¨Nuestros superiores nos ordenaron evitar hacer operativos contra las farmacéuticas¨. Solo después de que ambos agentes denunciaron a los medios, las presiones de sus superiores, tomó ribetes de escándalo nacional.

Desde el 2001 los médicos empezaron a prescribir opioides y derivados de morfina sintética, como oxycodin e hidrocodin de forma masiva. Lo hicieron con el argumento de que no eran adictivos en cantidades pequeñas, y que eran necesarios para cierto tipo de tratamiento. Pero luego se verificó que los estudios demostraban lo contrario y que estas drogas eran hasta 100 veces más adictivas y mortales que la cocaína o heroína.

 Según el Centro Contra las Enfermedades, si una pastilla que contiene alguna forma de morfina y sus derivados, cuesta 90 dólares en una farmacia, los jóvenes encuentran dos o tres gramos de heroína o cocaína por menos de 20 dólares el gramo, aunque sin el mismo efecto, lo que los obliga a consumir dosis elevadas, o finalmente mezclar heroína con otras drogas.

Estudios realizados por Drugfree.org demuestran que los medicamentos en Estados Unidos tienen un costo elevado y ello obligará a los más de 500 mil nuevos dependientes (adictos) creados por los médicos, hospitales y farmacéuticas, a saciar sus necesidades comprando medicamentos alterados provenientes de México y países del Asia.

Colombia ha fallado

Colombia es el país que más recursos recibe de Estados Unidos bajo el plan Colombia. La cifra extraoficial de la ayuda es de 10 mil millones de dólares, aunque fuentes del Departamento de Estado confirmaron a Urgente.bo, de que el monto supera los $us 12 mil millones, hasta noviembre del 2017. Estos fondos debían invertirse en programas educativos, escuelas y capacitación para producción alternativa, pero más del 95 % de estos millonarios fondos, fueron destinados a la compra de armamento militar.

A pesar de que Colombia recibe billonarios fondos para la lucha contra el narcotráfico, la política antidroga en ese país fracasó. La producción de heroína, y cocaína se ha vuelto a disparar a partir de 2007 e incluso después de los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC.

La periodista Megan Alpert, de la revista Foreign Policy aprovechó la visita del presidente Juan Manuel Santos a un foro en Washington en el 2017 y le preguntó, ¿Por qué con tantos fondos Colombia continúa produciendo cocaína y ahora heroína muy por encima de Perú y Bolivia? Santos respondió: ¨Si sabemos los cultivos de coca se han incrementado y los de amapola también, pero hemos fracturado a los grandes carteles de la droga, y necesitamos los $ 450 millones extra que el gobierno de Obama prometió¨.

La semana pasada, el presidente Trump, sin dar nombres de países dijo: ¨Hay países que dicen ser nuestros amigos, les damos millonarios fondos para luchar contra las drogas y resulta que no hacen nada. Les vamos a reducir o quitar la ayuda¨, sentenció. 

La DEA pierda la guerra en casa

A pesar de que el jefe del cartel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán está preso en una cárcel federal de Nueva York, su cartel continúa enviando más de 6 mil toneladas anuales de heroína, además de metanfetaminas, cocaína, y medicamentos prohibidos como fentanil y oxicodin a Estados Unidos. Hoy Ismael Zambada dirige hoy este cartel.

Según el exDirector de Operaciones Internacionales de la DEA, Miky Vigil ¨los carteles mexicanos y colombianos responden a las necesidades del mercado, pues funcionan como verdaderas empresas. La legalización de la marihuana en Estados Unidos bajó el precio de esta droga de $ 100 o 74 que se pagaba por kilo en el 2000, a 24 dólares”, reveló el agente a Christopher Woody de Businessinsider.com en diciembre pasado.

 Para Vigil, México y Colombia han incrementado su producción de heroína dejando de lado el cultivo de marihuana. La heroína llena las necesidades que el mercado abierto (a opioides, morfina, metadona, alprazolam y diapazen) dejó el sistema de salud. Así la heroína colombiana y mexicana sacian las necesidades de por lo menos 654 mil nuevos adictos a medicamentos recetados.

El reporte de la DEA 2017 también revela que si el año 2005 los carteles mexicanos producían 40 kilos anuales de heroína, hoy purifican más de 35 kilos al mes gracias a las técnicas colombianas. Considerando que 0.1 gramo de heroína se vende a un promedio de 20 dólares en las calles de Ohio o Nueva York, la matemática indica que las ganancias son billonarias.

En los barrios marginales de Chicago, donde el crimen y las muertes por conflictos entre pandillas superan los índices de cualquier país de América Latina (incluyo Salvador y Honduras), hay un dicho: ¨Los taxis entregan heroína mucho más rápido, de lo que tarda en llegar una pizza¨.

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