La Paz, 26 de agosto (Texto y fotos Jacqueline Maydana).- Es casi mediodía. El sol es intenso y quienes buscan un delicioso plato de comida se aproximan al puesto de venta de doña María, que se encuentra al borde de una pequeña avenida del sector Bajo Ballivián, en las laderas de la ciudad de La Paz y que se conecta con la feria 16 de Julio de El Alto. Detrás de la carpa de María, hay arbustos y unos metros hacia abajo está la autopista que une a las dos urbes. El puesto es uno de los cientos que llevan la feria hasta unas cuadras antes de la denominada “gradas Ballivián”, en La Paz.
“La feria (16 de julio) se ha extendido bastante. Hay mucha gente pobre que no tiene recursos, se venden cositas que no son nuevas. La gente venía, llámenos, por favor (a su asociación), queremos vendernos, pero les hemos dicho que vamos a hacer papeles, no es rápido” relata María Elena Mansilla, dirigente de la Asociación 15 de Agosto en el sector de Bajo Ballivián.
Hasta el 2017, los comerciantes de la feria 16 de Julio ya estaban asentados en parte de la Ceja de El Alto, la plaza Ballivián y hasta la avenida La Paz, pero la extensión continuó, puesto que solo hace un año se crearon más asociaciones. El 2017, según la Cámara de Industria, la feria tenía una extensión de aproximadamente 43.000 metros.
Según el dirigente de la asociación San Juan, Ramiro Mendoza, la feria cuenta con al menos medio millón de comerciantes.
La feria también se extiende a la sede de gobierno por la avenida Panorámica, en las gradas que guían hasta la pasarela de la autopista La Paz-El Alto, la gente ofrece flores, barbijos, helados y otros objetos.
“Esto es parte de La Paz, nosotros los impuestos pagamos a La Paz. Nos está invadiendo El Alto porque toda esta panorámica es de La Paz. La riel era en realidad la delimitación, ahora toda la riel se lo han ocupado los alteños”, explica María Luisa Aguilar, secretaria de la Asociación Armando Escobar Uría, que aglutina a al menos 120 comerciantes.
“Dirigentes abusivos”
Sonia, como la llaman sus amigas, se dedicaba a ser “vendedora ambulante” en la avenida Panorámica de El Alto, en el sector conocido como “la Riel”. Sin embargo, sufría de constantes abusos por parte de dirigentes que le cobraban el “derecho de calle”, a veces Bs. 10 o más, de acuerdo a lo vendido por cada día de comercio. Cansada de ese abuso, Sonia decidió conformar una asociación en la zona Villa Antofagasta, en las laderas de La Paz.
Las personas que conforman la asociación conocen a Isabel Apaza como Sonia, pues así le gustaba ser llamada desde que era niña en el barrio. Ella conformó la Asociación Adonai que este domingo 21 de agosto cumplirá el primer año.
“Antes íbamos a ambular aquí arriba, a la riel y por los abusos que cometen los dirigentes nos hemos animado a hacer esta feria (…) hacerlo en este lado, porque allá arriba hay sectores afiliados, por ejemplo la riel, por el sector, las dirigentes son abusivas”, relata.
La señora Isabel explica que la mayoría de la gente que conforma dicha asociación nunca tuvo un puesto fijo y algunas son ambulantes en las diferentes ferias de la ciudad de El Alto.
La dirigente agradece a Dios pues desde que se instalaron en el sector, hubo un avance en cuanto a los papeleos para la obtención de patentes. Además, “hay venta”, especialmente los domingos.
La falta de empleo
La asociación Adonai perteneciente a la Federación Julio Patiño de La Paz cuenta con al menos 135 afiliados, entre ellas personas adultas mayores, jóvenes o madres de familia que venden prendas usadas desde los Bs. 4 hasta los Bs. 35 un juego de chaqueta y pantalón.
María Elena Mansilla, dirigente de la Asociación 15 de Agosto, dice que debido a la pandemia, mucha gente perdió su fuente laboral y se vio obligada a vender para poder subsistir.
María Luisa Aguilar, secretaria de la Asociación Armando Escobar Uría, reconoce que hasta el día de hoy, miles de comerciantes se afiliaron a nuevas asociaciones, entre ellos muchos profesionales, “todo por la necesidad”.
En el sector no solo venden personas de Portada Triangular, sino además de Munaypata, de El Alto, Bolognia, Irpavi, el Valle de las Flores, Pampahasi, Vino Tinto, Achachicala, Alto Pura Pura y otros.
Mancilla: Son puestos ilegales
Ana María ansilla, dirigente de la Asociación 15 de Agosto, explica que hay problemas con asociaciones ilegales, ya que no cumplen con lo requerido para el permiso.
En el sector denominado Bajo Ballivián hay al menos tres calles y avenidas angostas en dirección hacia la autopista La Paz-El Alto. Ahí se divisan comerciantes de ropas usadas y hasta bebedores consuetudinarios, que según Mansilla, fueron convocados por malos dirigentes para tener la propiedad de puestos.
“Yo pido que no haya puestos ilegales porque se están metiendo a los lugares que es vía peatonal. No está autorizados todavía por la Alcaldía, esas personas que son ilegales vienen a vender, pero no pagan ni un patente, tenemos que pagar el patente para ser legales”, dice.
