Diciembre 16, 2024 -H-

La mejora del empleo en la minería depende de nuevos proyectos del Estado y la empresa privada


Viernes 22 de Septiembre de 2023, 3:15pm






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Los tres sectores de la minería boliviana generan algo más de 140 mil fuentes de empleo, pero de todas ellas, apenas más de 10 mil se desarrollan en medio del respeto a los derechos laborales y condiciones de seguridad, afirma Alfredo Zaconeta, experto en la economía del subsuelo del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

“Qué tipo de minería es el que está creciendo en Bolivia y sabremos qué tipo de empleo es el que se genera”, dice Zaconeta, quien argumenta que mientras no se desarrollen nuevos proyectos de explotación minera, desde la Comibol o la empresa privada, las condiciones laborales de los trabajadores no mejorarán.

La minería es uno de los sectores más importantes de la economía nacional. De hecho, las exportaciones de los últimos años tuvieron un crecimiento por el impulso de la exportación de oro, principalmente en el departamento de La Paz. Sin embargo, pese a las cifras positivas en la producción de metales, los datos no son necesariamente halagüeños en el mundo laboral.

Zaconeta es un estudioso de la minería boliviana en sus diferentes ámbitos y él sostiene que en los últimos años, el sector cooperativista, debido a la visibilidad pública y política que ha tenido, se ha convertido en el principal generador de fuentes de trabajo, pero sin el cumplimiento de los derechos laborales y de seguridad social.

“A diciembre de 2021, el sector privado, entre ellos San Cristóbal, Bolívar, Porco, generan 4788 empleos, en el sector estatal, las operaciones que son regentadas por la Corporación Minera de Bolivia, hubo 5786 fuentes de empleo, mientras que las cooperativas tienen 129 mil fuentes de empleo”, explica Zaconeta en una entrevista con Urgente.bo.

El experto lamenta que el Estado Boliviano no considera la nueva tendencia en la explotación minera, en especial después de la pandemia del Covid-19, porque el mundo requiere de nuevos productos minerales, como el cadmio, níquel, cobalto y otros “bajo la consigna del cambio climático y la transición energética; y por el avance hacia la cuarta revolución industrial”. Más bien lo que ocurre dice que Bolivia se ha consolidado en la minería tradicional, lo que supone también la afectación de las condiciones laborales.

De todas maneras, la minería tradicional también ha tenido un comportamiento positivo. Por ejemplo, en el 2021, la reactivación minera en el país se tradujo en un incremento sustancial del 93% en el valor de producción, que pasó de 3.253 millones de dólares logrados en la gestión 2020, a 6.291 millones de dólares. Y este comportamiento hacia el alza el oro ha tenido un papel preponderante.

Zaconeta señala que el sector cooperativista -al margen de la ley 356, en especial en su artículo 16, que señala que el socio es el que participa en la producción-, ha pasado a generar empleos, hasta el punto de convertirse en el más importante.

“Hay sectores que cumplen con todas las condiciones de trabajo, como el Estado y la empresa privada, pero éstos se encuentran disminuidos frente al cooperativista, donde el empleo es informal”, apuntó el especialista.

En el sector privado se generan más de 4 mil fuentes de empleo con condiciones de acuerdo a ley, pero, como Bolivia no es un país industrializador, depende de la cotización internacional de los metales y no metales. “La dependencia del precio internacional hace que cualquier operación pueda llegar a ser afectada el sector laboral, mediante despidos o el incumplimiento de convenios suscritos”, dijo.

Empero, este escenario de bonanza pos-pandemia no se traduce en un fortalecimiento de nuestra minería estatal, con nuevos proyectos mineros metalúrgicos que den paso a la industrialización de nuestros recursos mineros o el arribo de nuevas inversiones mineras privadas atraídas por una política minera coherente, y que, en ambos casos, deriven en la creación de nuevas fuentes de empleo en el sector minero

Así, el Estado Plurinacional se encuentra ante el desafío de desarrollar nuevos proyectos de explotación minera, cuyo efecto sea el arribo de tecnología, mejores recursos para el país y estabilidad laboral.

“Para generar mayores empleos debemos tener nuevos proyectos y eso es lo que no tenemos. En el resto del mundo se desarrollan proyectos con gran tecnología, mientras en en Bolivia el sector cooperativista ha ido creciendo, con condiciones precarias en el empleo e inviabilizando el desarrollo de una minería acorde al nuevo escenario minero mundial”, añadió.

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