Diciembre 17, 2024 -H-

La noche en que el muralista Gil Imaná reveló quiénes fueron sus maestros

El maestro muralista reveló que un conocido, a quien identificó como Goyo Ayaviri, les hacía dibujar con lápices de color. A él y su hermano. Luego dio cuenta de cómo Juan Rimsa influyó en su vida y arte 


Jueves 27 de Julio de 2017, 10:45pm






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El Presidente del BCB, Pablo Ramos, reconoce el aporte del maestro Gil Imaná

La Paz, 27 de julio (Urgentebo.com).- El insigne pintor y muralista boliviano, Gil Imaná Garrón, recibió de manos del presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Pablo Ramos Sánchez, un merecido reconocimiento, extensivo con carácter póstumo a su esposa, la ceramista y artista del collage Inés Córdova Suárez. Fue el miércoles, en un acto lleno de emociones y de datos que retratan la sencillez del muralista, quien rindió homenaje a sus maestros de arte.

Al hacer una rememoración de sus inicios en el arte y cómo fue el transcurrir de su vida trabajando con otros grandes artistas, derramó por momentos lágrimas de emoción, ante un auditorio que escuchaba atentamente su relato, en el que reveló aspectos que nunca antes fueron difundidos. Por ejemplo, contó como el maestro Juan Rimsa fue quien impulsó su talento y le dio gran formación.

El reconocimiento

La distinción fue entregada a nombre del Directorio, como parte de los actos conmemorativos por el 89 aniversario de la Autoridad Monetaria, por el aporte los eximios artistas a la cultura boliviana, pero sobre todo en justo agradecimiento por la donación de todo su patrimonio a la Fundación Cultural de la entidad, para su conservación y exhibición permanente.

 “El corazón de esta casa se abre para dar la bienvenida a Gil Imaná, quien junto a su inseparable Inés Córdova, ha llenado de luz y frescura los inviernos y las primaveras de Bolivia desde su más temprana juventud”, dijo Luis Baudoin, vicepresidente del Directorio, al dar la bienvenida al pintor.

Ramos dijo que para él es un honor “participar en este acto en el que se reconoce el trabajo de dos personas que han aportado a la cultura boliviana durante toda su vida”. E hizo énfasis en que Imaná vivió la época de los grandes cambios de la segunda parte del Siglo XX, enriquecida con una serie de acontecimientos para el país, pero también con tantos aportes para nuestra cultura.

“Hemos visto los cambios revolucionarios que se produjeron en esa época, desde la postguerra, las profundas trasformaciones de la revolución nacional, las dictaduras, los procesos económicos difíciles y ahora vivimos un proceso de cambio que es continuación de lo que ha sucedido en el curso de su historia”, agregó Ramos Sánchez, al afirmar que con Gil Imaná pertenecen a una misma generación.

Luego de recibir el reconocimiento, en medio de aplausos de la concurrencia, el insigne pintor tomó la palabra y emocionado recordó que a muy corta edad, junto con su hermano Jorge, hacían dibujos en cartón.

También reveló que un conocido, a quien identificó como Goyo Ayaviri, les hacía dibujar con lápices de color, los cuales por el excesivo uso que les daban, quedaban muy pequeños. Fue la época en que se enteraron de la Escuela de Bellas Artes Zacarías Benavides, donde su hermano se inscribió a los primeros cursos, mientras él fue enviado al Preparatorio, por su corta edad. Ahí conoció al maestro Juan Rimsa, quien cada día le daba una palmada que llenaba de entusiasmo, mientras le decía que siga adelante.

Recordó que hubo diferencias entre Rimsa y el Ateneo de Bellas Artes de Benavides, cuyos miembros eran personas mayores y por lo tanto más conservadoras. Eso ocasionó la renuncia del maestro, quien al salir del lugar con ocho alumnos le llevó de la mano para fundar el Curso Superior de Bellas Artes Rimsa, con su propio capital.

Otro pasaje de su vida que recordó hizo referencia a que Rimsa hizo llevar a todos sus alumnos a la morgue del hospital, donde el doctor Martín Vargas les dio algunas explicaciones generales, para luego hacerles dibujar partes de cuerpos humanos, algunos de los cuales estaban despellejados por los estudiantes de medicina. “Yo escogí una mano y la dibujé temblando”, aseguró.

De esa manera, entre muchos recuerdos que por momentos le arrancaron algunas lágrimas, y acompañado por Pablo Ramos Sánchez, Imaná terminó su intervención, ovacionado por la concurrencia que se puso de pie para rendir este homenaje a una gran personalidad del arte y la cultura.

En el acto también hicieron uso de la palabra José Bedoya Sáenz, director del Museo Nacional de Arte, quien realizó una semblanza del pintor y además recordó a la que fue su esposa de toda la vida. A su vez, el presidente de la Fundación Cultural del BCB, Cergio Prudencio Bilbao, dio lectura a un homenaje y explicó que la obra donada por el insigne artista se encuentra en etapa de catalogación

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