Existe un cambio en el manejo económico del país, colocando a la economía y a la política en función de las necesidades de la población. Esto no siempre ha sido así, normalmente la economía y la población estaban supeditadas a la política. Entonces es importante señalar este cambio de perspectiva orientado hacia un Estado más democrático y social. Las medidas asumidas tienen que ser analizadas bajo ese contexto, totalmente diferente a lo que sucedía en los últimos años.
La atención a la crisis de salud y económica por parte del gobierno tiene que ser complementaria y gradual. Se consideran tres fases:
Fase 1. Trabajar en función de la salud y la vida, esa es nuestra prioridad y por eso debemos entender que las medidas aprobadas hasta ahora son medidas para generar una capacidad de demanda en la población, principalmente en alimentos, medicinas y bioseguridad. Respecto a las medidas de anunciadas por el gobierno, de manera general son buenas acciones orientadas a atender las necesidades inmediatas de la población. Se esperaría con esas medidas que la población se resguarde en sus hogares, disminuyendo la necesidad de salir a buscar fuentes alternativas de ingreso. Sin embargo existe un espacio para hacer ajustes, o en situaciones futuras considerar lo siguiente:
- Los bonos están ayudando a la población en sus necesidades básicas, aunque un bono universal no es la mejor propuesta económica, pero se entiende que la urgencia y la falta de registros llevaron a esta determinación de carácter político y ahora debe ser apoyado. Para ajustar esta determinación se podría apelar a la conciencia y solidaridad ciudadana, para que todos los que no necesiten, renuncien a cobrar ese bono, a través de algún aplicativo que se pueda desarrollar de forma rápida y segura. En caso de alargarse la situación de crisis se puede focalizar el bono para llegar a los más necesitados, mediante la combinación del consumo de energía eléctrica, saldos bancarios, registro de propiedades, etc. de esta forma los que tienen capacidad económica no deberían recibir beneficios del Estado.
- Otro factor es el descongestionamiento de las oficinas bancarias que por su saturación pone en peligro la salud de la población. Estamos a tiempo para implementar la necesidad de que todo el sistema bancario funcione, sin excepción y con horarios más amplios, pago por billeteras móviles, depósitos en cuentas bancarias, o pago directo en cajeros sin tener cuenta bancaria, a través de códigos vinculados a la cédula de identidad. Se pueden analizar diferentes mecanismos para desconcentrar los pagos y evitar las aglomeraciones, además de simplificar la documentación requerida.
- Respecto a los créditos a las empresas y Mipymes, van en buen sentido, aliviando la carga del pago de salarios que es la preocupación en este momento.
- Al gobierno le corresponde mejorar la coordinación entre los niveles nacional, departamental y municipal, además de invertir de forma inmediata los recursos obtenidos hasta la fecha para fortalecer el sistema de salud: equipamiento, insumos, personal médico. Así mismo se debe lograr consensos con las organizaciones sociales, partidos políticos y otras instituciones de tal forma que se pueda llegar a todos los rincones del país con mensajes claros sobre la necesidad del distanciamiento social y brindándoles a las familias pobres el suministro alimentario.
Fase 2. Se debe pensar en las medidas económicas de reactivación gradual de la producción de bienes y servicios movilizando nuestra industria nacional. Se propone una salida gradual de la cuarentena de emergencia, o mejor dicho entrar a una “Cuarentena inteligente” en la cual las empresas empiecen a producir considerando los siguientes criterios:
- Seguir priorizando la producción alrededor de tres sectores: salud, alimentos y bioseguridad. Se están empezando a implementar de forma temporal los alquileres de hoteles y toda la cadena de alimentación para atender a personas sospechosas o con síntomas moderados y leves; eso mueve un poco el circuito económico, pero se puede ampliar de forma integral a otros sectores como por ejemplo el transporte de radio taxis, metalmecánica (túneles de desinfección), Mipymes de ropa de trabajo, barbijos, máscaras faciales, tiendas de barrio, distribuidores de alimentos, etc. Se ha empezado a generar innovaciones de nuestros productores y es momento de fomentar la producción nacional. Los ministerios correspondientes deberían elaborar una lista de productos con estándares de calidad y precios referenciales, para que todas las Mipymes y empresas interesadas puedan producir e incluso obtener un crédito o un anticipo con respaldo de esa producción. El gobierno debe comprar estos productos para dotar de toda la seguridad al personal de primera línea.
- Otras empresas que deseen empezar a operar, como por ejemplo restaurantes mediante productos para entrega a domicilio, podrán hacerlo previa certificación de normas de distanciamiento social e higiene en la producción, empaque y distribución de productos, además de normas de calidad. Esto también debe ser normado por los ministerios competentes.
- También es importante impulsar el trabajo en casa, tanto para el sector público como para el privado. Se puede combinar con el desarrollo de servicios en línea que requiere la población, es una gran oportunidad para modernizar nuestras empresas e instituciones y dar un salto cualitativo en la atención a la población.
- Por otra parte, se tienen que empezar a pensar en medidas más efectivas para dinamizar la producción; el empresario, grande, mediano y pequeño, necesita mayores incentivos para encender la maquinaria productiva. Aquí será importante analizar la política tributaria, mediante acciones administrativas o una disminución de impuestos, IVA, IT, IUE según el análisis de los efectos de la crisis por sectores; la contabilización a cuenta de vacaciones de una parte de esta cuarentena, la eliminación del incremento salarial de este año y otras medidas similares. Estas últimas medidas salariales podrán aplicarse tanto en el sector privado como público, para evitar mayores efectos posteriores como el cierre de empresas y un desempleo masivo. La crisis debe ser compartida entre todos.
Fase 3. Medidas de reestructuración de la economía para el mediano plazo. Se debe pensar en temas mucho más profundos y estructurales que tienen que ver con la conversión de nuestra matriz productiva y la generación de empleo formal y de calidad.
- El sector privado tendrá una oportunidad importante para desarrollarse, modernizar y tecnificar sus servicios, con un enfoque hacia un servicio de calidad.
- La reducción del gasto público tiene que ir por una reingeniería completa, disminuyendo el gasto político y burocrático, y pensando en un sector público moderno, profesional y con un tamaño adecuado a las necesidades de la población.
- Se debe inyectar una importante cantidad de recursos programada en un lapso de 3 a 4 años para fortalecer nuestro sistema de salud, el sistema educativo, tecnológico y de innovación y productivo.
Respecto al financiamiento de las medidas, se debe considerar:
- Fuentes nacionales. Aparte de las fuentes establecidas por el gobierno: Fondo de Subsidio a los Hidrocarburos, préstamos de emergencia del BCB, recortes en inversión pública, se debe realizar un recorte quirúrgico del presupuesto considerando la eliminación de aquellos gastos políticos y burocráticos: por ejemplo el financiamiento electoral a partidos políticos, las compras de bienes que no sean para salud o bioseguriad, etc.
- Fuentes internacionales. Se debe trabajar en forma conjunta con los países para solicitar financiamiento externo para “tiempos de crisis”, mediante donaciones y créditos altamente concesionales, además de la condonación de deuda.
El gobierno debe convocar a todos los profesionales para conformar un equipo de servicio al país. Entre todos podemos generar las mejores propuestas para salir de esta crisis.