Hace 15 años, Daniel Gonzales, el Rigucho, tenía una presentación en el paraninfo de la Universidad Mayor de San Andrés. Un día antes había preparado una silla para el show, pero no sospechó que el mueble iba a ser cambiado. Al día siguiente, con toda confianza, se sentó en la silla y el Rigucho cayó “patas arriba”. Nadie le ayudó a levantarse, porque pensaron que era parte del show. Esa es uno de las anécdotas que recuerda el humorista de teatro que ya cumple 35 años de trayectoria, una carrera “como todas”, dice el comediante que es reconocido por el público.
“Es como cualquier otra profesión, es lo que a veces no entienden algunas personas. A la profesión hay que ponerle alma, vida y profesión, en estos 35 años tal vez hubiera ejercido cualquier profesión, quizá maestría, doctorado, pero soy actor”, expresó Daniez Gonzales a El Compadre.
El actor inició su carrera hace 35 años, en 1.986, y no solamente como comediante, pues participó de obras dramáticas, teatro social y otros. En esos años conoció a su esposa y con quien tiene dos hijas, a las que declara su amor infinito e incondicional.
Formado en las escuelas de teatro popular y de comedia de La Paz, Daniel dice que el público cruceño es un poco difícil de conquistar porque el humor paceño es diferente en relación al de Santa Cruz. “Un público complicado no, pero difícil de conquistar un poquito sí en Santa Cruz. A veces, por ejemplo, cuando hablamos con alguna onomatopeya, como el ruido de un sopapo, el “laq’aj” los cruceños no saben qué significa eso, pero cuando les explicas que es una onomatopeya de un sopapo, ellos se matan de risa”, indicó.
¿Cómo nace Rigucho?
Daniel Gonzales interpreta al Rigucho, un personaje creado por el dramaturgo Raúl Salmón de la Barra, uno de los escritores más importantes de las tablas. Con los años, muchos actores le dieron vida como Cacho Mendieta, Hugo Pozo, Juan Barrera y otros.
El personaje participó de innumerables obras y fue Gonzales quien le dio un toque picaresco, divertido, carismático y gracioso. El actor lo interpreta hace ya muchos años con la debida autorización. El nombre del Rigucho es Gregorio Pinto, un personaje que ya lleva más de 60 años y que sabe del sufrimiento y alegrías de su pueblo, el paceño.
La pandemia hizo que muchas personas generen ingresos de otra manera y ese ha sido el caso de Rigucho, quien como no pudo hacer reír a la gente, optó por satisfacerlas en el estómago, con sabrosas pizzas. Es un emprendimiento que inició ante el confinamiento, pero en las entregas de la comida por delivery, contrajo la enfermedad. Sus seguidores se preocuparon y la buena noticia de que superó la enfermedad llegó en marzo pasado.
Él no deja de decir que la vida le dio otra oportunidad para entretener a la gente. Confiesa que fueron dos años difíciles para él y dice que las presentaciones no son lo mismo que el contacto directo con su público. Así de a poco retomó sus actividades presenciales, aunque el público había perdido la constancia de asistir a espacios por miedo al contagio. Todos los artistas fueron afectados por la pandemia. Daniel lamenta que en Bolivia las autoridades no apoyan a los artistas. “Esa es la parte más difícil del artista boliviano, se encuentra con las puertas cerradas, con malos manejos, con gente que no entiende de gestión cultural y que no apoya al artista boliviano”.
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