Noviembre 03, 2024 -H-

Las madres todólogas sacrifican su proyecto de vida y sus sueños

Hoy es el Día de la Madre en Bolivia, donde cada vez más mujeres jóvenes son madres. El rol de la maternidad, en una sociedad machista, tiene duras consecuencias para ellas.


Lunes 27 de Mayo de 2024, 9:15am






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Carla Vargas es una madre de sesenta años de edad. Ella mantuvo, educó e impulsó a sus tres hijas sin el apoyo de su esposo. Fue padre y madre. Trabajaba desde muy temprano en la mañana, antes de ir a la oficina, se ocupaba de su hogar, y descansaba a altas horas de la noche. Como ella, hay miles de mujeres, jóvenes o adultas, que asumen la maternidad como una misión que lleva al sacrificio extremo, mientras buscan avanzar en el camino de la independencia.

“Yo sola saqué adelante a mis hijas, hice que estudien en el mejor colegio privado, pagué los cursos extras que ellas querían tomar, les concedía cualquier gusto que querían tener; nunca dejé que la ausencia de su padre se sienta, quería que lo tengan todo y así lo hice”, cuenta con mucho orgullo la señora Carla. Con la meta de atender y guiar a sus hijas, la hora del almuerzo, la de la cena y los fines de semana fueron clave para revisar las tareas de sus hijas, para conocer de sus asuntos sociales, amistades, salud y ocio,

Actualmente Carla es jubilada y vive una vida tranquila. Recuerda que por corto tiempo sufrió de ansiedad por la acumulación de estrés, pero lo superó. Carla aún vive con sus hijas, todas profesionales, haciendo lo que más les gusta de su carrera estudiada. “Creo que la educación que recibieron y la que les di en casa, ayudaron para que sean exitosas”, destaca.

La psicóloga terapeuta familiar y coordinadora general de la Fundación Encuentro, Dra. Katya Morales explica que en los actuales tiempos a la madre se le asigna la responsabilidad de cuidar a los hijos, lo que significa ocuparse de la educación, sin mucho apoyo del papá.  Además, como el dinero ya no alcanza en el hogar, la mujer sale a trabajar, entonces, ella sufre una sobrecarga importante. Mientras tanto, los hombres van y vuelven del trabajo, nada más.

En ese contexto, hay madres estresadas por las actividades que llevan actualmente porque trabajan de lunes a viernes, se ocupan de las labores de casa y del cuidado de los hijos, a quienes busca darles las cosas a las que ella no accedió. La situación se complica para ellas mucho más cuando no involucran a los hijos en las tareas de la casa, como Natalia Barra quien tiene cuatro hijos a quienes no les da responsabilidades.

“No se debe esperar que lleguen a este punto para que otras personas ayuden, es más, no se trata de aguardar de ayudar a mamá, sino que cada uno asuma su responsabilidad”, explica Morales.

La profesional lamenta que el papel de todólogas que se atribuyen a si mismas las madres o las que asigna la familia tradicional, puede afectar incluso la salud mental de las mujeres, por lo que es importante modificar la visión de hombres y mujeres, porque los padres también deben asumir responsabilidades para el equilibrio en el hogar y para que las mujeres se ocupen en actividades relacionadas con sus intereses personales.

“Las mujeres igualmente reproducen el machismo al momento de educar hijos varones a quienes no les cambian de mentalidad y se reproduce cuando ya son adultos. Es necesario hacer talleres, cursos, de formación para crear conciencia para mostrar un cambio”, enfatiza Morales quien enfatiza que la sociedad boliviana aun muy arraigada la cultura patriarcal, por lo que el machismo predomina en las parejas, incluso en los jóvenes,

Teresa Martínez es una joven mamá estudiante de la Universidad Mayor de San Andrés UMSA, se embarazó en el último año de su carrera, por ese motivo dejó sus estudios por la presión social y en la gestación de su bebé tuvo complicaciones de salud, que la alejaron más de su vida normal. “Es complicado ser madre, nunca lo imaginé así, dejé muchas actividades, pero asumí el reto porque sentía que la vida me lo había puesto por algún motivo¨, expresa la joven. Antes de tener a su bebé, Teresa se dedicaba a la actuación teatral, asistía a la universidad y era bailarina de danza contemporánea.

Ahora que su hija nació, retomó la universidad, consiguió un trabajo online para cuidar de su primogénita, se hace cargo de los quehaceres del hogar y mantiene a flote la relación con el padre de su nena. “Son bastantes actividades que debo atender al mismo tiempo, me estreso; quizá no esté haciendo lo que me gusta, pero creo que fui responsable al asumir el papel de mamá”.

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