Hoy en día todos los políticos tratan de diferenciarse de sus rivales tildándolos de neoliberales, vendepatria, corruptos o socialistas, pero a diferencia del pasado no importa si eres de derecha o de izquierda, en la práctica los extremos no solo se parecen sino también se fortalecen.
Los políticos de antaño no entraban en la arena política por amor al poder, como lo describe a la perfección Antonio Aranibar en su autobiografía “La política como opción de vida”; “La noción de política que abanderamos no fue nunca la del disfrute del poder. No, nuestra noción de la política tenía un norte claro: servir a los demás, contribuir a la mejora de las condiciones de vida de las mayorías explotadas, marginalizadas y excluídas y, sobre todo, promover y elevar al nivel que le corresponde la dignidad de todo ser humano que habite en nuestra patria”.
Sin duda, ese debería ser el norte rector de todo servidor público, independientemente del color político, la región o la visión de país que tenga; pero, como veremos a continuación, cada vez hay menos diferencias entre los políticos de derecha e izquierda en nuestro país, por eso antes de votar por inclinación ideológica deberíamos analizar otros aspectos.
Mantenerse fiel a sus principios
Cuando hablamos que los políticos bolivianos se mantienen fieles a sus principios, no hablamos de principios morales como lucha contra la corrupción o la búsqueda de justicia, hablamos del principio supremo: la vinculación ideológica y la negación del otro.
En resumen, si tiene tu misma ideología o línea política puede hacerlo, incluso hay que defenderlo, aquí no aplican temas morales o principios éticos, la alineación ideológica justifica cualquier accionar.
El diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), Rolando Cuéllar, felicitó al presidente de Rusia, Vladimir Putin, y dijo que fue una decisión acertada lanzar un ataque bélico a los ucranianos, porque estaría defendiendo a su pueblo de una colonia nazi.
“Nosotros queremos apoyar la decisión del presidente Vladimir Putin, una decisión acertada. En este momento lo que ha decidido el presidente de Rusia es salvar y proteger al pueblo ruso por las amenazas del presidente dictador de Ucrania”, expresó la autoridad.
El segundo principio que predomina en la arena política es el de la negación del otro, el MAS (Movimiento al Socialismo) partido de gobierno y único con alcance nacional, con grandes resultados electorales, siempre ha pensado que es el único actor político nacional. La mayor muestra de esa negación del otro es la visión que tienen que solo ellos deben gobernar Bolivia o incluso que son los únicos elegidos para esa tarea.
El entonces Vicepresidente Álvaro García Linera dijo a padres y madres de familia de la comunidad de Viliroco, que, si no dan su apoyo a Evo Morales, "Papá, mamá, no lo abandones al presidente Evo, no lo dejes solo. No lo abandonen, el presidente Evo si tiene apoyo, construye colegios, si no tiene apoyo regresarán los gringos, regresarán los vendepatrias, regresarán los asesinos y a las wawas les van a quitar todo y no va a haber destino. Va a haber llanto y el sol se va a esconder, la luna se va a escapar y todo va a ser tristeza para nosotros, no se olviden."
La oposición política tampoco difiere de este tema, habla de gobierno dictatorial, pero desconoce los respaldos electorales y por ende no entiende las motivaciones de grandes sectores de la sociedad boliviana.
Reformar el propio partido
Cuando políticamente no paras de perder, hay solo una manera de cambiar el curso: reformar el partido.
La primera medida es la renovación política, necesaria a ambos lados del espectro político nacional, después de la renovación se debe encontrar nuevos mecanismos de elección y un profundo análisis de la coyuntura nacional para entender cuáles son los nuevos temas y/o banderas políticas vigentes.
En el caso de la oposición política, primeramente, deben crear un partido político y no corporaciones o agrupaciones que nacen y mueren al término de la elección en cuestión. Adicionalmente deben crear banderas propias de reivindicación y dar a conocer la visión de país que tienen. En resumen, tener iniciativa propia y no ser el reflejo del MAS.
En el caso del MAS, hay mayor claridad ideológica y visión de país, pero la maquinaria electoral se comienza a resquebrajar, y el último año de gestión muestra que todo está podrido, así que, si no se hace una reforma al partido, no se limpia y reinventa la forma de manejar el poder, aprenderán de la peor manera posible: dividiéndose.
Lamentablemente al ser un partido tan grande y desde sus inicios vinculado al Estado no solo muestra una alta fragmentación interna, sino también después de estar un año fuera del manejo estatal, su vuelta los ha mostrado más angurrientos y con la visión del poder como el botín recuperado.
Divide y reinarás
Ese concepto es exitoso cuando se utiliza contra los adversarios políticos, en el caso boliviano los políticos se han convertido en expertos en desarrollarlo al interior de su caudal electoral. El MAS era la excepción en este tema hasta que Evo Morales dejó de leer las señales de las elecciones subnacionales del 7 de marzo de 2021, cuando sus propios seguidores le dieron la espalda a los candidatos puestos por el jefazo. A pesar de esas señales el MAS ha ingresado en un proceso de división con dos liderazgos fuertes: Morales y Arce.
En la oposición, ante la falta de un liderazgo fuerte y presente, cada uno jala para su región porque más que una opción política viable son un rechazo al actual predominio azul.
Bolivia, el país de las incoherencias, donde los policías roban autos y solo los civiles son condenados por robo. Ahora el Comandante de la Policía, General Jhonny Aguilera declaró que aquellos efectivos policiales que sean sorprendidos conduciendo o sean poseedores de un vehículo indocumentado (chuto) o robado perderán un año de antigüedad, un castigo ejemplarizador según el jefe policial. Que no nos sorprenda que el jefe de campaña de la oposición sea: Evo Morales.
Sin duda el factor unificador en la oposición vendrá desde la vereda del frente, si Evo Morales decide imponer su candidatura de cara a las elecciones 2025, sin duda generará miedo y rechazo en los sectores de oposición, ahí tal vez veremos una candidatura única con futuro y no al calor de la elección de turno.
En el MAS el factor de unificación será la renovación política en la vereda del frente, que, ante la mínima posibilidad de una derrota electoral, desaparecerán sus marcadas diferencias, con tal de seguir controlando el botín estatal.
Como todo al revés en nuestro país, la mejor estrategia de la oposición política ha sido la de quedarse callada ante la seguidilla de escándalos políticos.
Alejandro Castellanos Pinell
Cientista Político, Universidad del Salvador (Argentina)