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Médicos, un negocio del régimen cubano

De los 14.000 millones de dólares anules que percibía La Habana, 11.000 millones era por el envío de los galenos del país caribeño.


Miércoles 22 de Abril de 2020, 10:00am






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La Paz, 22 de abril (revista Oxígeno/Juan Pérez Munguía).- Con el triunfo de varios presidentes del denominado “socialismo del siglo XXI”, el régimen cubano envió misiones de médicos a diferentes naciones. Este fue el caso de Venezuela, Brasil, Ecuador y Bolivia. Según los gobernantes populistas el servicio de estos galenos era una ayuda, sin embargo este servicio tuvo su costo.

En 2013 la expresidenta brasileña Dilma Rousseff mediante convenio con Cuba hizo enviar a su país una brigada cubana. Esto le significó a ese Estado un gasto de 332 millones de dólares por año. Cuando Jair Bolsonaro asumió la Presidencia de Brasil, la administración castrista decidió repatriar a sus profesionales en salud.

Bolsonaro, en 2018, reveló que los cubanos trabajaban en las regiones más pobres de ese país en pésimas condiciones. Asimismo, dio a conocer que los médicos solo recibían el 30 por ciento de sus salarios. “No podemos admitir esclavos cubanos en Brasil ni podemos continuar alimentando la dictadura cubana”, señaló ese entonces.

En 2012, el ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa también realizó un acuerdo para llevar una misión de médicos cubanos. Los salubristas tenían un salario de más 2.641 dólares, de los cuales recibían el 30 por ciento, más un bono de alimentación un transporte de $us 800. Mientras el salario mínimo de ese país de era de menos de $us 400 mensuales en este tiempo.

En Venezuela, los galenos cubanos llegaron en 2004, durante el gobierno de Hugo Chávez, de ese año hasta el 2014 por esos servicios La Habana recibió un total del 30.000 millones de dólares, desveló el docente de Clínica Médica de la Universidad Central venezolana, Gustavo Villasmil. 

No obstante, según detalló Villasmil, los galenos cubanos vivían en situaciones muy precarias y tenían a una persona del régimen cubano para vigilarlos. Muchos de estos profesionales tenían a sus familias en su país con vigilancia para que, por así decirlo, no puedan huir y deban servir a los para el beneficio de su administración gubernamental.

En Bolivia, el panorama tampoco fue distinto, los profesionales en salud de ese país llegaron el 2006 durante la gestión de Evo Morales. El exmandatario más sus representantes en reiteradas oportunidades manifestaron que era una cooperación de La Habana. Por lo cual se daba a entender que este servicio no tenían un costo para el país.

Meses después de la salida de Morales, el Ministerio de Salud reveló que se pagaba grandes sumas de dinero a la misión cubana, de la cual el 70 por ciento se iba directo a la administración de la nación caribeña. La presidenta constitucional, Jeanine Áñez, dio a conocer a detalle lo que le costó al Estado boliviano el servicio de los galenos cubanos.

Cada cubano, de los 700 que había en Bolivia, recibía $us 1.040 por mes y por día recibían 68 bolivianos en viáticos y el Estado debía pagarles los viajes en avión. Se calcula que durante el gobierno de Morales se entregó a Cuba un monto aproximado de 147 millones de dólares.

Asimismo, estos médicos cubanos no cumplían con los requisitos de los países para trabajar, puesto que no acreditaron sus títulos profesionales, muchos de ellos también eran choferes y tenían otras profesiones como sociólogos y politólogos.

En cada país donde estuvieron estos cubanos, tanto políticos opuestos a los gobierno del denominado del “socialismo del siglo XXI” como médicos locales, denunciaron que Cuba usaba a sus galenos como un negocio para beneficiar la subsistencia de los castros. 

La Organización Mundial de Comercio y la prensa cubana detalló que de los $14.000 millones dólares que Cuba recibe como ingreso anuales por la exportación de bienes y servicios, 11.000 millones es por el envío de sus trabajadores en salud, cantidad que fue disminuyendo desde el 2018.

¿Los cubanos eran efectivos?

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En Bolivia había una clínica muy bien equipada en la zona Sur de La Paz, donde solo eran atendidos altos funcionarios del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS). Pero era muy diferente el servicio que brindaban a la población de escasos recursos, para lo que fueron traídos al país.

El actual viceministro de Salud, Luis Larrea, dijo que estos galenos cubanos tenían varias denuncias de mala praxis, pero estas quejas no eran atendidas por las autoridades judiciales porque gozaban de la protección del MAS. Acotó que el régimen cubano no mandó a los países a buenos médicos sino a practicantes, lo cuales de paso eran muy costosos.

“Se ha visto en varias actuaciones que han tenido los médicos cubanos muchos casos de mal tratamiento, eso es algo que se lo ha denunciado. Tenemos quejas en Oruro, donde hubo el fallecimiento de una licenciada en enfermería y otros casos de personas que han quedado con lesiones en los ojos. Esas denuncias nunca han sido seguidas porque tenían la protección del anterior gobierno”, indicó.

A esto se suma otro aspecto: el adoctrinamiento. Junto con las brigadas cubanas viajaban otras personas que no era galenos, sino sociólogos y politólogos, los cuales iban a las áreas rurales y bastiones del MAS a imponer ideología. Esto con el objetivo de que apoyen a Morales; hacían de medios propagandísticos.

“El MAS ha llevado problemas políticos a la ciudad de El Alto, a través de la generación de centros vecinales de salud, que eran escenarios para activación y concientización política de los vecinos. (…) Lamentablemente esos consultorios vecinales, a través del programa Mi Salud, con la presencia de médicos y venezolanos cumplían esa función (de adoctrinamiento) y no cumplían con la función de cobertura en salud”, afirmó el vicepresidente de la Fejuve alteña, Vladimir Terceros.

El médico de Venezuela Villasmil también confirmó a este medio que los cubanos solo se dedicaban al adoctrinamiento y que incurrieron en delitos de mala praxis; hacían un trabajo deficiente. En 2019, con 30.000 galenos cubanos, 756 mujeres embarazadas fallecieron al dar a luz. A esto se suma que la proyección de vida al nacer de un venezolano disminuyó en 3,5 años.

“En el municipio de Baruta es el sitio de más alta densidad de población y de extrema pobreza, yo llevé en mi moto a un muchacho al Hospital Vargas con un cuadro clínico de meningitis, él fue tratado por médicos cubanos y recibió comprimidos de trimetropim, que no era para la enfermedad que tenía. (…) También había mala praxis en la operación de cataratas, las personas más pobres perdieron el ojo con endoftalmitis”, agregó.

A su vez, también a los lugares alejados de Venezuela y a las comunidades de personas de escasos recursos iban, junto a la brigada, otras personas que se dedicaban al adoctrinamiento. “Todos esos equipos médicos iban con otra gente y con un jefe que le decían el jurídico, era como el comisarios para controlarlos; eran individuos que venían a hacer un trabajo político”, dijo el docente venezolano.

Se hubieran dado trabajo a médicos locales

Tanto Bolivia, Venezuela, Ecuador y Brasil, donde fue enviada la misión de médicos cubanos, se hubiesen podido contratar a miles de profesionales médicos locales. Además el sistema de salud pudo ser potenciado, puesto que estas brigadas les costaban millones de dólares a los Estados.

En este entendido, Larrea y Villasmil coincidieron que los gobernantes de “izquierda” priorizaron el tema político antes que la salud de la población. Uno porque con estos convenios servían para mantener al régimen cubano, porque el 70 por ciento de lo que se tenía que pagar a los galenos iba directamente a La Habana.

Y segundo debido a que la misión era adoctrinar a las personas pobres y de las áreas rurales, con el fin de que apoyen a los gobernantes que tiene la misma afinidad ideológica del régimen de Cuba. De esta manera podían impulsar el discursos de rechazo al “imperio estadounidense” y de hacer ver como el antipueblo a todo aquel que no comulgue con las ideas de los llamados “socialistas del siglo XXI”.

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