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Marisol Diaz fusiona el huayño con el blues y el jazz

“Hemos experimentado la fusión, hemos empezado hacer el huayño, para nosotros era como un descubrimiento bien interesante”, dijo la cochabambina Marisol Diaz.


Viernes 7 de Abril de 2017, 5:45pm






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La charanguista y cantante Marisol Diaz

La Paz, 07 de abril (Urgentebo.com).- La cochabambina Marisol Díaz, una mujer de sonrisa plena, está convencida de que música no tiene límites, por eso fusionó el huayño con el jazz y el blues e interpreta la letra de las canciones en su idioma nativo, el quechua. 

Marisol es impulsora de una nueva alternativa musical que gusta a propios y extraños, pero no solo se dedica a cantar y componer, también es una activista de la cosmovisión andina de los derechos de las mujeres.

“La música no tiene fronteras, no tiene ritmos únicos, ni estilos únicos; es posible el diálogo entre varios ritmos”, expresó la cantante de 47 años en una entrevista al semanario El Compadre.

Alegre e imponente; vestida como una chola cochabambina: pollera corta, blusa y trenzas gruesas y largas que llegan hasta la cintura, así acostumbra vestir. Compartió las diferentes facetas de su vida, como cantante, “viajadora”, luchadora y productora. 

Díaz nació en el centro minero de Kami, de la provincia Ayopaya del departamento de Cochabamba. A sus siete años fue enviada a la ciudad para estudiar, pero el cambio rotundo le causó un trauma que no logra superar, pues aún le cuesta adaptarse a la urbe.

Emergió en ella la curiosidad cultural de los demás países, que la llevó a emprender viajes por diferentes regiones de Europa, Asia y América Latina. La nostalgia por su idioma y cultura la llevó a interpretar tonadas en quechua en las calles extrañas de Alemania, acompañada de su charango, vestida de potosina, comenzó a conquistar al público con sus tonadas. 

El arraigo por su cultura fue más fuerte, volvió a Bolivia el 2010. Una vez ya en el país  se le presentó la oportunidad de cantar con los estadounidenses Jack Herranen y Tony Parker, con quienes conformó el grupo Kumana y grabó el disco Runa Blues.

La fusión del huayño y el blues interpretada en quechua fue una experiencia única para ella. “Hemos experimentado la fusión, hemos empezado hacer el huayño, para nosotros era como un descubrimiento bien interesante”, dijo.

Su experiencia de vida sobre el trabajo forzoso de las mujeres en la mina, en el hogar y en las comunidades, provocó en ella esa lucha por reivindicar el papel que desempeñan.

Marisol creó una comunidad de mujeres con quienes decidieron criar a sus hijos bajo una educación desde la práctica y viajando con el acompañamiento y apoyo de sus padres. “Es un aprendizaje desde la curiosidad”, expresó.

Valora mucho las fiestas en las comunidades, es una oportunidad para estar en contacto con la cosmovisión andina que es su inspiración. El contacto de la música, la voz de las mujeres, el viento, el color de las flores, las wacas y los lugares sagrados, son su inspiración.

“Lo bello está en nuestras comunidades y en el hecho de ser mujer, y creo que es posible mostrar la belleza del como somos”, apuntó. 

También se dedica a la producción audiovisual, como un medio para reflejar la cultura y las costumbres bolivianas.

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