La Paz, 27 de julio (Urgentebo).- “Unidad” es el término que usó el expresidente Carlos Mesa que la noche de este jueves pidió a las plataformas ciudadanas no cerrarse y aceptar en sus filas a todos, incluso a los partidos políticos. La posición dada a conocer es diferente a la que en octubre de 2003 planteó el entonces Primer Mandatario cuando decidió gobernar sin partidos políticos, cuando quiso llevar adelante "un gobierno de independientes".
Mesa que anoche ofreció un conversatorio en la Universidad Católica Boliviana (UCB), en la ciudad de Cochabamba, explicó que en el momento que vive Bolivia, no se puede menoscabar a una organización política, sino al contrario hay que sumarla y hacerla parte para llegar a la Presidencia y el poder.
“Escuché que no queremos saber nada de los partidos políticos, eso he escuchado en muchos de ustedes (colectivos ciudadanos). Pregunto entonces ¿estamos conscientes en que el modelo democrático del pluralismo, el modelo democráticos de las leyes, está basado en la estructura de los partidos políticos que son los instrumentos con los cuales se gana una Presidencia y se llega al poder?”, consultó Mesa.
“Si eso es así, si aceptamos que ese es el modelo que nuestra Constitución reconoce, tenemos que terminar con la idea de que un partido político no es una mala palabra. Los partidos políticos están como una célula más igual que la plataforma ciudadanas", agregó el expresidente en su discurso ante las plataformas ciudadanas.
Pero la idea de unidad para el exmandatario de Bolivia no termina en sumar a los partidos políticos del pasado, sino también a las organizaciones sociales, movimientos indígenas y los movimientos juveniles.
El gobierno sin partidos
En octubre de 2003, tras la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada a la Presidencia como consecuencia de una crisis política y social sin precendentes, Mesa asumió el mando del país y propuso al entonces Congreso Nacional dejarle gobernar sin la influencia de ninguno de los partidos con representación parlamentaria.
"Quiero pedirle a este congreso y a los partidos políticos que lo representan una acción de sacrificio, desprendimiento y compromiso con la patria...los bolivianos quieren un gobierno que no cuente con la participación de ningún partido político (...) (estoy planteando) un escenario de recuperación de credibilidad del poder Ejecutivo y del Parlamentop y eso sólo será posible si ustedes, miembros del Parlamento, apoyan mi gobierno, a pesar de que los estoy pidiendo que sus partidos no integren el Poder Ejecutivo", fue el mensaje que Mesa dio luego de jurar a la Presidencia.
En el libro "Presidencia sitiada", el mismo Mesa admite que su planteamiento fue ingenuo debido al poder que tiene el Congreso Nacional en un país como Bolivia. En dicho libro da cuenta diversos momentos en los que iniciativas de su gobierno fueron trabadas por el parlamento. "El error que creer que un periodo de casi cuatro años se podía salvar con un gobierno de independientes. Eso era simplemente una contradicción en los términos", según el texto citado.
En ese marco, Mesa renunció a la Presidencia del país el año 2005. Actualmente, el exjefe de Estado es acusado por el gobierno de causar daño económico al Estado por nacionalizar una concesión del salar de Uyuni forma irregular, por lo que el Estado tuvo que pagar 42,6 millones de dólares a la empresa chilena Non Metlallic Mineral- Quiborax.
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