Brasilia, 20 de julio (Urgentebo.com).- Este jueves falleció de un paro cardiaco el brasileño Marco Aurelio García, asesor de los expresidente Lula Da Silva y Dillma Rousseff. El historiador, que murió a la edad de 76 años, jugó un papel protagónico en la salida a la crisis política que Bolivia sufrió a principios de este siglo, como en la primera etapa del gobierno del presidente Evo Morales.
García fue el asesor principal en política exterior del presidente Lula y en esa condición el mandatario brasileño le encomendó la resolución de casos que se generaban en America Latina y, en efecto, la crisis política y social que azotó a Bolivia del 2003 hasta la etapa más critica del primer gobierno de Morales.
En octubre del 2003, en pleno auge de la crisis que derivó en la renuncia del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, Lula da Silva anunció que "Brasil está dispuesto a hacer todo lo que sea considerado como útil para ayudar a los bolivianos a encontrar una solución pacífica y legal para superar lo más rápido posible el actual momento de dificultades". Y para aquello designó a Marco Aurelio García.
Así, el historiador fue un visitante frecuente de Bolivia para participar en la pacificación del país y generar salidas democráticas. En una entrvista dice que antes de Morales asumiese la presidencia, estuvo 14 veces en el país en tan solo cuatro años.
"La Fundación Perseu Abramo recibe con profunda tristeza la noticia de la muerte de Marco Aurélio Garcia (...) uno de los responsables de la recolocación de Brasil en la política externa", informó a través de Twitter la Fundación en la que actualmente trabajaba como consultor.
Nacido en la ciudad de Porto Alegre, sufría desde hace unos años de problemas cardíacos que en 2013 se agravaron y llevaron a sus médicos a realizarle una delicada operación de corazón, en la que le fueron colocados dos puentes de safena y dos arteriales.
"Nuestras condolencias a la familia del hermano Marco Aurelio García, a Lula, al PT y al pueblo brasileño por esta pérdida", manifestó el presidente de Bolivia, Evo Morales, mediante su cuenta de Twitter.
Durante las gestiones de Lula y Rousseff, García fue un hombre clave en la política exterior de Brasil y muy en especial en todo lo relacionado con América Latina, una región a la que dedicó buena parte de sus estudios y su vida política.
García participó en 1980 en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) junto a Lula y también fue uno de los promotores del Foro de Sao Paulo, que congrega a organizaciones de izquierdas de América Latina.
Su protagonismo en la política exterior del Gobierno de Lula en todo lo relativo a América Latina y su amistad con muchos de los líderes regionales de la época llevó a que muchos lo tildarán de "canciller en la sombra", frente a lo cual siempre dijo que no era más que un mero "colaborador" del presidente.
Quizas por aquello, una vez que el presidente Morales decretó la nacionalización de los hidrocarburos, usó también la presión diplomática para que los intereses de Petrobras no fuesen afectados.
En octubre de 2006, desde Sao Paulo, García declaró que si las partes llegaban a "un acuerdo, óptimo. Estableceremos un nuevo contrato", pero que si no hubiera ese acuerdo "Petrobras se retira de Bolivia. Es muy simple".
Impulsor del Partido de los Trabajadores, liderado por Lula da Silva, García apuntaló los proyectos de izquierda en América del Sur. No dudó en respaldarlos.
“La unidad que tenemos hoy día es más consistente que la que teníamos en el pasado. Antes era retórica, con grandes discursos de los presidentes. (...) Tenemos historias diferentes; los procesos que pasan en Venezuela, Bolivia, Ecuador o Colombia, son muy diferentes de lo que vivimos Chile, Brasil o la Argentina, donde hay más previsibilidad. En esos otros países hay un proceso de refundación. Y no me vengan a hablar de inestabilidad: antes de Evo, yo fui en 4 años 14 veces a ver a 4 presidentes diferentes en Bolivia. En Ecuador, hubo 8 presidentes en 10 años. Eso es inestabilidad”, dijo al diario argentino La Nación el 3 de junio de 2008.