27 de mayo (Soledad Mena, Urgentebo.com).- Nena Zeballos (Bertha Julia San Martín), la cantante de valses, boleros y rancheras no solo es una artista; sino, también, madre de cinco hijos. En sus 47 años de trayectoria, supo lidiar entre su carrera y su papel de madre, una tarea que no fue fácil, pero que logró sobrellevar en su momento. Hoy, se siente feliz y realizada como mujer y profesional.
¿Cómo fue su carrera de artista y madre?
Al principio, fue difícil porque ya son 47 años de carrera artística. Ahora, es muy diferente; pero, al principio, era muy duro. Yo he tenido la suerte y la dicha de tener siempre a mi madre a mi lado que me ha ayudado muchísimo con mis hijos, que eran muy chiquitos. Mi mamá siempre ha sido el pilar fundamental en mi carrera.
¿A qué edad fue madre?
Me casé muy jovencita, a la edad de 16 años. Mi madre siempre me ha ayudado porque yo quería seguir cantando, de ninguna manera quería dejarlo. Me casé con un boliviano y me vine a vivir a Bolivia, acá nacieron mis hijos; tuve la suerte de seguir cantando y seguir luchando por mi carrera. Al principio, fue muy duro, pero logré sortear todas las batallas.
¿Llevaba a sus hijos a sus presentaciones?
Al principio, cantaba en los centros nocturnos. Habían peñas en la ciudad de La Paz y en todo Bolivia, no podía llevar a mis hijos, pero en los almuerzos dominicales, donde actuaba, antes había muchos locales de almuerzos familiares, compartía con mi familia, le llevaba a mi mamá, a mi abuela, que todavía vivía conmigo, y mis tres hijos pequeños. Iba con todo un combo familiar (sonríe).
¿Cómo influyó en sus hijos para que sean artistas?
Los invitaba a cantar conmigo y hacíamos alguna canción juntos ese era el tipo de domingos familiares. En las noches, no los llevaba a mis presentaciones.
¿Qué consejos les daba?
Siempre les he dicho que primero hay que instruirse, estudiar; hay que aprender a tener algo válido en la vida, porque la carrera del artista es dura, no siempre se gana bien, no siempre uno está en la fama, hay momentos en que uno no gana ni un centavo y que tienen que pagarse absolutamente todo en los viajes.
¿Cómo se siente que sus dos hijos mayores sean artistas?
Me siento muy orgullosa de haber llevado a mis hijos a incurrir a esto que es el arte, porque desde muy pequeños me veían cantar y les gustaba, actuaban y cantaban y yo les fomentaba eso siempre. Pero, les decía que no dejen de estudiar, que tienen que seguir luchando por sus sueños y creo que hoy lo han logrado puesto que llevan 25 años de carrera.
¿Cuáles son las dificultades que atravesó?
Hubo muchas veces que no he podido compartir con ellos por los viajes y las giras artísticas. No se podía compartir con la familia; un Día de la Madre o un cumpleaños de mis hijos, porque me tocaba actuar, era muy difícil compartir esas fechas muy importantes con la familia, cosa que ahora lo comprenden. Tal vez, en su momento, no lo entendieron, pero hoy, por hoy sí, porque ellos están pasando lo mismo con sus hijos, puesto que están con viajes y giras.
¿Un momento difícil?
Que estén enfermos y que no tengas cómo llamar, porque no había celular en aquellos momentos. No saber qué hacer porque estamos trabajando y no poder verlos hasta el día siguiente, era muy difícil la situación; ahora, lo comprenden perfectamente. Con los años todo pasa y se entiende se dan cuenta que lo que yo he vivido a hora les toca vivir con sus hijos.
¿Cambiaría esos momentos que no pudo estar con sus hijos?
No, mentiría si diría que cambiaría, porque todo lo que he vivido se vivió en su momento, también he tenido momentos maravillosos que he podido compensar. Si bien no les he dado tiempo o cantidad, les he dado calidad de vida a mis hijos.
A mis 60 años, que a cabo de cumplirlos (17 de mayo), lo pasé con toda mi familia, creo que estoy cosechando lo que he sembrado. Tengo problemas como todas las personas, he pasado cosas muy tristes; pero no cambiaría absolutamente nada de mi vida. Lo vivido, vivido está y que en su momento no haya podido estar con la familia, creo que se compensa después, a través de los años.
¿Recuerda cuándo fue la primera vez que actuaron sus hijos?
La primera vez que cantó conmigo Wally, era muy pequeñito; tenía nueve años y Paolita, siete años. Yo actué en el Festival de Bandas en el Teatro Municipal, donde estaban todos los liceos de señoritas. Les dije que voy a presentar a mi hijo Wally y el teatro lo ovacionó terriblemente, era una locura. Wally cantaba música ranchera y después con Paolita cantaron un dúo de Pimpinela.
¿Cómo ensayaban?
En la casa, cantábamos siempre en los cumpleaños y en las fiestas familiares. Yo les hacía cantar conmigo, cantábamos juntos, cantaba mi mamá, mi abuela, cantábamos todos, en familia.
¿Cómo se siente ahora?
Realizada por mis cinco hijos. No me gusta hablar solo por dos (Wally y Paola) sería muy egoísta. Estoy muy orgullosa de mis hijos y le doy gracias a Dios. Tengo seis nietos divinos que me hacen feliz.
¿Recuerda algún momento difícil en su vida artística?
Recuerdo malos momentos de la vida artística, donde nos han explotado, nos han hecho cantar y luego se han ido con la recaudación sin habernos pagado ni un centavo. Lo he vivido en carne propia. Hubo un momento en que he tenido que prestarme dinero de las personas porque me engañaron.
Por ejemplo, hemos hecho un viaje a Oruro con una delegación de artistas. Se trataba de una gira por los pueblos y las minas. Hemos cantado cuando teníamos que retornar, no había el empresario. Se fue con toda la plata, nos dejaron colgados a todos. Entre todos hemos tenido que solucionar para poder volver y tomar las flotas. Algunos han vuelto en camión, cada quien se acomodaba como podía. Hay gente inescrupulosa que te explota y que te deja por ahí sin pagarte ni un centavo.
¿Cómo nace Nena Zeballos?
Soy casada dos veces, la primera con el señor Zeballos, cuando empecé a cantar enamoré con él desde el Perú, él es boliviano igual que yo, vivíamos en el Perú. Mi nombre artístico era Sandra Moreno. Cuando llegué a Bolivia, empecé a abrirme campo. Uno de los empresarios me dijo: “tu nombre no pega”. Me buscó otro nombre pegajoso y le dije que me decía Nena, porque fui la primera nieta y mi apellido San Martín. Era muy largo y me puso el de mi esposo, me quedé con Nena Zeballos.
Me divorcié a través de los años de este señor y seguí llevando el nombre artístico, nada más. Hoy, soy la señora de Coímbra, el apellido de mi actual esposo.
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