El número de víctimas asesinadas en el brutal ataque perpetrado esta semana por pandilleros fuertemente armados contra un pequeño poblado del centro de Haití aumentó a al menos 70, señaló el viernes la oficina de derechos humanos de la ONU.
El ataque del jueves en la región de Artibonite dejó cadáveres regados en las calles de Pont-Sondé, muchos de ellos de personas asesinadas con un tiro en la cabeza, dijo Bertide Harace, vocera de la Comisión para el Diálogo, la Reconciliación y la Conciencia para Salvar la Artibonite, en declaraciones a la estación de radio Magik 9.
Según cálculos iniciales, el número de víctimas mortales ascendía a 20, pero activistas y funcionarios gubernamentales han ido accediendo gradualmente a áreas del poblado y han descubierto más cuerpos. Entre las víctimas se encuentran una joven madre, su bebé recién nacido y una partera, dijo Herace.
“Estamos horrorizados por los ataques de las pandillas ocurridos el jueves”, dijo en un comunicado la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Señaló que entre los fallecidos había 10 mujeres y tres bebés, y que al menos 16 personas estaban heridas de gravedad, entre ellas dos pandilleros heridos por la policía.
La oficina dijo que, según informes, los pandilleros incendiaron al menos 45 viviendas y 34 autos.
Aún se desconoce el motivo de la que ha sido una de las mayores masacres ocurridas en la región central en los últimos años. Los ataques de ese tipo han ocurrido en Puerto Príncipe, la capital, 80% de la cual está controlada por pandillas, y generalmente se relacionan con guerras territoriales, en que los pandilleros atacan a civiles en áreas controladas por sus rivales. Pero Pont-Sondé está considerado como parte del territorio de la pandilla Gran Grif.
Esa pandilla se creó cuando el exlegislador haitiano, Prophane Victor, comenzó a armar a jóvenes del área para garantizar su elección y controlar la región de Artibonite hace casi una década, según un informe de la ONU.
Victor y el líder de Gran Grif, Luckson Elan, fueron sancionados por Estados Unidos el mes pasado.
La pandilla atacó Pont-Sondé el jueves antes del amanecer, y encontró poca resistencia, dijo Herace, aunque mencionó que, contrario a algunos reportes, la policía trató de repeler a la pandilla.
“La pandilla tenía el control total del área”, dijo Herace.
Tras el ataque, el gobierno haitiano desplegó en Pont-Sondé una unidad de élite de la policía con sede en el Puerto Príncipe, y envió suministros médicos para ayudar al único hospital del área, abrumado por docenas de heridos.
“Este atroz crimen, perpetrado contra mujeres hombres y niños indefensos, no sólo es un ataque contra esas víctimas, sino contra toda la nación haitiana”, dijo el viernes en un comunicado el primer ministro Garry Conille.
La violencia de pandillas en Artibonite, que produce gran parte de los alimentos de Haití, se ha incrementado en los últimos años.
En enero de 2023, la pandilla Gran Grif fue acusada de atacar una estación de policía en Liancourt, cerca de Pont-Sondé, y de matar a al menos seis policías. La violencia desatada por la pandilla también obligó en febrero de 2023 a cerrar un hospital que da servicio a más de 700.000 personas.
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