Marzo 29, 2024 [G]:

Pachanga, política y andropausia


Miércoles 12 de Octubre de 2022, 12:00pm






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Me topé en la calle con un amigo que tenía la apariencia de un peón de albañilería y se declaraba sin ruborizarse como un “jailón”. Tal vez quería decir que era jailón porque jala cocaína o es que su altanería es fruto innegable de la andropausia o climaterio masculino que tiene que ver con la androsterona, la hormona sexual masculina derivada del metabolismo de la testosterona. En el lenguaje popular decimos a las señoras que se acercan al climaterio, luego de los cuarenta, que están Filomenas, o sea al borde de la menopausia y Andrónicos a los hombres mayores de cincuenta que están cerca de la andropausia. Ya nos tocó pasar ese fatigoso período de la vida.

Ambos estados fisiológicos ocasionan trastornos en las conductas, debido a que nuestros cuerpos sometidos al tren de la vida, sufren modificaciones sicológicas y anatómicas; esto es patente más aún los políticos y figuras públicas que irresponsablemente polarizan sus acciones. El caricaturista alemán Haitzinger apostrofa estos comportamientos con esta frase:” …ciertas constelaciones políticas básicas siempre se repiten”. Así los Andrónicos sienten que no se les valora lo suficiente, intentan una retrospección sobre su vida y lo que han producido durante su juventud. Generalmente pierden los estribos, están de mal humor, están a la defensiva y casi siempre a la ofensiva. Un ejemplo es el otrora excelente futbolista, llamado Platini Sánchez que, en estado andropaúsico, protagonizó un sinnúmero de berrinches, desatando un vendaval de excusas ante su fracaso como director técnico del popular club cruceño Oriente Petrolero; así mismo varios políticos sueltan sus canes furiosos porque se sienten ofendidos y humillados, (dixit Dostoievski).

 Los demonios azules del oficialismo, luego de ejecutar exitosamente la táctica trotskista (quedarse en sala de sesiones en vez de ir de pachanga) pudieron completar el proceso de designación de Defensor del Pueblo, dejando patidifusos a los pachangueros de la oposición y energúmena a su candidata. Este fracaso ocasionó que una correligionaria de CC, pida la renuncia de su jefe de bancada, el legislador Alarcón, por la liviandad con que actuó a la hora de ser lactados durante su ausencia. Parece que Comunidad Ciudadana, organización política llamada popularmente Club de Cuates, tiene sus fisuras.  Asimismo, el legislador Bazán, conocido en los corrillos del cubo legislativo de las 32 bolas y ningún árbol, como el monaguillo del gobernador Camacho, no está satisfecho con la conducta de sus fieles de Creemos. Este, luego de varios sermones y con la Biblia por delante, conminó a su feligresía que no deben confiar en los demonios azules y que deben estar alertas y evitar las pachangas y no ser sorprendidos en su “buena fe”.

La lucha libre entre demonios azules ha convertido la política en un espacio donde los combates por el michi poder ha desbocado los combates cabellera contra máscara, así cayó por decisión unánime, como presidente del Consejo de la Magistratura, el luchador Marvin Molina, abatido por un celular y suelto de lengua, igual que el vociferador rudo Rómulo Calvo, quien desafió a un combate al técnico Ritcher y luego reculó, desautorizado por sus managers ante su pobre performance. Fue censurado para hablar sobre el censo.

El caos mundial que se vive por la multipolaridad, la pandemia y la guerra entre rusos y ucranianos tiene su versión plurinacional. Los otrora aliados Ponchos Rojos exigen una fuerza armada exclusivamente para ellos y no sería de extrañar que también pidan a que se entrene a un Jiliri Mallku como el primer astronauta.

Los municipios también son un ring de luchas y en medio, los oportunistas  que sacan rédito y aprovechan del pugilato verbal y corporal. A veces una loseta de cemento puede ser protagonista de un debate sobre patrimonio, dejando de lado problemas trascendentes. Esta crispación social se devela en todos los ámbitos de la sociedad, desde los conflictos en las universidades públicas, el fútbol, el transporte y recala en los mercados de abasto.  Esta mezcla de pachanga opositora, de chismografía convertida en farándula, sumada a las marchas y contramarchas, es un reflejo del caos mundial en otra escala, donde no solo intervienen celos andropaúsicos, los protectores del michi poder y los intereses corporativos sobre las tierras fiscales.  En este escenario los discursos ideológicos suenan a vacío.  

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