2 de diciembre (Urgente.bo).- De manera estremecedora, así murieron dos niños de cuatro y siete años al ser ahogados en un turril por su madre, el hecho ocurrió en enero de este año, según ella no se dormían y debía salir a bailar. La progenitora, de 24 años, fue aprehendida y más tarde, su pareja. Cuando la Policía llegó al lugar, hallaron los cuerpos de los menores flotando en un turril.
La psicóloga Beatriz Gutiérrez explica que la edad de los padres y la baja tolerancia son factores que inciden en casos de violencia contra los niños. Sin embargo, aclaró que no es una regla para los casos de esta índole.
Según los datos de la Fiscal especializada en Delitos Contra la Vida e Integridad Personal, Nuria Gonzales, del 1 al 12 de noviembre, se registraron en Bolivia 48 casos de infanticidio, siendo La Paz, el departamento con más casos. En casi la última semana de noviembre, seis niños fueron golpeados y abusados. Las víctimas tienen de entre 8 meses y 13 años, dos de ellos quedaron con seis y ocho días de impedimento.
La psicóloga aseveró que ser padre o madre en la adolescencia causa frustraciones porque no se cumplió con las expectativas académicas o de formación personal y el progenitor tiene que trabajar para mantener su hogar.
“Hay una correlación muy importante entre ser padre adolescente y ejercer violencia contra los hijos, pero no es una regla para todas las familias (…) Ven la agresión como una forma de control de la conducta que los papás ejercen, hay una acumulación de tensión, pasos o conductas cuando el niño no cumple las expectativas de los papás”, indicó Gutiérrez.
Un caso reciente fue la de una madre que ató pajas a los brazos de su hija de seis años y le prendió fuego luego que la menor robara dulces en una tienda del barrio. El hecho se reportó este pasado domingo en Cochabamba.
Un común denominador de estos casos es la baja tolerancia a la frustración, especialmente por la pandemia, ya que muchos papás perdieron sus fuentes laborales y los niños ya no están en sus unidades educativas.
“Los papás han estado más tiempo en casa, eso ha generado una estrés y una baja tolerancia que muchas veces en las familias donde no ha habido una buena comunicación, no ha habido una comunicación afectiva”, dijo.
Casos de violencia extrema
Cuando Anita (nombre ficticio) llegó al hospital no tenía signos vitales, la menor de 3 años y 10 meses no pudo aguantar las varias lesiones en su cuerpo y falleció. La madre, de 27 años, fue aprehendida como la sospechosa. El caso se reportó en El Alto en el mes de octubre.
La pequeña presentaba hematomas en el pabellón izquierdo de la oreja y quemaduras en los dedos de la mano derecha. Según la Fiscalía, la menor agonizó cuatro días en su casa antes de morir.
Gemelas
El hecho también se registró en octubre, unas gemelas de cinco meses fueron golpeadas por sus abuelos paternos, ya que sus padres salían a trabajar todos los días. Una de las gemelas tenía una fractura en el brazo derecho. Ocurrió en La Paz.
Niño golpeado más de 50 veces
Un niño de nueve años no pudo luchar más y murió por las varias lesiones que presentaba en su pequeño cuerpo, pues era agredido por su padre, su tío y su abuelo desde su corta edad, las investigaciones señalan que fue golpeado más de 50 veces.
Según la psicóloga, el niño que sufre violencia puede repetir el mismo ciclo. Al crecer adopta esa manera de criar a sus hijos, sin embargo, hay quienes prefieren romper esas formas de enseñanza y no permiten la violencia en su hogar.
