Sería un error pensar que el trato hacia la expresidenta Añez es gratuito o producto de alguna patología mental.
Es decir, es cierto que el masismo es una patología política y que sus militantes no son lo mejor que ha producido la especie humana, pero encerrar a Añez y destruirla lentamente tiene motivos bastante objetivos y fines muy racionales.
Para empezar, se trata de satisfacer las pasiones más bajas y elementales de una fracción del electorado. Me refiero por supuesto a aquellos que sienten alguna forma de placer con el dolor y sufrimiento ajenos (más aún si creen que es "justo").
Cualquier político sabe que buena parte de su trabajo consiste en divertir y distraer a los votantes. En Bolivia, país especialmente duro con los más débiles, país lastrado por tradiciones primitivas, está claro que el público exige espectáculos sangrientos y chabacanos. ¿Se puede culpar al gobierno por dar a la gente lo que espera?
Es como regalar alcohol y vidrios de colores: siempre ganan afecto, buenas voluntades... y votos, naturalmente.
Por otra parte, creo que el gobierno aprecia bastante el aspecto pedagógico del sufrimiento de la expresidenta. Es una lección para aquellos que sientan alguna tentación de criticar al poder. Cada fotografía de Añez en la cárcel es un no muy sutil mensaje: "mira lo que te puede pasar".
Por supuesto, no puedo culpar a los jóvenes que, luego de ver el destino de la señora, escojan causas más inocuas y seguras: luchar contra estatuas, entrar en guerra contra "el patriarcado", abstenerse de comer carne... Es normal que piensen en su porvenir...
Por cierto, sospecho que esta lección tendrá un efecto especialmente nefasto en las mujeres. Puedo equivocarme, pero creo que muchas abandonarán cualquier interés en la política o en ocupar roles de liderazgo. En un sistema político que las relega y menosprecia (excepto como hinchas de algún caudillo), me parece que el ejemplo de Añez implicará un retroceso...
Por supuesto, tal vez exagero. Seguro que la participación política de las mujeres puede ampliarse organizando talleres en alguna fundación europea, edictando bonitas normas que nadie cumple y escribiendo posts en lenguaje inclusivo, ob-via-men-te.
En cuanto a la señora Añez, me temo que la maquinaria burocrática de represión apenas ha comenzado su trabajo... todavía la utilizarán, así como utilizan a quienes se presentan como víctimas de la expresidenta... hasta que no les sirva o muera, lo que ocurra primero.
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