¿Por qué las transferencias que Vías Bolivia ha realizado al sindicato de transportistas a título de apoyar un seguro de salud y que las mismas no lograron el resultado avizorado, no duele tanto como la participación de altos miembros de la policía boliviana en actividades ilícitas del narcotráfico y su corrupción generalizada? La diferencia entre uno u otro hecho radica en que el primero sería un traspié administrativo entre el Estado y una organización sindical, por lo tanto Estado-privados y lo segundo mella la dignidad de un Estado y por lo tanto crea un resquebrajamiento entre Estado y Sociedad, y podría provocar un replanteamiento del contrato social, esta fue una de las conclusiones en las clases de políticas públicas.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, en el VI Foro Internacional de Filosofía de Venezuela: “Estado, revolución y hegemonía”, realizado en la ciudad de Maracaibo, el 28 de noviembre de 2011 con relación a la concepción sobre el Estado, señalaba que “el Estado tiene que ver con el gobierno, con la Presidencia, la Vicepresidencia, los ministerios, con el trabajo de distintas instituciones como las gobernaciones, las alcaldías. ¿Es eso el Estado? Sí, pero no únicamente, porque también tiene relación con el ámbito de las instituciones legales, las cortes de justicia, los juzgados, los tribunales, la Policía, las Fuerzas Armadas, el Parlamento, el sistema de partidos políticos, etcétera”, haciendo mención a que la policía como institución pertenece a la dimensión material-institucional del Estado.
En segundo lugar, el mandatrio plantea que forman parte del Estado “las ideas, palabras, símbolos y memorias. El conjunto de formas en las que recordamos la historia a través del sistema educativo, cómo entendemos nuestro pasado, valoramos o depreciamos a nuestros héroes, dirigentes y libertadores”.
En este segundo componente interpretando lo expuesto por García Linera, la Sociedad tiene un referente sobre el Estado a través de ideas generalizadas o creencias; en este caso, la Policía también aparece en el imaginario de los bolivianos como la entidad del orden, la entidad que te brinda seguridad, la que ayuda a la administración de la justicia. Recordemos, en muchas áreas de Bolivia, la Policía viene a ser la entidad principal de presencia del Estado, como materialidad institucional y como idea de seguridad y confianza.
El Vicepresidente también hace referencia a una tercera dimensión en la que el Estado se visibiliza en la sociedad y es la correlación de fuerzas sociales, y que en caso de disputa por el poder, el estado actúa utilizando a la Policía como fuerza coercitiva para ejercer su dominio. Ahora bien, dado los acontecimientos de vinculación de miembros de alta jerarquía con el narcotráfico, o lo sucedido en esta semana donde un miembro policial asesine a su esposa con la ayuda de otro policía, o las tantas acciones de corrupción cometidos por parte de los policías nos muestran claramente una entidad policial en profunda crisis, una entidad que ha perdido la confianza de la población, la población le tiene miedo al policía que por norma debe dar seguridad, porque el peligro viene desde su lado y corroe por lo tanto todo lo que le rodea, como el sistema judicial.
Finalmente, bajo el razonamiento del Vicepresidente y utilizando las tres dimensiones en las que el Estado se hace presente o se relaciona con la sociedad, nos hace concluir que la crisis ha trascendido la entidad policial para afectar negativamente a la visión que tiene la Sociedad sobre su Estado, una crisis de moralidad, una crisis de ética que afecta el rostro del Estado, y provoca un desencuentro entre Estado y Sociedad y por lo tanto urge en la Policía, no solo de paliativos administrativos para un sana sana con los ciudadanos, sino una transformación profunda y total para que recupere la confianza.
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