Los diseños son espejos del alma y una puerta a la esperanza. Al menos 50 niños que padecen cáncer expresan su estado de ánimo en diseños que luego son convertidos en juguetes por las madres de ellos y luego comercializados por los voluntarios de la Asociación de Lucha Contra el Cáncer Infantil.
“Venciendo monstruos”, así se denomina el proyecto que busca generar recursos económicos para apoyar a las familias de niños con cáncer, idea que surgió a principios de este año con dos objetivos: el primero ayudar en la economía de los padres y otro como una terapia que ayuda a enfrentar el mal en sus hijos.
“En uno de los talleres que tenemos ha surgido la idea de los mismos niños de crear monstruos que venzan al cáncer, pero con una visión diferente a las figuras que habitualmente se conocen como monstruos. Entonces, ellos mismos han dibujado sus figuras, uso que expresen alegría, tristeza y algunos enojo”, dijo Mariana Aranda, voluntaria de la asociación.
Para elaborar los muñecos, la asociación brinda capacitaciones a las mamás a quienes también se les colabora con materia prima consistente en fibra y fieltro. Son ellas quienes las costuran y los niños se encargan de colocarle otros elementos. Una vez obtenido el producto se los entrega a los voluntarios para que lo vendan.
“Es una forma de que los papás se distraigan y que ganen dinero, porque muchos dejan de trabajar para atender a sus hijos. También es una terapia para papás e hijos porque ellos obviamente al cortar las caritas, al pegarlas, al elaborar el juguete en sí se distraen porque el cáncer es una enfermedad muy fuerte y sacarlos de su estado de ánimo es difícil, pero con esas actividades nosotros tratamos de hacerlo”, acotó Aranda.
Son cuatro modelos de los monstruos y vienen en cinco colores: rojos, naranjas, celestes, verdes y rosados. Cada uno tiene es diferente en su expresión y rostro, tienen uno o más de dos ojos, muestran sonrisas, otros lloran y también llevan tatuaje.
“Si bien los colores son cinco y cuatro los modelos, cada uno lleva un rostro exclusivo, no encontrarán dos peluches con el mismo rostro”, explicó Aranda.
El emprendimiento comenzó con la elaboración de 200 peluches y la solidaridad de la población no se dejó esperar porque vendieron todos en el evento “Expobebé”. Posteriormente, se vio por conveniente ofrecerlos por las redes sociales cuya demanda también fue positiva. En un principio se trabajó con 10 familias y hoy suman a 50 las beneficiadas.
“Lo que pretendemos es que la gente considere que por cada peluche vendido ayuda a cada y a su familia a ganar dinero para sus necesidades básicas. No es para su tratamiento médico, porque de eso se encarga la Asociación de Voluntarios, el proyecto está enfocado a que generen sus propios recursos”, mencionó la voluntaria.
La asociación busca que las familias generen con este emprendimiento entre 1.000 y 1.200 bolivianos para aliviar los gastos que realizan en transporte y otras necesidades básicas.
“Sabemos que no es suficiente, pero estamos conscientes en que con los recursos que obtienen con la venta de los peluches les ayuda en algunos gastos”, dijo.
El costo del producto es de 70 bolivianos y las personas interesadas pueden hacer sus pedidos llamando al número de celular 70524225. Los modelos pueden ser vistos a través de Facebook con el nombre de Voluntarios contra el cáncer.
“Pedimos a la población que se sume a esta campaña porque todo lo recaudado llega a la mamá, papá y niño con cáncer de nuestra organización, ayudando a colaborar en las necesidades propias de cada hogar”, demandó Aranda.
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