El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el jueves que logró superar su aversión a las mascarillas para hacer frente al coronavirus, pero también dijo que no le dará el gusto a la prensa de verlo con un barbijo.
Trump visitó una fábrica de Ford, que tiene la regla obligatoria de usar la mascarilla. Optó por no usar la protección delante de las cámaras, a pesar de que los Centros para el Control y la Protección de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés), la recomiendan de forma generalizada desde el 3 de abril para frenar la expansión del Covid-19.
"Tenía puesta una antes. Usé una en esa área trasera pero no quise dar a la prensa el placer de verlo", dijo a los periodistas y fotógrafos que lo acompañaron en la visita.
Prácticamente todos en la fábrica utilizaron mascarilla, siguiendo la política de la empresa y las recomendaciones del gobierno para contener el avance del contagioso virus.
Fue hasta Ford el fin de destacar su uso para fabricar ventiladores después del aumento de demanda nacional debido a la pandemia. Cuando Trump anunció el viaje, la fiscal general de Michigan, Dana Nessel, le envió una carta una carta abierta instándole a respetar las órdenes ejecutivas emitidas por la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer; le dijo que usar la mascarilla, era su “responsabilidad legal”
Trump, que presiona para dejar atrás la pandemia y reactivar la economía, nunca lució un barbijo en público, alegando que no se ajusta al aspecto que debe ofrecer como líder mundial.
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