Abril 24, 2024 [G]:

Un campeón con garra y amor propio

En algún momento el Tigre llegó a estar hasta 5 puntos por debajo de Bolívar en la tabla, pero fiel a su historia luchó hasta el final, forzó un partido desempate y ganó a Bolívar para ganar el torneo Apertura.


Sábado 24 de Diciembre de 2016, 3:30pm






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Foto: Luis Gandarillas

La Paz, 24 de diciembre (Urgentebo).- “Si al Tigre lo dejas con vida, el Tigre te mata”, es una de las frases con las que el capitán y caudillo de The Strongest, Pablo Escobar, reflejaba la lucha que su equipo tuvo en las últimas jornadas del torneo. Las palabras del capitán hoy se hicieron más ciertas que nunca, pues el Tigre hizo lo que parecía imposible y se coronó como el campeón del torneo Apertura de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.

Y es que el gran error que Bolívar tuvo durante este torneo fue precisamente ese, dar una vida más a un Tigre que supo aprovechar las oportunidades que tuvo durante el torneo.

En algún momento el Tigre llegó a estar hasta 5 puntos por debajo de Bolívar en la tabla, pero fiel a su historia luchó hasta el final, siempre esperando un traspié de Bolívar, que fue el líder que tuvo el torneo durante más del 60% de su desarrollo.

Pero la Academia dejó ir el título en el último minuto del partido que jugó en Warnes y la frustración de aquel partido pesó y mucho en los jugadores celestes. Por eso el cuadro de Achumani fue amplio dominador del clásico final y con garra, amor propio y un sufrimiento innecesario, el Tigre ganó el clásico paceño por 2 tantos contra 1 y se coronó como el campeón del Torneo Apertura de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.

El partido empezó con un nerviosismo marcado de Bolívar y un juego impreciso de The Strongest. Por eso, antes de los cinco minutos un fuerte golpe de Luis Gutiérrez dejó en el piso a Pablo Escobar. Parecía una falta intrascendente, pero Escobar se quedó en el piso y todos los jugadores pidieron rápidamente la asistencia médica, pues el capitán del Tigre se quedó quieto en el gramado del Siles. Ahí se armó la primera trifulca del partido, era solo una muestra de cómo se daría el partido.

Las finales no se juegan se ganan, es una de las frases más comunes del mundo del fútbol y el Tigre hizo eso. Cuando sus jugadores se tranquilizaron y lograron jugar con pelotas al ras del piso se adueñó del medio campo y ahí radicó la clave de este encuentro. Por eso, a los 31 minutos se puso en ventaja.

Diego Bejarano robó el balón en la mitad de la cancha, desbordó por la banda derecho y lanzó un centro raso que Escobar no pudo rematar, pero el balón siguió su camino y llegó a los pies de Fabricio Pedrozo que con un remate suave y bien esquinado venció la resistencia de Zamora.

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Foto: Luis Gandarillas

El gol fue un aliciente para el Tigre y puso más nervioso a Bolívar, que en ningún momento logró armar una jugada real de peligro y atinó a lanzar pelotazos a Juan Miguel Callejón, pero el español estuvo bien marcado por Diego Bejarano y Luis Maldonado.

Antes de terminar la primera etapa el Tigre pudo anotar el segundo, pero Zamora tapó el remate de Alejandro Chumacero.

El segundo tiempo, en cambio, tuvo a Bolívar como el dueño del balón y a The Strongest que jugó al contragolpe. Diego Bejarano tuvo que salir por lesión, en su lugar entró Ramiro Ballivian y por ese lado llegaron las mejores jugadas del celeste. Pero la Academia pagó caro su nerviosismo y por eso no llegó a inquietar a Vaca.

En cambio, los ataques del Tigre tenían como protagonista a Pablo  Escobar. El capitán fue el caudillo y la pizca de experiencia que necesitaba el Tigre para poner una pausa al encuentro e incomodar a la defensa celeste.

Y esa fue la fórmula para que The Strongest llegue al segundo. Escobar ganó una pelota divida y quedó mano a mano con Zamora, al que venció con un potente remate de zurda. Era el 2 a 0 a los 75 minutos del encuentro.

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Foto: Luis Gandarillas

Desde ese momento el partido se descontroló. Bolívar tiro pelotazos de todos los sectores de la cancha y el Tigre sólo atinó a lanzar la pelota lo más lejos posible del área.

Callejón advirtió que Bolívar estaba cerca del descuento  lanzando su remate al travesaño a los 80 minutos y nueve minutos después logró concretar el único gol celeste.

Un error de cálculo de Maldonado permitió que Prieto lance un centro pasado que fue bien aprovechado por Callejón, Faltaban 6 minutos – con los descuentos- y Bolívar metió al Tigre en su área.

Fue ahí que el cuadro de César Farías demostró su garra y la solidez defensiva de la que se jactó todo el campeonato – fue la valla menos vencida-.

Finalmente llegó el pitazo final de Guery Vargas y se desató la fiesta aurinegra, una fiesta ue el Tigre la ganó con fútbol pero, sobretodo, con garra.

 

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