La Paz, 15 de febrero (Agencias).- La matanza en una escuela de Florida, que apagó la vida de al menos 17 estudiantes, puso de nuevo sobre la mesa el fácil acceso a las armas en Estados Unidos, pero, una vez más, el presidente Donald Trump evitó referirse a este fenómeno.
Este miércoles, Nikolas Cruz masacró a estudiantes y profesores de una secundaria. El joven de 19 años se presentó a la hora de la salida del colegio en Parkland, una ciudad a unos 80 kilómetros al norte de Miami, con un fusil AR-15 y gran cantidad de municiones.
El año pasado, en una plataforma de YouTube publicó al menos dos mensajes que evidencian claramente sus intenciones. "Voy a ser un tirador de escuela profesional", advirtió en la sección de comentarios de un video de la cuenta de Ben Bennight, quien reportó el mensaje tanto a la red social, que lo borró, como al FBI.
Luego de la matanza en una escuela de Florida, Trump pidió a los ciudadanos que reporten cualquier actividad sospechosa vista en las redes. Se concentró en hablar de los padecimientos mentales del presunto asesino y se abstuvo de mencionar el tema de la venta de armas como la que usó el joven de 19 años en la escuela, Marjory Stoneman Douglas.
“Muchas señales de que el tirador (asesino) padecía desorden mental e incluso fue expulsado de la escuela por comportamiento errático y malo. Vecinos y compañeros de clase sabían que él era un gran problema. Siempre se deben reportar ese tipo de situaciones a las autoridades, siempre, siempre”, escribió el presidente la mañana de este jueves en su cuenta personal de Twitter.
Sin embargo, el abogado que representa a la familia que lo albergaba, luego de la muerte de su madre, se refirió a su personalidad. "Era un niño con modales. Vivió tiempos difíciles tras perder a su madre, pero obedecía todas las reglas de la casa. Vivió allí casi tres meses sin problemas, y la familia está sorprendida y horrorizada por todas las versiones que circulan", explicó James Lewis.
Un fiscal del estado estadounidense de Florida presentó formalmente este jueves cargos por 17 asesinatos con premeditación contra un joven de 19 años, apuntado como el responsable por la matanza de la víspera en una escuela secundaria.
La policía identificó al joven como Nikolas Jacob Cruz, quien había sido alumno de esa escuela y resultó expulsado por problemas de disciplina. Además de las 17 víctimas fatales, otras 15 personas resultaron heridas en el tiroteo.
Cruz fue detenido por la policía en las inmediaciones de la propia escuela poco después de la masacre.
De acuerdo con la policía, en poder de Cruz fueron hallados numerosos 'magazines' (cargadores de munición para armas semiautomáticas) y un poderoso fusil AR-15.
En redes sociales, Cruz exhibía una obsesión con armas de fuego y cuchillos, y según testimonios de sus excompañeros de colegio mostraba un comportamiento agresivo que terminó motivando su expulsión del establecimiento.
El presidente Donald Trump hará un pronunciamiento a la nación este jueves sobre la masacre, y al mismo tiempo ordenó el izado de las banderas a media asta en los edificios públicos.