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Marcha universitaria del 6 de febrero de 1992, en la ciudad de Oruro
La FEJUVE “contestaria” dirigida por Raúl Canaza anunció que el lunes se realizará un paro cívico de 24 horas, apoyando a la demanda universitaria.
Todo estaría bien, si la FEJUVE de Canaza no tuviera una funesta relación con Soledad Chapetón y a través de ella con el inefable Samuel Doria Medina.
Y es que en verdad Doria Medina, ya ha perdido la perspectiva de su pasado como autoridad estatal o la olvida cínicamente para consumo de ingenuos
Fue con Doria Medina, cuando fungía como Ministro de Planeamiento, que se iniciaron los recortes más drásticos del presupuesto universitario en todo el sistema público, excepto claro está, la EMI y la U católica.
Doria Medina olvida olímpicamente ese hecho, pero olvida algo más terrible aún, olvida el caso de Gonzalo Suárez Callao, que fue herido de bala el 5 de febrero del año 1992.
El hecho ocurrió en la Primera Marcha Nacional por el Presupuesto Universitario y que partió de la ciudad de Oruro. La UTO tenía la misión de todo el aparato logístico y la Confederación de Universitarios de Bolivia, el control de la marcha en todo el trayecto.
Esta marcha que comenzó ese cinco de febrero tuvo que detenerse cerca de la fábrica de ladrillos “Cerámica Roja”, porque el sonido de un disparo alarmó a todo el contingente marchista. Nos dimos cuenta que el universitario Gonzalo Suárez había recibido un impacto de bala realizado por un francotirador.
El cerco policial obligó a los marchistas a dar vuelta atrás y volver hacia la ciudad, donde se desarrolló una violenta jornada nocturna de movilización callejera en los alrededores de la plaza 10 de febrero.
La herida provocada por el proyectil asesino destrozó la clavícula del universitario, tuvo consecuencias enormes en el sistema nervioso en el brazo y las manos, y se corría el serio riesgo de perder el brazo sino se apelaba a una operación de extrema especialidad.
Por la naturaleza de la herida no había clínica en todo el país para rehacer el sistema nervioso, se consultaron clínicas de otros países sin éxito alguno, pero hubo uno que viendo los estudios y análisis del caso, brindó su generosa cooperación, ese país se llama Cuba.
Gonzalo fue trasladado al país caribeño y luego de pasado un tiempo volvió, pero con el peso de una herida causada por un francotirador de la policía, que detuvo la marcha universitaria, aunque no la lucha por un mejor presupuesto. Doria Medina solía responder con la parquedad que lo caracteriza, no importaba la educación superior, salvo la privatización, todo era aleatorio.
Una cosa aprendimos de este episodio ocurrido el 5 de febrero de 1992, cuando Jaime Paz era presidente, Samuel Doria Medina, ministro de planeamiento y Tuto Quiroga, ministro de finanzas. A ellos no les interesa el presupuesto universitario, con que menos pobres entren a la universidad mejor, se constituyen en mano de obra barata, como son los CITES del cementero, que no reducen la pobreza en ningún digito visible.
Así que la lucha que ha emprendido Raúl Canaza, tiene los pies de barro, su jefe político Doria Medina y su jefa administrativa Soledad Chapetón, lo toman y pueden dejarlo cuando les dé la regalada gana.
Lo que Doria Medina necesita es protagonismo y presencia, es el menos visible en el campo político, gasta un montón de plata que no es suya. Gasta en spots, jingles y prensa escrita, para unos resultados ridículamente pequeños en las encuestas.
Obstinado como es, no mira el ejercicio del poder desde los barrios y las juntas vecinales, las ve desde los dirigentes que puede comprar y que estén dispuestos a trabajar por él.
Ese es el tamaño del drama que Raúl Canaza está encabezando, está llevando a El Alto a un conflicto político, algo que es un tema presupuestario, está poniendo leños para un incendio, que –esperamos- nunca se dé.
¿Acaso a Doria Medina le importan los muertos y heridos de octubre?
¿Acaso se acuerda siquiera de que él era aliado de Goni el 2002 y el 2003, y que en consecuencia tenía ministros dentro el gabinete?
¿No se acuerda que Jaime Navarro Tardío era Ministro de Trabajo el 2003 en pleno febrero negro.
¿No se acuerda que Hugo Carvajal Donoso era “su” ministro de Educación en plena guerra del gas y que tuvo que huir igual que el Goni?
Si Raúl Canaza está apoyándose en Doria Medina y la jaira alcaldesa, tiene que saber que esa es la verdadera historia y que todo está grabado en la memoria.
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