Fernando llegó al Centro de Rehabilitación de Qalauma en 2020, tras cometer un error que lo obligó a poner en pausa su formación en la carrera de Medicina cuando ya cursaba el cuarto año. Sin embargo, en medio del encierro y con una sentencia de ocho años por delante, su espíritu no se apagó; en cambio, comenzó a buscar maneras de reconstruir su futuro, adquiriendo diversas habilidades en los talleres de reinserción social que ofrece el penal y, hoy, a través del Programa de Capacitación en Emprendimiento implementado por la Universidad Franz Tamayo, #UnifranzElAlto.
«El tiempo aquí dentro puede parecer muy largo pero lo aprovecho para aprender, ser una mejor persona y convertir mis sueños en realidad, a pesar de las circunstancias», asegura Fernando, quien desea con ansias cumplir pronto su tiempo en el penal para concluir su carrera y, a futuro, “construir una clínica que ofrezca atención de calidad, no solo como un profesional, sino como alguien que ha superado enormes desafíos».
El Programa de Capacitación en Emprendimiento liderado por Unifranz, a través del Centro e Incubadora de Emprendimientos y Negocios (CIEN), de la carrera de Administración de Empresas, junto a importantes aliados como Visión Mundial y Fundación AYDHA, se centra en proporcionar a los internos del centro de rehabilitación habilidades cruciales para emprender y sobresalir en el mundo empresarial.
Resultados con impacto positivo
Los resultados del proceso ya comienzan a ser palpables, y se logran a través de métodos de enseñanza innovadores aplicados en la formación de profesionales en Unifranz, como estudios de casos y simulaciones empresariales, involucrando a los internos activamente en su proceso de aprendizaje. Además, se organizan talleres prácticos con expertos en diferentes áreas, proporcionando conocimientos especializados y experiencias de la vida real. “La mentoría y el acompañamiento individualizado por parte de profesionales experimentados permiten a los internos desarrollar y refinar sus ideas de negocio, recibiendo orientación valiosa y personalizada con el fin de aportar a su rehabilitación”, afirma Rodrigo Inchauste, uno de los docentes líderes del proyecto.
Adicionalmente, el programa incorpora la metodología Youth Ready, diseñada por Visión Mundial, diseñada para empoderar a los jóvenes y adolescentes vulnerables en un rango de edades entre 16 a 24 años, mediante una metodología integral que les permita motivar a crear un plan de vida, formular planes de negocios que les impulse alcanzar sus sueños y metas a través del módulo de emprendimiento.
«Los internos están descubriendo un nuevo potencial en sí mismos. Han adquirido competencias que no solo les permiten visualizar un futuro más claro, sino que también les proporcionan herramientas prácticas para convertir ideas en realidad», afirma Inchauste sobre el impacto del programa, que a la fecha registra un 50% de progreso.
El módulo de autoconocimiento y desarrollo personal, posibilitó el desarrollo de habilidades de comunicación efectiva y gestión del estrés, además de la comprensión de la importancia de normas, valores, responsabilidad y liderazgo ético en el trabajo en equipo. Asimismo, el módulo de normativa legal para el emprendedurismo, a través del cual los participantes adquirieron conocimiento de los conceptos y regulaciones legales esenciales para la creación y gestión de emprendimientos, como del conocimiento de los requisitos de diversas entidades legales y regulatorias.
Las nuevas competencias adquiridas por los participantes ayudan a transformar significativamente su mentalidad, afirma Inchauste. “Los internos están desarrollando una mayor confianza en sí mismos y en sus habilidades, lo que les permite tener una visión más clara y positiva sobre su futuro. Además, han adoptado una mentalidad emprendedora, identificando oportunidades y problemas como potenciales nichos de negocio. Esta preparación no solo les capacita para ingresar al mercado laboral como empleados, sino también como emprendedores”, puntualiza Inchauste.
Una segunda oportunidad
Otro de los internos, Andrés, oriundo de Cochabamba, también tenía entre sus objetivos el ser profesional y llegó a cursar tres años de la carrera de Psicología, la cual pretende continuar una vez concluida su sentencia y su rehabilitación, en el mes de septiembre. Su cuaderno lleno de apuntes refleja el interés por aprender y sacar provecho del Programa de Unifranz. “El encierro no es excusa para salir adelante, somos humanos y cometemos errores, pero también es de humanos admitirlos, perdonarse y seguir adelante”, dice.
Más adelante, en el patio del penal, se escuchan varias voces que piden un “free style” a Nico, conocido por su facilidad para hilar largas improvisaciones al ritmo del Hip Hop y cuya juventud, según cuenta, estuvo llena de malas decisiones, pero que aprendió de ellas para reencaminar su futuro. Hoy, algo supersticioso, prefiere evitar compartir sus planes “porque si los digo puede que no se cumplan”. A pesar de ello, afirma que el proceso de capacitación le ha abierto la mente a muchas ideas y ha sido una puerta abierta a un futuro que pensé que había perdido».
Capacitar y acompañar el proceso
“Una vez finalizado el proceso de capacitación, se prevé una etapa de seguimiento y acompañamiento que incluye mentoría continua, donde los internos seguirán recibiendo orientación de mentores seleccionados de la misma población del penal, para asegurar la implementación efectiva de sus proyectos de negocio”, asegura Inchauste.
Además, tendrán acceso a una red de apoyo que incluye asesoría legal, contable y de marketing para ayudarles a superar los desafíos iniciales.
Dentro de los resultados que Unifranz entregará se destacan la formalización efectiva de los emprendimientos mismos que pueden ser parte del CIEN, el desarrollo de internos con habilidades robustas y listas para el mercado laboral, y la creación de una comunidad de emprendedores que pueden colaborar y apoyar a futuros internos. “Es importante mencionar que Unifranz les proporcionará conocimientos sólidos, activando el emprendimiento y fomentando la creación de una comunidad de emprendedores”, añade el profesional.
Para la carrera de Administración de Empresas de Unifranz El Alto, estos programas son cruciales ya que impulsan el desarrollo económico y social de la comunidad local, empoderan a poblaciones vulnerables con múltiples habilidades y refuerzan el compromiso de la universidad con la responsabilidad social. Además, preparan a los participantes para ser agentes de cambio y fortalecen la reputación de Unifranz como una institución dedicada tanto a la formación profesional como al bienestar social y económico de su entorno, puntualiza el profesional.
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