Marzo 28, 2024 [G]:

Zoológicos de Bolivia, solo algunos tienen condiciones

Protectores de animales coinciden en que el tráfico de animales silvestres ocasiona que muchos ejemplares terminen en un zoo ya que no pueden ser reinsertados en su habitad natural.


Jueves 2 de Julio de 2020, 11:15am






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2 de julio (Urgentebo).- L a tradición del zoológico es milenaria. El hombre se sintió atraído por el mundo animal. Por domarlos y tenerlos en su ambiente. Los primeros antecedentes datan de hace 3 mil años en Egipto, donde los faraones tenían en sus palacios animales exóticos en jaulas. Mientras tanto en China, el emperador Wen Wang construyó un “parque de la sabiduría” donde exhibía rinocerontes, tigres, ciervos, antílopes, aves y serpientes.

En Europa, en 1235 en la Torre de London, fueron creadas las casas de fieras privadas de la realeza por el rey Enrique III. Dicha medida fue replicada por el reino de Italia en el siglo XVI. Sin embargo, al finalizar el siglo XX, empezó la corriente de que los zoológicos son cárceles de animales. En Bolivia, el debate no está resuelto, pues aún hay estos parques de animales.

En el 2006, la muerte del “León Fido” en el Zoológico de Oruro causó gran consternación en la ciudadanía y los defensores de la vida silvestre pidieron el cierre del zoo. La muerte de Fido expuso las pésimas condiciones del Zoológico, no tiene condiciones para albergar a animales silvestres. El hecho marcó un antes y un después ya que los defensores de animales no lograron el cierre del espacio, pero sí fue posible el debate.

A principios del 2020 Valentina, la osa que fue rescatada del fuego que arrasó la Chiquitanía, murió en el Centro de Custodia de Fauna Silvestre “Bioparque Play Land” en Santa Cruz, cuando estaba en proceso de recuperación por las quemaduras que sufrió. El Ministerio de Medio Ambiente y Agua indagó el deceso ante las denuncias de un apaleamiento. El animal falleció por desangramiento provocado por una paliza.

Ahora nuevamente el Zoológico de Oruro está en el centro de críticas por parte de la ciudadanía tras albergar al Zorro “Antonio” en una jaula. Medios locales publicaron un audiovisual donde defensores de animales evidenciaron y criticaron las precarias condiciones en las que se encontraba el animal, tras ser separado de su “familia humana” que lo crio desde que era un cachorro. La revelación desató una ola de críticas a los responsables del lugar en la capital del folclore. ¿Los zoológicos aún son necesarios?

En Bolivia está prohibida la tenencia de animales silvestres y está penada por la Ley 1333.

Para Ana Serrano, responsable de la fundación Amor por los Animales Bolivia (APLAB), el tráfico de animales silvestres y las malas condiciones de los zoológicos es un problema de nunca acabar.

Explicó que Bolivia contaba con una norma que regulaba en funcionamiento de los zoológicos, el Reglamento de Zoológicos, con la finalidad de sancionar a los centros que no cumplían con el plan de manejo de animales silvestres. “Se denunció la muerte y el tráfico (de animales), más aún el zoológico de Oruro y a partir del 2012 lo que hace el gobierno es incluir a los zoológicos en un norma que es de los centros de rescate de fauna silvestre, el reglamento antes mencionado fue desechado. Sin embargo, piden requisitos y los zoológicos han ido cambiando, pero el de Oruro hasta el momento no tiene el plan de manejo aprobado por tanto no es legal. El de La Paz tiene el reglamento aprobado y subió de categoría y ahora es un bioparque”, explicó Serrano. Aclaró que está en contra de tener a animales enjaulados para entretener a las personas.

En los últimos años se redujo la cantidad de animales de tierras bajas que están en el zoo de Oruro, pero aún hay especies que se mantienen en el espacio altiplánico. “Lo que ellos pretenden es que sea un bioparque andino, se supone que solo albergaría especies de tierras altas, pero en condiciones mucho mejores de lo que ahora están. El municipio solo se encarga de la administración y la construcción de espacios. El seguimiento, derivación, traslado, manejo de vida silvestre es plena competencia de las gobernaciones”, sostuvo.

Respecto al Bioparque de Tarija, Serrano explicó que en relación a años anteriores, ha mejorado sus condiciones para albergar a animales silvestres ya que cuenta con más de 25 hectáreas de espacios verdes.

Los animales silvestres que son productos del tráfico ilegal y de mascotismo, muchas veces termina en zoológicos o bioparques ya que no se logra reinsertarlos a su habitad natural. “Los centros de custodia de fauna silvestre son privados, son de personas amorosas y valientes que han dejado su vida y se han dedicado a cuidar y ayudar la vida de estos animales silvestres. Están Senda Verde, Inti Wara Yassi y otros lugares más. Ellos hacen todo lo posible para albergarlos y darles una vida por lo menos digna, pero no reciben el apoyo continuo del gobierno”, subrayó Serrano.

La responsable de APLAB asegura que la responsabilidad del sufrimiento a la que son sometidos estos animales recae “en la propia ciudadanía” que compra animales silvestres y los mascotiza. Pese a las denuncias de los hechos, continua la acción de los traficantes.

El zoo que rehabilita animales silvestres

Los últimos años, Vesty Pakos ha ido incursionando en la labor de rehabilitar y reintroducir a los animales a su hábitat. Un gran ejemplo de ello fue la liberación del gato andino “Jacobo”, en agosto de 2016. Los expertos del zoo lograron empollar a nueve flamencos de huevos rescatados el 2017. La cóndor “Illimani”, primera cría nacida en el zoológico, también es parte del plan de reinserción de animales a su hábitat natural. De acuerdo con datos del municipio paceño, Vesty Pakos tiene una población de 550 animales de 74 distintas especies.

De este grupo, el 90% fue víctima de tráfico y el 70% pertenece a especies amenazadas. Bolivia es el único país que aún no ha realizado un plan de repoblación de cóndores, siendo que estos seres están altamente amenazados a causa de cazadores furtivos.

Un centro de rescate

La fundadora de la Animales S.O.S., Susana del Carpio, criticó duramente al Ministerio de Medio Ambiente por la falta de apoyo a los centros de rescates de animales silvestres. “Todo lo que sucede es culpa de las autoridades ¿acaso no hay dinero en Bolivia?, hay, lo que no hay es voluntad para hacer las cosas bien. Con el dinero que se despilfarra se podría hacer un centro de rescate para animales silvestres”, dijo del Carpio a tiempo de destacar el trabajo que se realiza en los zoos de La Paz y Santa Cruz.

Lamentó que las autoridades no trabajen para frenar el tráfico de fauna silvestre que aún continua en Bolivia, a pesar de las normas vigentes que existen.

Asimismo, pidió a la ciudadanía evitar la tenencia y mascotizar animales silvestres ya que esto conlleva a que traficantes continúen con esta actividad ilegal

 

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