La Paz, 22 de marzo (Urgentebo).- Eduardo Avaroa Hidalgo, nacido en San Pedro de Atacama en 1838, es el héroe más reconocido de la defensa de la defensa de Calama (1879), donde muere en manos del ejército chileno tras ser rodeado por ellos.
El historiador Pablo Michel, haciendo una remembranza del patriota, resaltó el hecho que Avaroa defendió el territorio boliviano, cuando él no tenía la necesidad de hacerlo.
“Según la documentación, las cartas que hemos visto Avaroa no tenía que participar (en la defensa de Calama), pero si le da a Ladislao Cabrera materiales: Vituallas, varias cosas. Pero esos dos últimos días antes en la defensa, seguramente, pasó algo y ya no se fue con su familia y estuvo en la defensa” explicó.
Michel detalló que inclusive hay una frase mucho mal interesante que el “carajaso” y cual fue cuando le preguntaron por qué retornó, y el héroe contestó: “Esto es Bolivia, yo soy boliviano y aquí me quedo”.
El historiador detalló que Eduardo Avaroa era minero, tenía pequeñas concesiones y aun no siendo un hombre de mucha fortuna era una persona reconocida en Calama. Además, agregó que este personaje escribía en el periódico Eco de Caracol, del cual era socio, junto a Cabrera.
“Era un hombre que nunca tuvo cargo encumbrados, se dedicaba a los suyo como mucha gente, como muchos bolivianos. Dónde surge el valor y el heroísmo de Eduardo Avaroa, es en la defensa del Topater; de ser un hombre común y corriente se convierte un símbolo de reconocimiento”, agregó.
En este sentido Michel destacó que un civil como Avaroa hubiera sido un héroe de guerra, teniendo en cuenta que en caso de Perú y Chile, fueron militares quienes recibieron similar reconocimiento en estas naciones.
“Mucha gente como Avaroa, empresarios, como eran su amigos, se pasaron al lado chileno y no dijeron nada, Avaroa podía haber hecho lo mismo; hubiera vivido, inclusive hubiera estado mejor. Pero él decide tomar esta decisión patriótica y eso es lo que destacamos (…) Es un hombre que hizo lo que muy pocos hicieron en ese momento”, acotó.
De igual forma, acotó que el héroe de la defensa del Litoral en su juventud tuvo “alguna actividad política” y fue un hombre “típico del siglo XIX”, el cual se dedicaba a sus negocios y a escribir para la opinión pública.
El 23 de marzo de 1879, en la Batalla de Topater, Eduardo Avaroa, quien fue destinado junto a otros 15 soldados a esa misión, hizo un papel destacable. Tras la superioridad numérica de la tropa chilena el patriota muere exclamando: “¿Rendirme yo? Que se rinda su abuela carajo”, frase que fue publicada por lo corresponsales de guerra de Chile.
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