La Paz, 5 de julio (ElMundo.es).- Las paredes de todos los andenes de metro y las marquesinas de todas las ciudades, así como las carreteras y las vallas publicitarias de las grandes ciudades están repletas de imágenes de la nueva película de Marvel y Sony Pictures: 'Spider-Man: Homecoming'.
En ella, además de recuperar a uno de los superhéroes más admirados de todos los tiempos, podremos disfrutar del talento del británico Tom Holland.
Si aún no has oído hablar de este joven actor, tienes que ponerte al día. Estamos ante una de las estrellas emergentes del mundo del cine, uno de esos diamantes que aparecen muy de vez en cuando y que hay que seguir muy de cerca.
Y es que desde la primera vez que le vimos deslumbrar en la gran pantalla, supimos que iba a hacer cosas muy grandes.
Corría el año 2012 cuando un jovencísimo Tom Holland apareció ante nosotros, dando vida al pequeño Lucas de 'Lo Imposible'. En este filme de Juan Antonio Bayona ya fuimos testigos de la capacidad de Tom para interpretar cualquier tipo de papel y en cualquier tipo de situación, de la manera más natural que habrás visto en la pantalla.
Como decimos, en ese momento ya supimos que estábamos delante de un talento excepcional, de una persona que podría lograr todo aquello que se propusiera y, a día de hoy, Tom Holland ha sido capaz de hacer realidad su sueño: dar vida al superhéroe de su vida.
Hace dos años se hizo oficial la noticia de que sería el encargado de interpretar a Spider-Man y, a pocos días del estreno del largometraje, ya se afirma que es el mejor hombre araña de la historia.
La expresión que surge sola es "está viviendo un sueño", pero lo cierto es que está viviendo una realidad más que merecida.
Tom Holland es un actor muy formado, pero también posee esa naturalidad y esa facilidad única para meterse en la piel de los personajes que pocos actores tienen y se esfuerza por conseguir todas sus metas.
Precisamente por esta razón, el británico ha conquistado a los más cinéfilos y a sus propios compañeros de profesión. Nadie puede resistirse a su talento y a sus ganas de triunfar. Ni siquiera el éxito.
