La Paz, 10 de marzo (Urgentebo.com).- Mañana, Chile tendrá un nuevo presidente, pero no será tan nuevo, pues se trata de Sebastián Piñera, quien ya gobernó ese país desde el 2010 hasta el 2014, y ahora por segunda ocasión sucederá a Michelle Bachelet.
Días antes de su llegada al Palacio de la Moneda, el presidente electo dio a conocer los nombres de sus 54 gobernadores provinciales, y aunque este logró vencer gracias a la coalición Chile Vamos, la mayoría de esos funcionarios pertenecen al derechista partido Renovación Nacional.
Ello generó críticas a lo interno, mientras que Piñera respondió que se encargará de poner al Estado al servicio del pueblo. Por ello pidió «a todos los partidos políticos de nuestra coalición, y a todos los parlamentarios, cuando seamos gobierno, que nunca olvidemos que estamos al servicio de los chilenos».
Desde enero el mandatario electo había revelado los nombres de su Gabinete de ministros, de un total de 23, ocho han tenido carrera parlamentaria.
LOS RETOS DE PIÑERA
A pesar de que Sebastián Piñera conoce lo que es ser el presidente de Chile, el panorama actual no es el mismo, cuando las principales preocupaciones de la sociedad chilena son respecto a la educación, las políticas laborales, el acceso a la salud y los problemas estructurales que generan altos índices de pobreza.
Según estadísticas del Banco Mundial, el nivel de pobreza en Chile es de al menos el 11,7 % de su población, mientras que para el investigador social Pablo Egenau, la pobreza en Chile ronda al menos un 20,9 %. La diferencia entre los datos del Banco Mundial respecto a otras instituciones y particulares, radica en que su evaluación se realiza sobre la base de los ingresos de las personas y no con respecto a sus condiciones materiales de vida.
«Se va a agudizar el conflicto social, en Chile hay muchos temas pendientes: el laboral, el sistema de pensiones y el de salud (...) con Sebastián Piñera eso se va a agudizar mucho más», señaló el académico Edison Ortiz, citado por Telesur. La aplicación de políticas neoliberales ha tenido continuidad desde los 90, por lo cual las clases más vulnerables han visto negados sus derechos a acceder a una vida digna.
En el primer periodo de Gobierno de Piñera, 2010-2014, se evidenció el descontento popular ante sus políticas, lo cual se hizo notorio en las reiteradas protestas y exigencias de la ciudadanía en cuanto a las reformas estructurales que debían realizarse en el país.
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