Luis Revilla, alcalde de La Paz y líder de Sol.bo, recibió a la revista Oxígeno para analizar la coyuntura política y la perspectiva electoral. El dirigente política hace un diágnóstico sobre el actual estado de las fuerzas de la oposición. Advierte que mientras no haya un proyecto sólido, con visión de país, el Movimiento Al Socialismo puede ganar en las próximas elecciones incluso sin Evo Morales como candidato. Dice que un proyecto político para decir únicamente no a Evo no tiene viabilidad. Anticipa que no se unirá a una junt’ucha, pero estará atento a la articulación ciudadana. Actualmente, la prioridad de Revilla es constituir a Sol.bo como un nuevo partido político.
¿Cómo evalúa la próxima conversión de Sol.bo a una organización política nacional?
Con mucho optimismo. La decisión de constituir un partido político nacional obedece a la determinación de los jóvenes con los que trabajamos desde hace casi dos años. El Tribunal nos autorizó la recolección de firmas en diciembre, pero no hicimos nada en enero febrero y marzo por el carnaval, las protestas y las lluvias. Así que en marzo, abril y hasta mediados de mayo, recolectamos 160 mil firmas, pero no alcanzamos a transcribir las 160.000, sí lo hicimos con 146.000; de todas ellas 40.000 son de Santa Cruz. Hicimos un trabajo verdaderamente a nivel nacional para consolidar una estructura política nacional. La mayoría de la gente que impulsó este proceso es gente muy joven sin experiencia política pero con mucho compromiso y ganas. Los ciudadanos en el país están alentando que surjan cosas distintas, que se renueve la política que haya nuevas caras y nuevas ideas.
¿Cómo es el perfil del militante de Sol.bo, de las personas que se suman a su proyecto?
Es joven, en promedio, tiene veinticinco años, es profesional y universitario. En nuestro proyecto, hay muchas mujeres, solo por poner un ejemplo, en el Beni, la mayoría son mujeres. En otros municipios, por ejemplo Caraparí, tenemos agricultores. En Guayaramerín, comerciantes. No es broma, es muy serio cuando yo digo que, después del MAS, seremos el partido con mayor presencia nacional.
¿Representan a la clase media?
Yo diría que, en su mayoría, sí, tenemos a gente de clases medias urbanas, esencialmente. Y con ellos seremos el segundo partido, con estructura nacional.
¿Cuáles son las consideraciones para generar alianzas con otras fuerzas?
Tenemos dos consideraciones. La primera es que si queremos hacer una articulación mayor, la pregunta es con quiénes. Estuvimos en conversaciones muy cercanas con la gente de Bolivia Somos Todos, por ejemplo; ellos son indígenas del sur y del occidente del país. Conversamos con la gente de tierras bajas, con dirigentes de San Ignacio de Moxos donde está el TIPNIS.
¿Y qué criterio tiene sobre los colectivos políticos?
Somos de alguna forma representantes de las clases medias urbanas pero como proyecto político hacia delante, tenemos que expresar a todos y a todas, en nuestras identidades y diversidades. Como Sol.bo, debo ser honesto, presentamos ante el tribunal electoral, un modelo muy tradicional de los partidos políticos. Luego de lograr la personalidad jurídica, nuestro gran objetivo es convocar a un congreso nacional para modificar esa estructura.
¿A qué se refiere?
Los partidos políticos muy fácilmente caen en prácticas perniciosas, en corrupción, prebenda interna, machismo, acoso a las mujeres, decisiones cupulares. El gran desafío que tenemos es capacitar a este gran grupo joven que tiene ganas de aprender y de hacer política de una manera distinta con convicciones, ideales y principios. Tenemos que capacitarlos en los temas de coyuntura nacional y en la construcción de un programa de gobierno.
El segundo desafío es diseñar y construir una estructura política distinta. Si no hacemos esto no tenemos futuro como partido. ¿Qué significa esto? Una estructura política que le ponga candados a las decisiones cupulares, al machismo, a la falta de participación, a las prebendas.
¿Es posible hacer esto con un partido político?
Esta es una discusión que se da en todo el mundo. Cómo los partidos pueden abrir espacios más democráticos. El partido ya no es la oficina donde se reúnen los militantes y planifican las actividades, el partido también está en las calles, en las redes sociales, por ejemplo. Nuestro desafío es hacer un partido verdaderamente diferente y alternativo; si caemos en las lógicas y en las prácticas de los partidos políticos, entonces ¿para qué?
Aquí en SOL, ya hicimos algunas cosas fuera de las lógicas partidarias, por ejemplo abrimos las candidaturas a concejales para que ciudadanos se presenten y ahí conocí a Cecilia Chacón y a Andrea Cornejo. Ahora son concejales excelentes, estamos orgullosos de ellas.
¿Hasta cuándo estará el partido según la visión que planea?
En términos de una nueva estructura, ojalá podamos hacer este año el congreso para la nueva estructura, que además, va a ser un partido autonómico.
¿No va a ser un partido por dedazo?
No, ni con dueños. Eso es lo que venimos repitiendo a los compañeros todos los días, necesitamos generar un partido horizontal, con líderes sí, por supuesto con conductores, pero un partido con decisiones democráticas. Sé que suena un poco ingenuo, pero también tengo la certeza de que si no hacemos esto, no tenemos destino como organización política.
Usted dijo que no está descartada la participación en las elecciones 2019
Así es.
¿Es posible alcanzar aquello considerando los tiempos que calcula?
No tengo una bola de cristal. No lo sé pero vamos a trabajar, vamos hacer los mejores esfuerzos para hacer bien las cosas, no está descartada nuestra participación, pero nuestra decisión es trabajar para estar a la altura de las expectativas ciudadanas.
No puede constituirse un proyecto político bajo la idea de que Evo Morales no sea presidente,
eso no es proyecto político, eso es bronca o decepción.
Un proyecto es el que le ofreces a la gente la visión post Evo
¿Es para SOL.BO una prioridad participar en las próximas elecciones del 2019?
Esa discusión la vamos a tener el próximo año. Nos interesa realizar este desafío tan lindo de formar a la gente joven, a la que debemos demostrar que la acción política puede ser transformadora, pero toma tiempo. El próximo año decidiremos si estamos listos o si tenemos que seguir trabajando.
Un partido político depende de su contexto político ¿No ha considerado las responsabilidades de Sol.bo en las actuales condiciones?
Depende de las ópticas que tengas.
¿Cuál es la suya?
Te muestro distintas ópticas del problema. No puede constituirse un proyecto político bajo la idea de que Evo Morales no sea presidente, eso no es proyecto político, eso es bronca o decepción. Un proyecto es el que le ofreces a la gente la visión post Evo. ¿Qué pasa si de pronto las soluciones resultan peores que la enfermedad? Imagínate que porque Evo ya no puede ser Presidente, haces una megacoalición de veinte partidos sin coincidencia ideológica, que no saben qué van a hacer al día siguiente de ganar. Si el contexto nos plantea que no hay alternativa, si no llegamos a tiempo o no surge otra alternativa, que encamine una victoria frente al MAS, habrá que pensar en trabajar más hacia adelante. Esa es nuestra sinceridad y perspectiva de las cosas. Lo peor sería ser irresponsables con el país.
Desde otra óptica, puede ser que se genere la alternativa, una articulación ciudadana muy grande más allá de los liderazgos de los partidos, que permita encaminar un proyecto electoral victorioso consistente. Eso es muy importante, entonces claro, quizás sí sea un momento en el que haya que efectivamente participar.
Otro enfoque, qué pasa si los afanes autoritarios poco democráticos amenacen las libertades, la propia democracia de parte del gobierno. Ahí surge otro escenario y otro tipo de prioridades. Todo dependerá de cómo se configure el panorama de cara al próximo año y que los actores políticos hagan dónde van a estar parados.
¿Usted ve una alternativa política viable en estos momentos?
No, en ningún modo, no hay esa alternativa. No se ha construido.
¿A qué se debe esa ausencia?
Los actores políticos tradicionales quieren enfrentar los problemas y los desafíos del siglo XXI con propuestas del siglo XX; continúan con las propuestas de 1990. El día en que la oposición genere una propuesta renovadora en ideas, propuestas y líderes, ese día se le puede hacer frente al MAS.
Cuando el MAS dice que la oposición no tiene proyecto, es cierto, admitámoslo pues. Es verdad, no existe un proyecto alternativo, hay que construirlo. Y en esa tarea estamos, construir un proyecto victorioso y renovador. ¿Qué nos van a decir ahora los que perdieron en las elecciones el 2014 frente al MAS, y otra vez quieren ser candidatos el 2019? ¿Qué cosita diferente nos van a decir?, no encuentro nada nuevo. Por estas razones la unidad por la unidad es inexistente. A toda la gente que pide que los opositores se unan, pregunto en torno a quién y a qué. No parece razonable hacerlos en torno a estos señores que ya han perdido las elecciones. Vamos a volver a perder.
¿Está hablando de Samuel Doria Medina?
Estoy hablando de los que se presentaron en las elecciones anteriores y que sistemáticamente han perdido con el MAS, por no tener un proyecto alternativo. Nosotros no estamos para hacer una juntucha, donde nadie se entiende, y con el único objetivo de que Evo no sea presidente. La gente no quiere volver al año 2000 y no está conforme con lo que existe ahora, está decepcionada con el actual gobierno, pero no quiere volver atrás. Quiere mirar el futuro sobre lo poco o mucho que se ha avanzado este tiempo. Hay mucho que corregir.
Cuando el MAS dice que la oposición no tiene proyecto, es cierto, admitámoslo pues.
Es verdad, no existe un proyecto alternativo, hay que construirlo.
Y en esa tarea estamos, construir un proyecto victorioso y renovador
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