La Paz, 1 de septiembre (Urgentebo).- Durante las conferencias de prensa previas al partido contra Perú, una de las preguntas más recurrentes la prensa boliviana era cómo recibiría la afición boliviana a los jugadores que volvían a vestir la Verde luego de que se apartaran del equipo de todos por diferencias con el antiguo técnico Julio César Baldivieso.
De hecho, las grandes sorpresas de la lista que presentó Ángel Guillermo Hoyos fue la presencia de varios jugadores “veteranos”, que rayan la media de 36 años de edad; y, en gran medida, los ojos estaban puestos principalmente sobre ellos.
Empero, la reacción del público fue espectacular. Aplaudieron cada jugada de la Verde y, cuando el rival asediaba, lo gritos de “¡Bolivia, Bolivia!” se hacían más fuertes. Y Ronald Raldes, Pablo Escobar, Walter Flores y Marcelo Martins fueron los grandes artífices del triunfo boliviano.
Apoyados, precisamente, en su experiencia internacional fueron ellos los que se pusieron el equipo al hombro y el triunfo que la Selección boliviana consiguió esta tarde ante Perú por 2 a 0 fue, en gran parte, gracias a ellos.
“Gracias a Dios la pelota no sabe cuántos años tenemos”, aseguraba Escobar una vez terminado el partido y no se equivocó, pues precisamente fue el 10 de The Strongest el que abrió la ruta para la victoria boliviana.
Escobar no tuvo uno de sus mejores partidos, se sintió incómodo durante gran parte del encuentro – principalmente por la posición poco habitual en la que fue ubicado- pero apareció cuando tuvo que aparecer.
Transcurría el minuto 37 cuando tomó la pelota para ejecutar un tiro libro de riesgo. Dialogó un buen rato con Marcelo Martins, planificando cómo sería la jugada.
Ahí también se vio la viveza de Martins, amagó con disparar pero sólo distrajo a la barrera peruana que se abrió y dejó el claro perfecto para que el “pájaro” saque a relucir su zurda prodigiosa.
La jugada del primer gol fue, también, solo una pizca de todo lo que aportó Marcelo Martins en el partido de hoy. El delantero del Changchun Yatai demostró por qué es el jugador más destacado que Bolivia tiene a nivel internacional.
Era uno de los más cuestionados por la hinchada. Las redes sociales se llenaron con mensajes e imágenes en su contra, pero el 9 boliviano demostró en la cancha que – como la afirma cada vez que tiene la oportunidad- siente la camiseta de la Selección.
Pues Martins las corrió todas, se entregó los 90 minutos y las mejores jugadas que Bolivia tuvo en ataque pasaron por sus pies. De hecho, la primera acción de peligro que tuvo la Selección fue por una viveza suya. Recuperó el balón en la media cancha, vio adelantado al portero peruano y sacó un potente remate que fue despejado con mucho esfuerzo por Gallese.
Fue su viveza la que permitió que Escobar tenga el claro para marcar el primer gol y fue otra jugada suya la que posibilitó el córner que terminó en el segundo gol nacional.
El segundo tanto nacional, precisamente, también fue obra de otro de los “veteranos” que volvieron a defender la camiseta boliviana. Ronald Raldes, “el gran capitán” – cómo lo catalogaron los medios después del encuentro- marcó su segundo gol oficial con la Selección y selló una sufrida victoria.
Empero, el aporte de Raldes no solo fue en ataque, pues fue el líder de la última línea boliviana. Sin duda, el de la camiseta 16 sacó a relucir toda su experiencia y se encargó de transmitir tranquilidad cuando Bolivia peor la pasaba.
Cuando todos los jugadores bolivianos sacaban la pelota a donde podían, Raldes salía jugando, con pelota dominada e, incluso, se animaba a subir por los laterales y se entendió, casi a la perfección, con Walter Flores, el último de los jugadores que, demostraron, no debieron irse nunca.
Flores prácticamente se comió la mitad de la cancha. Fue la contención que no permitió trascender el fútbol peruano y, cuando pudo, repartió pelotas en el ataque.
Hizo un trío casi perfecto con Pedro Azogue y Diego Wayar – que tuvo que ingresar por la lesión de Jhasmani Campos-.
Bolivia no jugó un buen partido, es cierto. Tuvo más desorden que fútbol, y sacó el partido adelante gracias a individualidades.
Por eso, un párrafo aparte se merece Rómel Quiñones. El arquero que defiende el arco de Bolívar volvió a ser la figura que brilló en la Copa América de Chile y salvó más de cinco oportunidades claras que tuvo Perú.
Así, Bolivia ganó y sigue soñando con la clasificación al Mundial. Eso sí, aún preocupa la falta de renovación que tiene nuestro fútbol, sobre todo pensando en los próximos años.