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13° aniversario: Tras la matanza del 12 y 13, hubo un juramento de sangre para sacar a Goni

La llamada Guerra del Gas se inició en los lejanos días de agosto, tomó cuerpo durante el mes de septiembre, debido al bloqueo de caminos y la matanza en Warisata, y tuvo un trágico desenlace en la primera quincena de octubre, donde los protagonistas fueron los vecinos alteños, quienes se organizaron bajo conceptos militares, para hacer frente a la acción de las Fuerzas Armadas. Este medio le da a conocer pasajes ocurridos en El Alto y no conocidos


Lunes 17 de Octubre de 2016, 12:15pm






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El juramento de sangre en la parroquia de Villa Ingenio (foto Julio Mamani)

El Alto, 17 de octubre (Michelle Aruquipa, Urgentebo.com).- Hace 13 años, el gobierno de Sánchez de Lozada expiraba. La tarde del viernes 17, el mandatario se fugó a Estados Unidos junto a su familia y así terminó un periodo político liberal. Como consecuencia de numerosas bajas, durante los trágicos hechos del 12 y 13 de octubre en El Alto, los vecinos alteños hicieron un “juramento de sangre” hasta lograr la renuncia de Goni, lo que finalmente ocurrió.

La llamada Guerra del Gas se inició en los lejanos días de agosto, tomó cuerpo durante el mes de septiembre, debido al bloqueo de caminos y la matanza en Warisata, y tuvo un trágico desenlace en la primera quincena de octubre, donde los protagonistas fueron los vecinos alteños, quienes se organizaron bajo conceptos militares, para hacer frente a la acción de las Fuerzas Armadas. El semanario El Compadre da a conocer pasajes ocurridos en El Alto y no conocidos.

Entre el 21 de septiembre y el 13 de octubre, 64 bolivianos perdieron la vida y más de 400 fueron heridos por la acción de las FFAA, movilizadas por órdenes de Sánchez de Lozada, quien proyectaba la venta de gas a Estados Unidos por Chile y se oponía a la convocatoria de una Asamblea Constituyente como las organizaciones sociales lo demandaban desde el año 2000.

“Hubo un juramento de sangre, que se dio después de la masacre de Villa Ingenio, todos nos juntamos y nos reunimos en el exsalón parroquial de Cristo Redentor de villa Ingenio. Era un domingo 12 de octubre. Mujeres y hombres que manejaban chicotes hicieron el juramento de sangre diciendo de que no van a parar hasta sacar a Goni”, relató el periodista Julio Mamani, protagonista de esas jornadas como comunicador y dirigente.

Villa Ingenio, Ventilla, Senkata, Zona Ballivián, Alto Lima, Alto Munaypata fueron algunas de las zonas donde se produjeron las mayores bajas, pues los militares hicieron uso de armas de fuego de guerra discrecionalmente.

Roberto de la Cruz, exdirigente de El Alto, recordó que hombres y mujeres se organizaron “tipo cuartel” para evitar más bajas. Se levantaron barricadas e hicieron zanjas para dificultar el avance de los tanques que se dirigían desde cuarteles del altiplano norte rumbo a El Alto. “Eso evitó que la masacre fuese mayor. Las mujeres con ollas comunes alimentaban a los hombres que se turnaban en las noches en las calles y avenidas haciendo vigilia”, dijo Roberto de la Cruz.

Las personas de tercera edad tenían la misión de llenar con piedras las avenidas principales.

Roberto Rojas fue dirigente de El Alto, hoy es gerente de Epsas. El recordó que en las jornadas de octubre los vecinos se organizaron usando táctica y estrategia. “Había compañeros expertos en tema de explosivos ya que se habían capacitado en Estados Unidos. Incluso para frenar a los tanques. Introdujeron un sistema de control remoto para hacer estallar explosivos y había la idea de incluso incendiar el aeropuerto ya que allí hay un pajonal”, dijo.

Abel Mamani fue dirigente de la Federación de Juntas Vecinales en ese periodo y él comentó a El Compadre que las juntas vecinales tomaron el control del conflicto, superando a la Fejuve.

“Se organizaron comités de movilización en cada distrito. A medida que pasan los días los vecinos se organizan para defenderse de la represión que teníamos desde los aviones, helicópteros, tanques militares con armas de fuego”, añadió.

La indignación por el ataque militar a los vecinos de El Alto era tal que las juntas vecinales no sólo hablaban de la renuncia de Sánchez de Lozada, sino de la conformación de un gobierno desde las calles, desde el Distrito 8, es decir Senkata y Ventilla, según contó Mamani.

Sin embargo, los hechos cambiaron en la plaza Murillo con el distanciamiento de Carlos Mesa y la presión del Parlamento sobre Goni, quien se quedo sólo y sin aliados políticos. Tuvo que renunciar ese viernes 17, hace 13 años.

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