15 de abril (Urgernte.bo).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) ve desigualdad en la distribución de las vacunas anticovid y por ello se pide la liberación de patentes para que las farmacéuticas de otros países puedan producir los inmunizantes.
El viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, explicó que Bolivia no puede crear vacunas contra la pandemia porque no tiene la tecnología necesaria, pero sí puede ser parte de la cadena de producción de las mismas.
Comentó que Argentina, muy pronto, formará parte de la cadena de producción de los inmunizantes producidos en Rusia y que Bolivia podría unirse a la última fase.
“En el caso de Bolivia no tenemos instalada la tecnología para producir toda la cadena productiva que se requiere para producir vacuna. Bolivia podría participar como parte de la cadena, como muy pronto lo va empezar a hacer Argentina con Rusia, podríamos ser parte en la última fase para el envasado, para poder los últimos elementos que tiene la vacuna”, sostuvo en entrevista con Panamericana.
El viceministro explicó el país tiene contactos con la empresa farmacéutica de Canada BioLife para adquirir las vacunas de la fórmula Jhonson & Jhonson en caso de que consiga la autorización para iniciar la producción de los inmunizantes.
Indicó que BioLife está realizando trámites ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conseguir la autorización por uso de emergencia de la patente de la vacuna Jhonson & Jhonson.
Según Blanco, BioLife afirma tener la capacidad de producción de las vacunas y en caso de conseguir la patente, podría comercializar las dosis a precio de fábrica, es decir entre $us 3.5 y $us 4.
“En el caso de Bolivia deberíamos desarrollar más aún nuestra industria farmacéutica.Hemos estado en contacto con empresas farmacéuticas, por ejemplo una empresa canadiense que se llama BioLife, que está haciendo el trámite regular que se hace en la OMS para obtener la patente, la autorización por uso de emergencia de la patente de Jhonson & Jhonson. Ellos nos indican que están en la capacidad de hacerlo si la OMS aprueba el uso de esta patente por emergencia podrían fabricar las vacunas a un costo mucho inferior del que se está produciendo la propia J&J, dicen que costaría entre $us 3.5 y $us 4”, señaló Blanco.
Resaltó que ese tipo de empresas farmacéuticas que tienen capacidad de producción podrían ayudar a los países en vías de desarrollo para acceder a las vacunas de una forma más rápida.
“En la región existen farmacéuticas grandes, tenemos en Brasil, en ese país se está produciendo la Sinovac, en Argentina también tenemos empresas, laboratorios grandes que en algún momento dicen que van a empezar a producir Sputnik V e incluso la AstraZeneca, Uruguay también va ser parte de la cadena productiva”, dijo.
La autoridad reiteró que Bolivia no puede producir vacuna desde cero, pero sí puede formar parte de la última fase de la cadena de producción de los inmunizantes.
“Si las patentes se lograrían liberalizarse en un corto tiempo, multiplicaríamos fácil por 100 la capacidad productiva que tienen en este momento las empresas que tienen las patentes. Requerimos en este momento que las vacunas sean un bien de la humanidad”, insistió.