“¿Vacunarse produce magnetización? ¿Te implantan el virus cuando te inmunizan? ¿Puede servir una vacuna creada en un año? ¿Es mejor enfermarse que recibir la vacuna?”
Todas estas ideas erróneas tienen su respuesta, la especialista de UNIFRANZ, Phd. Lucia Alvarado te responde algunas de ellas.
Estas y otras dudas han surgido desde el momento que el mundo empezó a inmunizarse y es que la desinformación, junto al acceso a las vacunas, han causado que solo 2 personas de cada 10 se hayan vacunado globalmente. El acceso a las vacunas es determinante para lograr la inmunidad de rebaño, pero el fenómeno de desinformación está causando que muchos países con acceso a vacunas - como el nuestro - tenga a solo 3 de cada 10 bolivianos vacunados. A diferencia, por ejemplo, de nuestro vecino Chile que tiene a 7 de cada 10 personas vacunadas.
Es por ello que desde UNIFRANZ desarrollamos esta campaña de información sobre todos los temas asociados al COVID-19, guiados por expertos en temas de salud, a la cabeza de la Doctora Lucia Alvarado, Coordinadora Nacional de Investigación y Phd en Biología Molecular y Celular del Instituto Oswaldo Cruz de Rio de Janeiro, que en esta ocasión responderá algunas de las dudas más frecuentes asociadas con la vacunación.
1. Es imposible que una vacuna desarrollada en menos de un año sea segura y eficaz.
Es una duda más que razonable, la mayoría de las vacunas tardan más de 5 años en ser desarrolladas, sin embargo en el caso de las vacunas contra el COVID 19 tenemos que considerar que:
● Esta es la primera vez que se enfrenta una pandemia de estas dimensiones en este siglo. Por eso, diferente de otras situaciones ahora se tuvieron recursos biomédicos y económicos disponibles para luchar contra una situación de esta dimensión y específicamente en pro de financiar las investigaciones de opciones para la vacuna.
● Las técnicas de desarrollo de las vacunas no son tan nuevas, son tecnologías ya implementadas desde los años 90 y utilizadas en otras vacunas que ya fueron aprobadas. Todas las vacunas, incluidas las del COVID 19 pasan por el mismo proceso: análisis preclínicos, ensayos en humanos fase I, fase II, fase 3, resolución aprobatoria, fabricación y distribución. Las vacunas disponibles para la actual pandemia no fueron la excepción, pero todo este proceso se hizo con mucha mayor rapidez, debido a la capacidad tecnológica y financiamiento disponibles.
2. La vacuna contra el Coronavirus puede infectarme porque contiene el Virus
Esto es falso, ninguna vacuna contra el COVID 19 tiene el virus vivo. Las vacunas tienen como objetivo producir información genética para que nuestro cuerpo produzca una proteína específica del COVID 19 y de esa manera generar las defensas necesarias como anticuerpos y células capaces de reconocer al virus. Es así que en caso de infectarse estos anticuerpos y células ya entrenadas identifican y reconocen al COVID19 para combatirlo.
Las vacunas utilizan tres estrategias principales:
● ARN Mensajero, que le da instrucciones a nuestras células para que produzcan una porción del virus que se conoce como "proteína Spike o espiga". Es decir, le da un manual a nuestro sistema inmune para reconocer la forma y superficie de lo que compone el Covid19. Esto se aplica para vacunas como Pfizer y Moderna.
● Vectores virales, también da el manual a nuestras células para que produzcan la proteína Spike pero utilizan un virus con una estructura molecular modificada para que pueda llegar a mayor cantidad de células, como un delivery más eficiente. Se aplica para las vacunas Sputnik-V, Oxford-AstraZeneca y Johnson&Johnson.
● Vacunas de subunidades proteicas, donde fragmentos de proteínas del virus coronavirus inactivados son inoculados a nuestro sistema inmune que empieza a generar defensas. Esta estrategia es usada en las vacunas de Sinopharm.
Resumiendo, ninguna de las vacunas utiliza virus activo, y su función es entrenar a tu sistema inmune para que se active, si es que te contagias con COVID-19.
3. Ya enfermé de coronavirus, no es necesario vacunarme
Aunque nuestro cuerpo genera cierto grado de inmunidad al coronavirus después de una infección, los estudios demuestran que estas defensas son muy diferentes entre las personas, por ejemplo, algunos asintomáticos no llegan a generar anticuerpos detectables.
El objetivo de la vacunación es evitar estas diferencias haciendo que la población tenga la capacidad de generar anticuerpos y células que reconozcan a los fragmentos de virus más importantes y los que son responsables de la infección. Los estudios están mostrando que la inmunidad dada por las vacunas tiene una duración de hasta un año, y que podría ser por más tiempo. Es altamente recomendable que una persona que enfermó de coronavirus pueda vacunarse después de 90 días de su primer negativo.
4. Estas vacunas no son útiles contra las nuevas variantes
Las vacunas sí son útiles contra las nuevas variantes, porque identifican las proteínas más importantes del Coronavirus. Por ello cuando se da una mutación, los anticuerpos generados por la vacuna ya han recibido el entrenamiento y están listos para combatir al virus y sus mutaciones.
Los virus consisten de material genético y una carcasa de proteínas. Al momento de invadir las células el virus empieza a dividirse, y en este proceso puede tener errores, la mayoría de las mutaciones no tienen efecto. Pero en ocasiones se pueden generar cambios en la estructura genética que resultan en proteínas diferentes a las que el virus fabricaba.
Estas proteínas en algunos casos le dan una ventaja al virus haciendo que se divida más rápido y mejor, generando las mutaciones. Cada vez que el virus se transmite de persona a persona, existe la posibilidad de más mutaciones.
Los virus que contienen estas mutaciones se conocen como variantes, a las que la Organización Mundial de la Salud las clasifica según el alfabeto griego : Alpha surgida en el Reino Unido, Beta surgida en Sudáfrica, Gamma en Brasil y Delta en India.
La vacunación es importante para lograr evitar que el virus se propague de persona a persona y continúe generando mutaciones. Junto con las medidas de bioseguridad como son el uso de barbijo, distanciamiento social y el constante lavado de manos, el estar informados mediante las fuentes de información correctas puede hacer que muy pronto logremos nuestra nueva normalidad.
UNIFRANZ pretende de esta manera fortalecer sus acciones de impacto social y comunitario al combatir la desinformación y hacer que la población en general esté más “informada que internada”.
Sobre Lucia Alvarado
Biología de profesión, actualmente es Coordinadora Nacional del Departamento de Investigación de UNIFRANZ. Cuenta con un doctorado en Biología Celular y Moléculas, dos post Doctorados en Salud y Diplomados en Salud Pública. Una de sus pasantías la realizó en el Departamento de Genética Humana en la Universidad de Chicago. Su trabajo e investigaciones han sido publicadas en Bolivia, Brasil y Estados Unidos.