27 de septiembre (Urgente.bo).- Los casos de infanticidio seguidos de suicidio no han estado exentos en estos últimos meses. En uno de los casos, un padre decidió terminar con la vida de sus hijos por un problema pasional y luego trató de acabar con su vida. El más reciente hecho es el de una madre que estranguló a su pequeña de casi tres años para después lanzarse del piso 9 de un edificio en Santa Cruz.
La presidenta del Colegio de Psicología de Bolivia, Verónica Alfaro, expone que una de las causas principales para este tipo de crímenes puede llegar a ser el aspecto económico.
“El móvil es económico, no tener la capacidad de mantener a nuestros hijos, creo que ese es uno de los temas importantes este año, al no tener trabajo, al no querer pasar las pensiones”, indica a Urgente.bo.
Sin embargo, añade que otras causas para el homicidio seguido de suicidio son las necesidades de orden afectivo o social.
Las frases y conductas que deben alarmar
La especialista identifica al menos dos frases que deben ser motivo de alarma para el entorno familiar de una persona que podría acabar con su vida.
“Puede en sus comentarios decir, por ejemplo 'no encuentro salida, no encuentro trabajo, no sé cómo tratar esta situación'” es un signo de alarma de que esta persona podría estar pensando en el tema del suicidio”, asevera Alfaro.
Sin duda, una señal de que la persona podría caer en el crimen del homicidio y/o suicidio es su conducta. La depresión es un signo esencial y con ella se acompaña la falta de interés en resolver un problema.
“Debemos estar alerta a aquella persona que se siente incapaz de afrontar cualquier tipo de crisis”, explica la psicóloga.
Por ello, aconsejó poner atención a las circunstancias y problemas por los que atraviesa una madre, un padre o una familia.
“(Los padres) pueden ser generadores de riesgo con sus hijos, hay que ver las circunstancias por las que se está pasando en caso de que la familia no puede dar soporte en algún momento. Buscar ayuda profesional”, indica y considera que cuando la depresión es profunda se necesita la ayuda de un psiquiatra.
En una reflexión, Alfaro sostiene que cuando un padre o una madre pasa por este tipo de problemas, tanto económico, social o sentimental, siempre debe considerar una solución.
“Siempre hay un recurso, siempre uno puede dedicarse a algo que realmente le guste y con lo que pueda solventar a su familia”, añade.
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