La Paz, 28 de febrero (Urgentebo).- Miles de bolivianos de diferentes regiones del país celebran hoy el martes de ch’alla en agradecimiento a la Pachamama por las cosechas y todos los favores recibidos que obtuvieron con sacrificio.
Esta tradición se desarrolla sagradamente los martes de Carnaval en Bolivia, y está dedicada a la "challa" (ofrenda) a la Madre Tierra.
No pudo estar ausente el vino y el alcohol que se derrama en las esquinas de las propiedades, además en los autos, negocios, oficinas, para que siempre estén bien cuidados y les rindan beneficios.
Negocios, vehículos y otros bienes son adornados con coloridas serpentinas, globos y banderines, los confites, también de colores, son mezclados con flores y frutas en las ofrendas a la Madre Tierra.
La tradición de la ch’alla en martes de carnaval ha ido en aumento no sólo en la parte occidental de país, sino también en el oriente boliviano, donde la mayoría de la población ahora realiza esta práctica andina para agradecer y pedir abundancia a la Pachamama (Madre Tierra), como casas, vehículos, negocios, trabajo y salud.
De acuerdo con las tradiciones, el alcohol se utiliza para dar de beber a la Pachamama y para que reciba las ofrendas. Las nueces doradas representan el oro que está en sus entrañas. El brillo de las lentejuelas representa el dinero con el que queremos que nos bendiga. El oro falso azúcar teñida de dorado es el brillo de la tierra, los confites y las frutas que le damos representarían su dulzura.
En este día, también se acostumbra a ofrendar ‘mesas’ de ritual andino (sahumerio) con diversos elementos y simbología, pero sobre todo con mucha fe para la Pachamama, consistente en adornar con dulces, incienso, lanas, hojas de coca, plantas disecadas y objetos que representan a la salud, dinero, trabajo y bienestar. Estas ‘mesas’, una vez preparadas, se las incinera como alimento para que la Madre Tierra traiga bendiciones y prosperidad a las familias.
Hay variadas creencias sobre la representación de la ch’alla que dependen de la tradición y el legado familiar. Hay quienes cuentan que hasta antes de las 12.00 horas del martes los achachilas (espíritus ancestrales) están con la boca abierta esperando que los alimentemos, y según cómo se les dé, recibiremos lo ofrendado.
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